3/24/17

La Orden Tercera Servita en Cataluña




       La Orden de Siervos de María (OSM), popularmente conocidos como Orden Servita, es la propagadora de la devoción de los Dolores de la Virgen María por toda Europa, devoción que llega a sus máxima cota de difusión en los siglos del Barroco. La fundación de conventos servitas en España fue bastante reducida. Su presencia se limitaba a las regiones levantinas, siendo Cataluña una de las que mayor número de fundaciones acogieron. La gran labor misional de esta orden fue la fundación de Órdenes terceras, conocidas generalmente como Congregaciones de los Dolores, en las principales ciudades y localidades del antiguo principado, cuya incidencia en la vida religiosa de los seglares tuvo bastante repercusión. 
Detalle de la portada de la capilla de los Dolores de Mataró.
         La Orden de Siervos de María tiene su origen en la próspera ciudad de Florencia. En las primeras décadas del siglo XIII siete jóvenes de acomodadas familias, siguiendo la estela de las hermandades penitenciales que aparecen por esos años en Italia, deciden abandonar el mundo y vivir en comunidad, creando lo que se llamó Sociedad de Nuestra Señora, autodenominándose ellos mismos Siervos de María. Es en 1233 cuando deciden establecerse en una pequeña casa cercana al Convento franciscano de la Santa Cruz. El impulso definitivo para la consolidación como Orden fue el milagro acontecido el Viernes Santo de 1239. La Virgen se les apareció y les recomendó que vistieran hábito negro, en memoria de la Pasión de Cristo. También les presentó la Regla de San Agustín que debían seguir. La primitiva hermandad creada por los siete fundadores fue aumentando. En 1241 se trasladan a una ermita en el Monte Senario a unas dos leguas de Florencia. En 1254 ingresa Felipe Benizi (canonizado en 1671) considerado por su labor como padre de la Orden. Fue Prior General entre 1267 y 1285 (+) y la revistió de gran prestigio. En 1256 el papa Alejandro IV en la Bula Deo Grata toma bajo su protección al prior y a los frailes de la Orden, y autoriza su expansión. A pesar de todas las prebendas y reconocimientos de que gozaba la orden, en el Concilio de Lyon (1274) se decretó a extinción de todas aquellas órdenes no reconocidas oficialmente por el papado, siendo la servita una de las afectadas. San Felipe Benizi luchó en Roma por el reconocimiento de la orden, y obtuvo la aceptación del papa Juan XXI. Finalmente, es aprobada por Benedicto IX en 1304. Este momento de dicha sólo pudo ser vivido por uno de los siete fundadores, San Alejo.
Aparición de la Virgen a los Siete Santos Fundadores. Foto: http://reflexionescatolicas.com/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=217

