“….Figuradas
sus escenas por los grupos de esculturas llamadas pasos, que son llevados en
las mismas procesiones, no cediendo en nada las obras de esta clase, que
existen en Toledo, a las ponderadas Sevilla, Valencia y Madrid”[1]
Con
estas palabras del Semanario Pintoresco Español se compara y equiparan
los pasos de las cofradías de Semana Santa del siglo XIX con las de otras
capitales de acreditada fama. Esta es
una de las muchas reseñas que aparecen en prensa y escritos de viajeros durante
el siglo XIX describiendo las antiguas procesiones de Semana Santa, que, ya en ese
momento, se encontraban en una situación de evidente decadencia y postración,
pero que conservaba cierta autenticidad y esplendor. Posiblemente el artículo
“La Semana Santa en Toledo” de Gustavo Adolfo Bécquer[2]
sea el que mejor resuma este cierto esplendor de las procesiones de Semana
Santa en Toledo, especialmente la del Viernes Santo. Concluye el citado
artículo con una aseveración llamativa del literato sevillano, pues llega a
aseverar que “bajo este punto de vista la Semana Santa de Toledo, no admite
parangón con ninguna otra”[3].
Procesión del Viernes Santo, elogiada por Bécquer por su severidad y solemnidad. |
Resulta
chocante que, siendo Toledo una de las ciudades donde mayor peso ha tenido la
Iglesia, sus celebraciones procesionales de Semana Santa no han tenido el
renombre de otras ciudades con sede Episcopal. En buena medida esto es debido
al peso litúrgico que tenía la Catedral Primada, cuyas celebraciones,
desarrolladas con una solemnidad y pompa sin parangón, eclipsaban otro tipo de celebración.
A nivel parroquial este esplendor se traduce en los Oficios celebrados en las
parroquias y las procesiones de traslado al Monumento protagonizadas por las
Cofradías Sacramentales de cada parroquia. Sin embargo, las cofradías de
Penitencia tuvieron una época de bastante pujanza, organizando procesiones de
gran interés, con un abundante número de pasos que discurrían por las
estrecheces del callejero toledano.
En
una serie de artículos, analizaremos brevemente la historia, las procesiones y
pasos de las principales cofradías de Semana Santa “históricas”, las cuales
actualmente se encuentran en su mayoría extintas.
En
esta primera entrada, analizamos la historia de las primeras cofradías
penitenciales, que tienen momento de apogeo en el siglo XVI, especialmente en
aquellas que tuvieron una vida bastante corta que no supero el paso del siglo
XVII al XVIII, otras han llegado hasta el siglo XX. Estas últimas merecen diversos
artículos monográficos para conocer con mayor detención su dilatada historia.
Una de las fuentes documentales básicas para conocer las primeras cofradías penitenciales es el memorial de toledano Luis Hurtado de Toledo[4], redactado en 1576. Este memorial fue ordenado por Felipe II en las conocidas comúnmente como relaciones topográficas de Felipe II. Estas Cofradías eran cinco:
1. Nuestra Señora de las Angustias
Tenía
su sede en el hospital de San Lázaro, extramuros, en la collación de San
Isidoro. El hospital estaba dedicado a curar a los tiñosos “y es cosa
maravillosa que con no tener alguna renta más de la limosna que allegan los
dichos cofrades, se curan en esta casa casi cien niños y aun hombres crecidos
tan llenos de sarna y tiña que es horror grandísimo solo vellos, y salen
después sanos de aquí en breve término alabando a Dios.”[5]
Esta cofradía realizaba dos procesiones: “demás de sacar una notable disciplina
de dos mil cofrades el Jueves Santo, y una procesión de los mismos cofrades el
domingo de Lázaro con todos los pobres y picaños que pueden ser avidos (sic)
confesados, y curan como dicho es en el dicho hospital más de cien pobres
grafos, sarnosos y tiñosos, y dan de comer a las cárceles en ciertos días del
año. Tienen en su ermita de San Lázaro grandes jubileos, indulgencias y
privilegios de los reyes para andar por todo el arzobispado a pedir limosna
para el dicho hospital”.[6]
Actual Hotel María Cristina, que originalmente fue Hospital de San Lázaro. Foto: https://www.tripadvisor.es/ |
Hacía Estación de Penitencia la tarde del Jueves Santo. Se sabe cómo era el
orden de la cofradía durante el siglo XVI: “Seis hermanos iban delante del
pendón, que era portado por tres cofrades, que se turnaban durante el
recorrido. Seguía la insignia, acompañada de seis hermanos, a continuación, un
crucificado custodiado por otros seis cofrades y otros ocho portaban la imagen,
bajo la advocación de la Quinta Angustia, todos vestidos con túnicas negras.
