La campana es
uno de los instrumentos musicales más vinculado al culto religioso cristiano,
tanto en occidente como en oriente. Por desgracia, su uso hoy en día es
bastante marginal, considerado en muchas ocasiones como algo superfluo o un
simple adorno que ameniza el paisaje sonoro de los pueblos y, en menor medida,
de las ciudades.
Sin embargo,
su uso fue mucho más complejo de lo que podemos suponer a primera vista. En la
Edad Media se popularizó la siguiente inscripción: Vox mea, vox vitae; voco vos
ad sacra, venite. Laudo Deum verum, plebem voco, congrego clerum, defunctos
ploro, numbum fugo, festas decoro (Mi
voz, voz de vida; os convoco a la celebración, venid; Alabo al Dios verdadero,
convoco al pueblo, congrego al clero, lloro a los difuntos, deshago las nubes,
adorno las fiestas). Como pueden ver su uso fue ampliamente más rico y
variado que el hoy en día, limitado en muchos casos a tocar “a misa”. Para
entender la importancia y lo imbricado que estaba su uso en la sociedad
tradicional, debemos recalcar la primera parte de esta frase, Mi voz es voz de vida. Esta frase nos
traslada a una sociedad completamente sacralizada, que tenía como centro de
referencia física, moral y espiritual la Iglesia, a dónde acudía el fiel, o
desde dónde era informado de la hora de Oración, una misa, una fiesta, un
entierro o bien como arma contra mal, personificada en una mala nube que podía
echar por tierra la cosecha de un año y sumir a toda una comunidad en la
desgracia.
Ilustración de un campanero burgalés de los años veinte del siglo pasado. |
Su sonido,
poderoso y elocuente, sugiere la penetración de la voz de Dios en el fiel, que
le hiere hasta lo más profundo de su alma y continuamente lo vivifica con su
Gracia. Bien podría recordarnos al pasaje Bíblico en el que Moisés asciende al
Sinaí a recoger las tablas de la ley: “Al
tercer día por la mañana hubo truenos y relámpagos, y una densa nube sobre la
montaña, y un muy fuerte sonido de
trompetas, y el pueblo temblaba en el campamento” (Ex 19: 16). No es
casual que este pasaje se incluyera desde antiguo en el ritual de Bendición de
una campana.
Todas las
manifestaciones religiosas, de una manera u otra, tratan de interpretar y
sugerir a través de analogías la misteriosa e insondable naturaleza y
omnipotencia de Dios y de todas ellas, puede que las campanas sea uno de los
recursos más directos que nos evoquen y traigan a nuestra memoria la sempiterna
y amorosa presencia del Creador.
Este artículo
es el primero de una serie que tratará sobre diferentes temas referentes al
toque de campanas en España. Gracias a la labor de infatigables investigadores
como el antropólogo y campanólogo Francesc Llop i Bayo, empieza a mirarse el
mundo de las campanas en España con otros ojos.
A.R.
A.R.
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