          La Orden Servita llega a España y se establece en las regiones levantinas, especialmente en Cataluña, dada su mayor proximidad a Italia. Podemos distinguir dos fases de expansión: la primera tiene lugar en la Edad Media. En el siglo XIII se documenta su presencia en Barcelona y unos años después en Valencia (antes de 1340). Durante la Baja Edad Media la Orden se extendió por la Península de forma estable, pues en el siglo XV ya existe la provincia española de la Orden. La segunda fase tiene lugar entre el último tercio del siglo XVI (al amparo del Concilio de Trento) y el siglo XVIII. En 1576, los servitas se instalan en el convento de Sant Bertrán de Montjuïc de Barcelona. Pocos años duró su presencia en este edificio, pues lo abandonaron para instalarse en el cercano convento de Santa Madrona (1582). Sin embargo, la fundación de la ciudad condal, no adquiere sede definitiva hasta el siglo XVII con la construcción del convento del Bonsuccés, consagrado en 1635. Junto a este convento, el más importante en Cataluña, aparecen nuevas fundaciones en Vila-Rodona (Tarragona) en 1599, Marça (Tarragona) en 1611, Sant Boi (Barcelona) en 1599, Empúries (Gerona) en 1606 y Banyoles (Gerona) en 1638. Fuera de Cataluña, aunque muy próximos geográficamente, estaban los conventos de Cuevas de Cañart (en el Maestrazgo turolense) y Montán (en Castellón). Del primero todavía se conservan milagrosamente los restos de su monumental iglesia dieciochesca; del segundo, pervive el edificio del convento, cuya fundación tuvo lugar en 1612. En la Desamortización de Mendizábal se exclaustraron los ocho conventos que la Orden tenía en España1, número que demuestra la escasa importancia y poca difusión que tuvo la orden en el territorio peninsular. Actualmente existen cuatro conventos servitas en España: Denia, Mistala, Plasencia y Madrid. A pesar de las dificultades vividas por la Orden, que apenas logró acomodo en la Península, fue muy meritoria la labor de difusión del culto y devoción a los Dolores de la Virgen a través de la fundación de congregaciones terciarias, mucho más numerosas y con mejor fortuna que los conventos de la Orden.
Interior de la iglesia del Bonsuccés de Barcelona hacia 1900. Arxiu Gavín del Monestir de les Avellanes http://www.monestirs.cat/monst/bcn/cbn02bons.htm
Restos del convento de Vila-Rodona. Foto: http://www.monestirs.cat/monst/alcamp/cac23dolo.htm
Restos de la iglesia del desaparecido convento de servitas de Cuevas de Cañart. Foto: http://montesparatodos.blogspot.com.es/2012/05/via-ferrata-cuevas-de-canart.html

          Como ya hemos mencionado, el origen de la Orden Servita se encuentra íntimamente ligado a la vida religiosa seglar. La orden no cuenta con un santo fundador, sino con siete, que vivían en hermandad. La orden adquiere una estructuración similar a la del resto de órdenes mendicantes: rama masculina, femenina y orden tercera. La Orden Tercera Servita fue aprobada oficialmente por Bula de Martín V Sedis Providentia en 1424. Pero no es hasta el siglo XVII cuando aparecen órdenes terceras servitas en las ciudades y grandes localidades de Cataluña, erigidas como “Congregaciones de los Dolores”. El arco cronológico de estas fundaciones finaliza a mediados del siglo XIX, siendo el siglo XVIII la centuria en la que tuvieron lugar mayor número de fundaciones.

          Aunque estas congregaciones tomaron parte en la celebración de procesiones de Semana Santa, y la gran mayoría hayan pervivido como tales, no podemos equipararlas con las cofradías penitenciales al uso, pues el compromiso de vida religiosa de una orden tercera es mucho más exigente, serio y riguroso que el de una cofradía. Las condiciones de ingreso eran mucho más específicas y los requisitos exigidos limitaban el acceso de ciertos sectores de la población que carecían de un mínimo de cultura2: el maestro de novicios debía vigilar que los aspirantes tuvieran el Congregante (manual que regía la vida interna de la congregación), lo cual implicaba que debían saber leer3. Esta selección social devino en una pujanza notable en la económica y patrimonio de las Congregaciones, superior en muchas ocasiones al del resto de cofradías de la ciudad, lo cual les permitía, entre otras cosas, construir sus propias capillas donde poder celebrar los ejercicios espirituales.
Grabado de el Congregante de Reymundínez de la edición de 1755.

       En 1663 Fr. Epifani Sedó (OSM) funda la Congregación de los Dolores, considerada tradicionalmente como la más antigua de Cataluña4, en el convento del Bonsuccés de Barcelona. Esta primera congregación sirvió de modelo para el resto de fundaciones seglares servitas del antiguo principado. Fr. Lorenzo Reymundínez (OSM), Provincial de la Orden y corrector de la Congregación de los Dolores de Barcelona, escribió un manual titulado el Congregante, y siervo perfecto de la SS. Virgen de los Dolores (conocido popularmente como “el Congregante”), publicado por primera vez en Barcelona en 1685. Esta obra fue reeditada en nueve ocasiones entre los siglos XVII y XIX, siendo la última edición la de 1861. Este manual era una herramienta imprescindible para las nuevas fundaciones, pues en él se reunía todo lo necesario para el correcto funcionamiento de una congregación, sustituyendo en muchas ocasiones a los tradicionales estatutos5
 