Cerraba el desfile, cuatro hermanos, con hábito negro y bastones, para impedir
que durante el itinerario se añadiese algún penitente que no fuese de la misma”[7].
Como era habitual, hacía estación de Penitencia en la Catedral Primada,
mientras se celebraba el Oficio de Tinieblas[8].
Virgen de las Angustias en la iglesia de Santa Justa y Rufina preparada para la procesión del Viernes Santo. Foto: Colección Casa Rodríguez / Archivo de la Imagen de Castilla-la Mancha |
La
vinculación con la Cofradía de la Vera Cruz debió ser bastante estrecha, pues
en el inventario de 1713 de esta cofradía se dice que la Virgen de las
Angustias ocupaba el altar derecho de la capilla presidida por el Cristo de las
Aguas[9],
imagen titular de la Vera Cruz, por lo cual se deduce que por aquel entonces la
Cofradía debió desaparecer. En 1809 la imagen de las Angustias, y el resto de
las imágenes de la capilla de la Vera Cruz (Cristo de las Aguas, Nazareno y Lignum
Crucis), fueron trasladadas a la vecina parroquia de la Magdalena[10],
donde se instaló definitivamente la Vera Cruz tras quedar arrasado el Convento
del Carmen por el incendio de 1812.
En
una relación de los pasos de la Cofradía de la Vera Cruz de principios del
siglo XVIII no aparece la Virgen de las Angustias[11],
tampoco aparece en la relación de pasos de Ramón Parro de 1857[12].
A finales del siglo XIX la imagen de las Angustias empieza a participar en la
procesión del Viernes Santo de la Cofradía de la Soledad, haciéndose incluso
ésta de la misma imagen una vez se instaló en la parroquia de Santa Justa y
Rufina[13].
En 1989 se creó la actual Hermandad de las Angustias encargada de su culto y
procesión la noche del Viernes Santo.
Procesión Viernes Santo 1915, Virgen de las Angustias. Foto: https://toledoolvidado.blogspot.com/2015/03/la-semana-santa-en-toledo.html |
2. La Santa Vera Cruz
Aunque
se desconoce la fecha de su fundación, debió ser la más antigua de todas las
cofradías de penitencia y con una historia bastante intensa que trataremos de
forma más detallada en una entrada monográfica. Por ahora, citamos en este
apartado la información facilitada por Hurtado de Toledo: “La Santa Vera Cruz
que tiene en el monasterio del Carmen su sala e insignias para sus procesiones,
fiestas y disciplina, aunque en San Vicente tiene su cruz y cirial andas y
cetros para los enterramientos de cofrades o encomendados que son muchos, y por
estar en medio de la ciudad se acomoda a estar en San Vicente. Esta cofradía de
la Vera Cruz es muy antigua, porque dicen a ciento treinta y ocho años su
comienço, y dicen fue començada por un sastre, tiene ahora más de dos mil
doscientos cofrades, de la cual sale el Jueves Santo y todas las veces que conviene
a la salud de los reyes o príncipes, o victorias o bienes comunes una notable
disciplina y muy devota, y bien ordenada, y demás desto (sic) dan las pascuas
del año de comer a las cárceles y el domingo de C(u)asimodo a cuarenta viudas
ración y limosna, toman el Lignum Crucis para su procesión de la de las cuatro
iglesias donde hay esta reliquia”.[14]
Cristo de las Aguas, imagen titular de la Cofradía de la Santa Vera Cruz en sus andas. Foto: Colección Casa Rodríguez / Archivo de la Imagen de Castilla-la Mancha |
Cristo de las Aguas, titular de la Cofradía de la Santa Vera Cruz. Foto: Colección Casa Rodríguez / Archivo de la Imagen de Castilla-la Mancha |
Como
se puede ver, a tenor de la cantidad de información que facilita, es cofradía
de penitencia de mayor importancia por aquel entonces en Toledo.
3.Nuestra Señora de la Soledad
Tenía su sede en el Convento mercedario de
Santa Catalina, en la collación de Santa Leocadia. Anota Hurtado de Toledo que
“saca disciplina el Viernes Santo como la de la Vera Cruz y Angustias, y es
cosa maravillosa que en ocho años ha subido a tener al pie de mil quinientos
cofrades”[15].
