Una de las estancias que nunca
faltaba en las iglesias penitenciales de Valladolid era la Sala de Cabildos.
Esta pieza solía ser de gran tamaño, para poder acoger al gran número de
hermanos que asistían a los cabildos. En la iglesia de la Pasión esta estancia
se encontraba sobre la nave del templo, siguiendo el eje longitudinal. Ambos
espacios, nave y piso superior, formaban una unidad compacta, a la que se
adosaba en su testero la capilla mayor, que ocupaba las dos alturas y se cubría
con una media naranja. La escalera de subida se ubicaba junto a la Sacristía. Se
accedía a la sala a través de una puerta lateral. Estaba cubierta por un techo de madera con
casetones, sustentada por grandes vigas calzadas con zapatas en S que, a su
vez, ejercían como tirantes manteniendo la estabilidad de los muros laterales.
La nave de la iglesia contó con similar cubrición, oculta a partir de 1666 por
la bóveda encamonada construida por Felipe Berrojo. Dos portones a los pies de
la sala daban acceso al balcón corrido de la fachada.
La
longitud actual del piso superior se corresponde con la de la nave de la
Iglesia más el zaguán de la entrada, unos 23 metros aproximadamente. Así aparece
representada la en el alzado publicado por Álvarez Terán en el año 1933. Sin
embargo, existen ciertos indicios que nos hacen suponer la compartimentación
del piso superior de la nave del templo en dos espacios: la Sala de Cabildos y
un desván situado al fondo.
Ilustración 2. Alzado publicado por Álvarez Terán en 1933. |
En el inventario de reconocimiento que en 1803 redactaron los pintores Pérez y Araujo (comisionados por la Academia para supervisar el estado de conservación del historiado de los “pasos”), encontraron en la “Sala de Juntas” el Cristo de la Elevación de la cruz. En “un salón alto encima del cuerpo de la Yglesia están los dos ladrones de pie en acto de hirlos a crucificar, y onze figuras para historiar los quatro pasos de los Azotes, Jesús Nazareno, la Elevación en la Cruz, y el titulado de las Siete Palabras”[1]. En la visita a la Penitencial de 1815 se “encuentran perfectamente conservadas todas las Ymagenes de la Yglesia y sacristía; […] Los Ladrones, soldados, y demás figuras que componen la Ystoria de los Pasos se hallan muy mal tratadas; en un desván y miradas con un total avandono. El Cristo de la sala de Juntas (el de la Elevación) está muy bien cuidado”[2]. Finalmente, en 1828, encontramos el historiado fuera del desván: “El Historiado que consiste en quince sayones lo encontramos en la sala de Juntas, efecto de la prevención o aviso que se les había dado, más a primera vista se manifiesta que habían salido de alguna Zuarda”[3]. Aunque estos dos últimos inventarios (de 1828 y 1815) hablan de un desván sin especificar su ubicación, el primero, fechado en 1803, explicita la existencia de un desván sobre el cuerpo de la Iglesia, del cual fueron sacadas por prevención a la contigua sala de Cabildos.
A esta sospecha hay que sumar la
posible existencia de una elevación o solana sobre el centro de la sala, que
iluminaría el altar presidido por el Cristo de la Elevación. Álvarez Terán, que
conoció la Iglesia antes del hundimiento de todo el forjado, fundamenta esta hipótesis
en un entramado de viguería y maderos de gran tamaño a la altura de la espadaña[4].
En el alzado del templo publicado en su artículo se puede apreciar una especie
de cimborrio trazado en línea discontinua en el centro del piso superior.
Lo cierto es que la sala de
Cabildos en el sigo XX ya se encontraba muy alterada. Después del traslado del
historiado en 1842 al Museo Provincial, la Cofradía rentabilizó el uso de la
antigua sala de Cabildos para otros usos ajenos a la actividad religiosa de la
Cofradía como funciones de teatro de títeres y muestras de figuras de cera
durante las ferias. También alquiló el espacio para otros menesteres como
pintar en él las escenografías del teatro[5].
Suponemos que fue en este momento, cuando se trasladó el Cristo de la Elevación
al crucero de la Iglesia, donde fue erróneamente identificado como un San Dimas[6].
Todos estos elementos nos
permiten visualizar en nuestras mentes un espacio que poco tiene que ver con la
actual planta superior de la Sala Municipal de la Pasión.