Servitas congregados en la capilla de los Dolores de Mataró en la Vestición de la imagen de la Virgen. Foto: Nerea Madrazo. http://setmanasantamataro.blogspot.com.es/2015/04/el-passat-dimarts-sant-31-de-marc-es-va.html

          El Congregante consta de cuatro libros: el primero trata sobre la historia y los requisitos del aspirante para vestir el hábito de “Siervo de la Virgen”; el segundo es el más extenso y variado, y trata sobre distintos temas: describe la organización interna, la elección de oficiales, las funciones del corrector, subrector, discretos, maestro de novicios, secretario, receptor, sacristanes, ostiarios, enfermeros y consultores, y el funcionamiento de la Junta Secreta (Junta de Oficiales). Detalla cómo han de celebrarse los ejercicios de los viernes, el proceso de admisión, la bendición del hábito, la profesión, los oficios de difuntos, la comunión mensual, el septenario y la fiesta de los Dolores; El tercer libro trata sobre las costumbres y rutinas del congregante; el cuarto es un cajón de sastre en que se tratan diversos temas como la caridad, la educación de los hijos, las oraciones del Septenario de los Dolores, meditaciones y un resumen de indulgencias concedidas a la Orden.

          Aunque las procesiones de Semana Santa no formaban parte de los ejercicios llevados a cabo por los servitas, la vinculación de su advocación a la Pasión propiciaba la celebración de una procesión. Las Congregaciones de los Dolores, junto a las Cofradías de la Sangre de Cristo, fueron las principales organizadoras de las procesiones de Semana Santa en todo el territorio catalán. Dentro de las peculiaridades procesionales de la región, las congregaciones ofrecían una nota de distinción que por lo menos fue compartida por algunas de ellas (Barcelona, Badalona y Besalú). En su cortejo incorporaban siete banderas negras alusivas a los Siete Dolores precediendo el paso de la Virgen6

Detalle de full de rengle Procesión de la Congregación de los Dolores de Barcelona 180?. Foto: AMADES, Joan: Costumari Catalá. Podemos ver a la izquierda la presencia de las banderas alusivas a los siete dolores, habituales en las procesiones de estas congregaciones.

Niños portando las banderas de los siete dolores y los improperios antes de salir la procesión. Besalú. Foto: http://www.quevolsfer.cat/la-processo-dels-dolors-besalu-mieres/

Encontramos fundaciones en las siguientes ciudades:

Barcelona: Badalona (1723), Bagá, Berga, Caldas de Montbui, Cardona, Casteltersol, Martorell, Mataró (1693), Moya (1815), Sabadell, San Hipólito de Voltregá, San Saturnino de Noya, Sitges, Villafranca del Panadés, Vich (1689)7.

Gerona: Gerona (1687), la Bisbal del Ampurdá, Hostalric, (ambas ya existían en 1695), Besalú (1699), Olot (1700), Camprodón (1702), Amer (1710), Castelló d´Ampúries (se inicia la capilla en 1717), Blanes (se inicia la capilla 1731), Arenys de Mar (1788), Palafrugell, Peralada, San Félix de Guixols (en 1790 ya existía), Sagaró (1860, la fundación más tardía)8.

Lérida: Alpicat, Balaguer, Bellpuig (1704), Cervera, Sanahuja, Seo de Urgel (1725), Solsona.

Tarragona: Arbós, Constantí, Reus, Sarral, Torá, Tortosa, Valls (1700ca), Vendrell9.