Según estas palabras, se deduce que es de reciente fundación. De todas las cofradías
“históricas” es la única que todavía existe en nuestros días. Le dedicaremos
una entrada monográfica dedicada a esta cofradía.
Nuestra Señora de la Soledad. Foto: Colección Casa Rodríguez / Archivo de la Imagen de Castilla-la Mancha |
Nuestra Señora de la Soledad. Foto: Colección Casa Rodríguez / Archivo de la Imagen de Castilla-la Mancha |
Nuestra Señora de la Soledad en sus andas. Foto: Colección Casa Rodríguez / Archivo de la Imagen de Castilla-la Mancha |
4.Santa
Elena
Era
una de las tres cofradías de la parroquia de Santa Eulalia (junto a la del
Santísimo y la de Ánimas). La descripción de Hurtado de Toledo es bastante
prolija en comparación con otras:
“En
Santa Olalla hay tres cofradías, una del Santísimo Sacramento y otra de Ánimas
y otra de los cofrades de Santa Elena, que van el Viernes Santo al amanecer en
procesión a la Santa Iglesia con túnicas y cruces a los hombros de madera, cada
una del tamaño que la puede llevar el penitente, y cierto que es cofradía de
mucha devoción y contemplación para todos estados de gentes, porque a alguno le
parece que el penitente que va delante del lleva menor cruz que la suya, y sus
fuerzas de aquel no son aún capaces de la que lleva, y por el contrario en
nuestra consideración a su tolerancia que hay cruces de hierro y cruces de
caña, y cada una tiene por Dios su peso limitado.”[16]
Iglesia Mozárabe de Santa Eulalia. Foto: http://ampamaristastoledo.es/ |
Iglesia Mozárabe de Santa Eulalia. Foto: https://cultura.castillalamancha.es/ |
Esta
información es de bastante importancia, pues menciona la presencia de una
cofradía de Nazarenos en la Sede Primada. Recordemos que las cofradías de
“nazarenos” nacen como una alternativa a los “hermanos de sangre” de las
cofradías penitenciales que hunden sus raíces en las compañías de
disciplinantes que recorrían las calles azotándose las espaldas. Los
“nazarenos” solían portar hábito morado o negro, con una soga al cuello y
portaban a imitación de Cristo una cruz. La celebración de estas procesiones suele
tener lugar la mañana del Viernes Santo, momento en que salió Cristo cargando
con su cruz camino del Calvario. Este dato es muy interesante y revelador, pues
no consta la fundación de cofradías de “nazarenos” en el territorio diocesano
toledano[17].
Otro
elemento para destacar en esta cofradía es la advocación de Santa Elena, madre
del Emperador Constantino, quien en el año 326 descubrió la cruz en la que
según la tradición fue crucificado Cristo. Curiosamente, bajo la advocación de
Santa Elena, existió también una cofradía de “nazarenos” en Madrid en el Convento
de Carmelitas Calzados, fundada en 1573[18].
Otro caso similar encontramos en Ocaña
(Toledo), donde se fundó en 1607 la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno[19],
que también estaba bajo la advocación de la Reina Santa Elena. De hecho, en el
siglo XVIII se fundan diferentes cofradías dentro de la del Nazareno, siendo
una de ellas la Hermandad de Pajes de Santa Elena (1719)[20].
Ha
de señalarse que este no es el único caso, y nos encontramos con cofradías de
“nazarenos” bajo la advocación de Santa Elena fundadas bajo el amparo de los
carmelitas en Jaén (fundada entre 1588 y 1594)[21],
Granada (fundada en 1582, sus reglas fundacionales se atribuyen a San Juan de
la Cruz), Baeza[22]
y otras localidades andaluzas.
Volviendo
a la Hermandad de Santa Elena de la parroquia de Santa Eulalia, pocas noticias
posteriores tenemos sobre esta cofradía de “nazarenos”. Lo que es seguro es que
en el siglo XVIII ya no debía existir, pues no aparece en la relación de
procesiones.
Cabe la posibilidad que esta cofradía fuera refundada con otros fines, pues en la citada parroquia existió la Cofradía Sacerdotal de Jesús Nazareno, cuya imagen titular era precisamente un Cristo con la Cruz a cuestas. La citada Hermandad Sacerdotal fue fundada en 1668[23] y se ha mantenido vigente hasta el siglo XX[24] y su imagen titular, tras pasar por San Marcos, se estableció en Santo Tomé, donde actualmente puede contemplarse en una repisa de la nave de la Epístola. Esta imagen actualmente participa en la procesión de la Cofradía del Amparo la tarde del Jueves Santo.