¿Cómo pudo ser la antigua sala de
Cabildos? Atendiendo a todos estos datos, podemos imaginarnos un piso dividido
en dos estancias. Un pequeño desván en la cabecera, y una gran sala de Cabildos,
presidida por el Cristo de la Elevación en un sencillo altar, habitual en las
salas de instituciones civiles hasta el siglo XVIII[7].
Pudo ser similar al que aparece en el retrato de Don Antonio de Aguilar
(Francisco Martínez, 1614) conservado en el Museo Diocesano. A los lados sendos
cuadros de los titulares de la Cofradía, un verdadero retrato de la Virgen de
la Pasión (conservado en la Iglesia de San Quirce y Santa Julita) y otros en
paradero desconocido de la Degollación de San Juan Bautista. Junto a todos
estos elementos, no podían faltar otros propios de este tipo de salas como una
mesa vestida desde donde presidían los cabildos los oficiales de la Cofradía.
Junto a esta mesa posiblemente existiera alguna insignia institucional de la
Cofradía, por ejemplo, el pendón negro que identificaba a la penitencial. En
las paredes y el centro de la sala debían existir bancos para los hermanos
reunidos en Cabildo. Muy posiblemente existieron otros objetos como arcones de
madera para guardar diferentes enseres.
Ilustración 3. Fotografía antigua de la sala de Cabildos de la cofradía de las Angustias. Fuente: MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José; URREA FERNÁNDEZ, Jesús: Catálogo Monumental … 2001. |
Ilustración 4. Martínez, Francisco, Retrato de don Antonio de Aguilar, 1714. Museo Diocesano, Valladolid. Fuente: MARTÍN GONZÁLEZ ... 2001. |
Ilustración 5. Virgen de la Pasión. Iglesia del Monasterio de San Quirce y Santa Julita. Valladolid. |
Ilustración 6. Recreación del frente de la sala de Cabildos con el Cristo de la Elevación y los cuadros de la Virgen de la Pasión y la Degollación del Bautista. |
Ilustración 7. Recreación de la sala de Cabildos de la Pasión. |
A.R.
BIBLIOGRAFÍA
AGAPITO Y REVILLA, Juan y BURRIEZA SÁNCHEZ, Javier (estudio
introductorio): Las cofradías,
las procesiones y los pasos de la Semana Santa de Valladolid. Valladolid, 2007 (Edición facsímil
de original publicado en Valladolid, 1925.
MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José; URREA FERNÁNDEZ, Jesús: Catálogo Monumental de la Provincia
de Valladolid. Tomo XIV. Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid
(Catedral, Parroquias, Cofradías y Santuarios). Valladolid, 2001.
REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La
iglesia de la Pasión y su patrimonio (3ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 8 (2012), pp. 36-46.
REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La
iglesia de la Pasión y su patrimonio (2ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 7 (2011), pp. 24-35.
REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La
iglesia de la Pasión y su patrimonio (1ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 6 (2010), pp. 22-32.
URREA, Jesús: “Paso del Camino
del Calvario”, Pasos restaurados.
Valladolid, 2000. pp. 53-64.
[1] AGAPITO Y REVILLA, Juan y BURRIEZA
SÁNCHEZ, Javier (estudio introductorio): Las
cofradías, las procesiones y los pasos de la Semana Santa de Valladolid, Valladolid, 2007 (Edición facsímil
de original publicado en Valladolid, 1925). pp. 105-106.
[2] IBÍDEM,
p. 112.
[3] IBÍDEM,
p. 113.
[4] Visto en
REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La iglesia de la Pasión y su patrimonio (1ª
parte)”, Pasión Cofrade (2ª
época), 6 (2010), p. 29
[5] URREA,
Jesús: “Paso del Camino del Calvario”, Pasos
restaurados. Valladolid, 2000. p. 55
[6] En la
descripción del interior de la Iglesia de la Pasión, Agapito y Revilla dice:
“en el altar mayor, otra Piedad; a los lados de este altar, fuera, en lo que
viene a ser el crucero, un San Dimas crucificado y el Cristo titulado de los
Arrepentidos”. AGAPITO Y REVILLA, Juan y BURRIEZA SÁNCHEZ, Javier (estudio
introductorio) … Op. Cit.p. 77.
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