Virgen de los Dolores en la procesión del Silencio de Mataró. Foto: http://www.totmataro.cat/cultura/cultura-mataro/item/23475-la-verge-dels-dolors-surt-en-processo-despres-de-40-anys
 
Interior de la Iglesia de los Dolores de Vich. Foto: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:256_Esgl%C3%A9sia_de_la_Mare_de_D%C3%A9u_dels_Dolors_(Vic),_retaule_major.jpg
Interior iglesia de los Dolores, Gerona. Foto: https://kgbgirl.wordpress.com/tag/esglesia-dels-dolors-girona/
Oratorio de los Dolores. Lérida. Foto: http://cataloniasacra.cat/llocs/oratori-dels-dolors/642/itinerari/21/l_ca
Procesión de los Dolores, Besalú. Foto: http://www.gerio.cat/noticia/2013/03/23/centenars-de-persones-es-reuneixen-a-la-processo-dels-dolors-de-besalu

         En el resto de España la fundación de órdenes terceras servitas fue bastante desigual, siendo muy abundantes en levante, Murcia y Andalucía; en el interior y la zona norte, aunque existieron, no son comparables en número con las anteriores.

         En la región de Murcia existieron, al menos, congregaciones servitas en Murcia y en Cartagena. La primera fue fundada en 1665, decayendo su actividad en las primeras décadas del siglo XVIII hasta perderse su rastro. Casimiro Sánchez de León, cura párroco de San Bartolomé, encargó en 1738 a Francisco Salzillo la hechura de la portentosa imagen de las Angustias y en 1755 refundó la desaparecida congregación10. De la orden de Cartagena hemos podido encontrar más datos11.

Francisco Salzillo, Virgen de las Angustias, 1740. Iglesia de San Bartolomé, Murcia. Foto: http://www.cofradiadeservitas.org/cofradia/patrimonio/virgen-de-las-angustias/

         En Andalucía las congregaciones servitas gozaron de gran difusión. Granada, por su proximidad al levante, fue la primera fundación, datada en 1668. En 1720 y 1727 se fundan las Órdenes Terceras Servitas de Sevilla y Cádiz, respectivamente, que fueron las grandes propagadoras de este movimiento seglar por el antiguo reino de Sevilla. A continuación, citamos la relación de hermandades y Órdenes terceras servitas en Andalucía12.

Almería: Almería (1768-1772)

Cádiz: Jerez de la Frontera (1725), Cádiz (1727), Sanlúcar de Barrameda (1732), Arcos de la Frontera (1749), San Fernando (1759), Chiclana de la Frontera (1759), Bornos (existía en 1780), Puerto Real (s. XVIII), Algeciras (s. XVIII), Tarifa (s. XVIII), Puerto de Santa María (s. XVIII), Rota (1803), Gibraltar (1893).

Córdoba: Montilla (1668), Cabra (1698-1699), Córdoba (1699), Lucena (1724-1736), Fernán Núñez (s. XVIII), Hinojosa del Duque (s. XIX), Puente Genil (1956).
Granada: Granada (1668), Loja (1669), Guadix (1740), Cúllar-Baza (?), Freila (?), Zújar (?), Huéscar (?).

Huelva: Paterna del Campo (1763), Huelva (1771), Castaño del Robledo (1774), Gibraleón (1777), Almonáster la Real (1779), Manzanilla (existía en 1780), Trigueros (1780), Aroche (1786), Higuera de la Sierra (1788), Valverde del Camino (1796), Moguer (s. XVIII), Ayamonte (s. XVIII), Alájar (s. XVIII), Galaroza (1803), Cortegana (1852), Aracena (1873), Rociana del Condado (1879), El Almendro (2ª mitad del siglo XIX), Alosno (2ª mitad del siglo XIX), La Palma del Condado (2ª mitad del siglo XVIII).

Jaen: Jaén (1732), Andújar (1737), Arjona (1748), Villagordo (1750-1751), Alcalá la Real (1780), Úbeda (existía en 1786), Mengíbar (?), Bailén (?), Jabalquinto (?).

Málaga: Málaga (1740), Teva (1776), Antequera (existía en 1784), Vélez (siglo XVIII).