Cristo con la Cruz a Cuestas de la Hermandad Sacerdotal de Jesús Nazareno. Foto: Colección Casa Rodríguez / Archivo de la Imagen de Castilla-la Mancha
Cristo con la Cruz a Cuestas de la Hermandad Sacerdotal de Jesús Nazareno. Foto: Colección Casa Rodríguez / Archivo de la Imagen de Castilla-la Mancha
5.Santísimo
Nombre de Jesús
Radicada
en el convento de la Santísima Trinidad calzada. Poca información aporta sobre
esta cofradía Hurtado de Toledo: “que tiene más de seiscientos cofrades de
disciplina”[25].
Llama
la atención la advocación de la cofradía y su radicación en un monasterio
trinitario, y no dominico. La orden de predicadores tenía una prerrogativa
especial reconocida por el Papa San Pío V en 1571 en la Bula Decet Romanum
Pontificem sobre la fundación y vinculación de cofradías bajo esta
advocación[26].
Siglos XVII y XVIII
En los siglos XVII y XVIII se gestan las cofradías penitenciales barrocas, en las que, como principal novedad, aparecen los pasos procesionales que muestran escenas de la Pasión. La Catedral Primada se fija como meta estacional de las cofradías de penitencia. Éstas entraban por la puerta del Perdón, transcurrían por la nave del Sagrario, pasaban entre los dos coros. El Jueves Santo hacían Estación ante el monumento, el Miércoles Santo y Viernes Santo ante un altar colocado delante de la Capilla Mozárabe. Desde aquí salían por la puerta de los Escribanos (recordemos que la puerta Llana no se construye hasta el siglo XVIII).
A
principios del siglo XVII se mencionan las diferentes cofradías que hacían Estación
de Penitencia a la Iglesia Primada. El Miércoles Santo hacía Estación de
Penitencia la Cofradía de Santa Elena desde Santa Eulalia. El Jueves la Vera
Cruz desde el Convento del Carmen Calzado y las angustias desde San Pedro
Mártir (antes lo hacían desde el Hospital de San Lázaro, extramuros). El
Viernes Santo la Soledad desde el Monasterio mercedario de Santa Catalina, El Nombre
de Jesús desde el Monasterio de la Santísima Trinidad. Como novedad, este día
aparece una nueva cofradía que tendrá bastante proyección e importancia durante
el siglo XVIII, la Cofradía de la Humildad, que salía del Monasterio
Franciscano de San Juan de los Reyes.
En
este siglo se incorporan los pasos procesionales en los cortejos procesionales,
de los cuales hablaremos detenidamente en entradas monográficas.
En
el siglo XVIII se asiste a una cierta simplificación de los cortejos
procesionales. Las Estaciones de penitencia se resumen a tres: La de la Humildad
la tarde del Miércoles Santo, la Vera Cruz la tarde del Jueves Santo y la
Soledad el Viernes Santo. Las otras tres cofradías parece que desaparecieron[27].
En
el siglo XIX solo dos cofradías celebraban su procesión penitencial, la Vera
Cruz el Jueves y la Soledad el Viernes. La Humildad desapareció en las primeras
décadas del siglo XIX debido a la destrucción que sufrió todo su patrimonio
durante la Guerra de Independencia. Finalmente, otra guerra, esta vez la civil
(1936-1939), hizo desaparecer la cofradía de la Vera Cruz, siendo la Soledad la
única que ha sobrevivido desde su fundación y que, a día de hoy, sigue saliendo
a las Calles de Toledo desde el siglo XVI.
[1] - LÓPEZ-GUADALUPE,
J.J.: Toledo en el Semanario Pintoresco Español, Toledo, 2008, pp.
101-109.
[2] - BÉCQUER, Gustavo Adolfo: “La Semana
Santa En Toledo”, El Museo Universal, año XIII, nº 13, 28 de marzo de
1969.
[3] - Ídem.
[4] - El manuscrito original, conservado en la
Biblioteca Real del Escorial se encuentra transcrito en: VIÑAS, C. y PAZ, R.: Relaciones
Histórico-Geogrático-Estadísticas de los Pueblos de España, hechas por
iniciativa de Felipe II. Reino de Toledo, Tercera parte, t. II, Madrid, pp.
481-576.
[5] - VIÑAS, C. y PAZ, R.: Relaciones
Histórico-Geogrático-…Op. Cit, p. 555.
[6] - Ibídem, p. 561
[7] - Cfr.: http://www.angustiastoledo.org/Historia.html (última consulta
28-04-2021).
[8] - El Oficio de Tinieblas empezaba a las cinco
de la tarde y concluía aproximadamente a las nueve de la noche.
[9] - RAMÍREZ DE ARELLANO,
R.: Estudios sobre orfebrería toledana, Toledo, 1915, p. 402.
[10] - Ibídem, p. 410.
[11] - VIZUETE MENDOZA,
J.C.: “Cofradías toledanas y Semana Santa. La cofradía de la Vera Cruz y del
Cristo de las Aguas (1536-1936)”, en Religiosidad popular: Cofradías de
penitencia, San Lorenzo del Escorial, 2017, p. 717.
[12] - RAMÓN PARRO, Sixto:
Toledo en la mano, ó descripción histórico-artística de la Magnífica
Catedral y de los demás monumentos célebres, Tomo II, Toledo, 1857 (Ed.
Facsímil Valladolid 2012), p. 176, nota 1.
[13] - Cfr.: http://www.angustiastoledo.org/Historia.html (última consulta 01-05-2021).
[14] - VIÑAS, C. y PAZ,
R.: Relaciones Histórico-Geogrático-…Op. Cit., p. 562
[15] - Ibídem, p. 564
[16] - Ibídem, p. 565.
[17]
- Los territorios donde
abundaron la fundación de cofradías de “nazarenos”, bajo la advocación de Jesús
Nazareno se concentran principalmente en Andalucía y en la zona leonesa y
Valladolid. En la actual Castilla-la Mancha solo las hubo en el antiguo
obispado de Cuenca y la zona de Ciudad Real y Albacete, lindando con
territorios de Andalucía y Murcia.
[18] - GUEVARA PÉREZ,
Enrique; RIVERA VÁZQUEZ, Mariano: Historia de la Semana Santa de Madrid, Madrid,
2004, pp. 43-44.
[19] - Cfr: http://www.juntadecofradiasocana.com/hermandades-ocana/nuestro-padre-jesus-nazareno/ (última consulta
25-04-2021).
[20] - Cfr: http://www.juntadecofradiasocana.com/hermandades-ocana/santa-cruz-y-santa-elena/ (última consulta
25-04-2021).
[21]
- Cuya
denominación pasó a ser unos años después de Nuestro Padre Jesús Nazareno,
popularmente conocida como “el Abuelo” cfr. http://www.cofradiaelabuelo.com/cofradia/nuestra-historia/la-historia (última consulta
25-404-2021).
[22]
- Cfr. SAN JUAN
DE LA CRUZ: Obras completas, Madrid, 1993 (5ª edición). Siendo Vicario
Provincial se aprobó la Cofradía de Nazarenos de Baeza, sita en el Colegio de
San Basilio. Como señalan los editores, las normas de estas reglas muestran
fielmente el espíritu del Santo.
[23] - GARCÍA ZAPATA, Ignacio
José: “Imaginería de la Semana Santa de Toledo”, en Arte y Semana Santa.
Actas del congreso Nacional celebrado en Mondóvar (Alicante) del 14 al 16 de noviembre
de 2014, Mondóvar, 2016, p. 269.
[24] - Desde el siglo XVII
son varias las reglas editadas por la Cofradía. Vid. SÁNCHEZ-BEATO ESPIAU, Mª
de los Á.; SANTOS MARTÍN M. M.: “Guía bibliográfica sobre Ordenanzas y
Reglamentos de Cofradías de la Ciudad de Toledo”, en Archivo Secreto, nº2
(2004), Toledo, pp. 288-314.
[25] - VIÑAS, C. y PAZ,
R.: Relaciones Histórico-Geogrático-…Op. Cit, p. 563.
[26] - ROMERO MENASQUE,
Carlos Jesús: “Las Cofradías del Dulce Nombre de Jesús de la Archidiócesis de
Sevilla durante la época moderna: Análisis de su instituto en las reglas y
constituciones”, en Los Dominicos y la advocación del Dulce Nombre de Jesús
en Andalucía (Coord. Jesús ARANDA DONCEL), Archidona, 2017, pp. 137-159.
[27] - En
referencia a toda esta información Cfr: https://www.humildadtoledo.com/historia
(última consulta 10-05-2021).