Sevilla: Sevilla (1720), Osuna-Dolores (1730), Puebla de Cazalla (1731), Morón de la Frontera (1733), Utrera (existía en 1733), Carmona (1739), Las Cabezas de San Juan (1754), Osuna-Angustias (1756), Estepa (1765), Paradas (1765), Alcalá de Guadaira (1774), Constantina (1784), El Saucejo (1793), Guillena (2ª mitad del siglo XVIII), Los Palacios (2ª mitad del siglo XVIII), Écija (2ª mitad del siglo XVIII), Montellano (2ª mitad del siglo XVIII), Cantillana (2ª mitad del siglo XVIII), Pedrera (2ª mitad del siglo XVIII), Fuentes de Andalucía (2ª mitad del siglo XVIII), El Ronquillo (existía en 1818), Marchena (1820), Alanís (1829), Puebla del Río (existía en 1848), Lebrija (1852), La Rinconada (1853), Dos Hermanas (entre 1857 y 1892), Umbrete (1870), Coria del Río (1898), Herrera (1958).

         También hubo órdenes servitas en el interior peninsular. Es conocida la existencia de una en Valladolid, con sede en la parroquia de San Pedro13. En Segovia también se documenta su presencia14. En Coria (Cáceres) también existió una congregación servita, erigida en 1898 en la antigua capilla de la Soledad15.

          De la primitiva filiación con la orden solo queda el nombre, pues casi todas estas corporaciones han devenido en una hermandad de Semana Santa más, manteniendo su carisma servita únicamente en la advocación de los Dolores y el título de la corporación. No obstante perviven los cultos y algunos ejercicios propios de estas órdenes terciarias, como el tradicional septenario preparatorio del Viernes de Dolores.

         Por otro lado existe el caso de antiguas órdenes terceras servitas que han recuperado su unión con la orden en aras de retomar una vivencia espiritual mucho más cercana al carisma de los Siete Santos fundadores. Este es el caso de los Servitas de Carmona (Sevilla), reconocida por el Prior General de la Orden en el año 200016

Dolorosa de los servitas de Carmona, ataviada con traje de viuda de la época de los Austrias. Foto: http://servitascarmona.blogspot.com.es/2014/02/cultos-y-actos-celebrados-en-febrero.html
 

1. SUREDA JUBANY, Marc: La Congregació dels Dlors en el Besalú del s. XVIII, Besalú, 1999, p. 52
2El acceso era supervisado por el Maestro de novicios, quien elevaba un informe a la Junta Secreta (de Oficiales) que debía decidir el acceso al noviciado de los postulantes. Cfr. REYMUNDÍNEZ, Fr. Lorenzo: Congregante y siervo perfecto de la SS. Virgen de los Dolores. Dividido en quatro libros. Barcelona, Imprenta Teresa Piferrer Viuda, 1755, p. 48.
3Ibídem, p. 49.
4SUREDA JUBANY, Marc: La Congregació dels Dolors en el Besalú del s. XVIII, Besalú, 1999, p. 54
5Ibídem, p. 71.
6Ibídem, p. 189.
7Ibídem, p. 57.
8Ibídem. p. 58.
9La mayoría de los datos obtenidos sobre las Congregaciones de los Dolores de las provincias de Barcelona, Lérida y Tarragona aparecen recogidas en http://www.servitesdecatalunya.cat (última visita 20/03/2017)
11En el Llibre de Resolucions 1749-1775 de la Congegació dels Dolors de Mataró aparece la de Cartagena en una lista de congregaciones a las que se encontraba hermanada. SOLER i FORONDA, Rafael: “La venerable congregació dels Dolors de la parròquia de Santa Maria de Mataró”, Fulls del Museo Arxiu de Santa Maria, 38 (1990), pp. 12-21.
12 Es lista aparece el estudio “Seglares Servitas en Cádiz” de Juan Carlos Martínez Amores publicado en 2002, con motivo del 275 aniversario de su fundación. http://www.carmona.org/servitas/historia333.html (última consulta 16-03-2017).
14CUESTA GÓMEZ, Daniel: “La orden de los servitas y sus terciarios en la ciudad de Segovia”, Estudios segovianos, 112 (2013), pp. 209-228.
15http://www.soledadcoronada.es/principal.htm (última consulta 22-03-2017)
16http://www.carmona.org/servitas/todo.html (última consulta 22-03-2017).

No hay comentarios:

Publicar un comentario