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11/15/16

Recreación de la Iglesia Penitencial de la Pasión de Valladolid (2ª parte)


Una de las estancias que nunca faltaba en las iglesias penitenciales de Valladolid era la Sala de Cabildos. Esta pieza solía ser de gran tamaño, para poder acoger al gran número de hermanos que asistían a los cabildos. En la iglesia de la Pasión esta estancia se encontraba sobre la nave del templo, siguiendo el eje longitudinal. Ambos espacios, nave y piso superior, formaban una unidad compacta, a la que se adosaba en su testero la capilla mayor, que ocupaba las dos alturas y se cubría con una media naranja. La escalera de subida se ubicaba junto a la Sacristía. Se accedía a la sala a través de una puerta lateral.  Estaba cubierta por un techo de madera con casetones, sustentada por grandes vigas calzadas con zapatas en S que, a su vez, ejercían como tirantes manteniendo la estabilidad de los muros laterales. La nave de la iglesia contó con similar cubrición, oculta a partir de 1666 por la bóveda encamonada construida por Felipe Berrojo. Dos portones a los pies de la sala daban acceso al balcón corrido de la fachada.
Ilustración 1. Sala superior de la Sala Municipal de Exposiciones Iglesia de la Pasión, antiguamente sala de Cabildos de la Cofradía Penitencial de la Pasión. Foto: http://www.info.valladolid.es/blog/de-paris-a-valladolid-galeria-lelong-parte-1/

La longitud actual del piso superior se corresponde con la de la nave de la Iglesia más el zaguán de la entrada, unos 23 metros aproximadamente. Así aparece representada la en el alzado publicado por Álvarez Terán en el año 1933. Sin embargo, existen ciertos indicios que nos hacen suponer la compartimentación del piso superior de la nave del templo en dos espacios: la Sala de Cabildos y un desván situado al fondo.

Ilustración 2. Alzado publicado por Álvarez Terán en 1933.

En el inventario de reconocimiento que en 1803 redactaron los pintores Pérez y Araujo (comisionados por la Academia para supervisar el estado de conservación del historiado de los “pasos”), encontraron en la “Sala de Juntas” el Cristo de la Elevación de la cruz. En “un salón alto encima del cuerpo de la Yglesia están los dos ladrones de pie en acto de hirlos a crucificar, y onze figuras para historiar los quatro pasos de los Azotes, Jesús Nazareno, la Elevación en la Cruz, y el titulado de las Siete Palabras[1]. En la visita a la Penitencial de 1815 se “encuentran perfectamente conservadas todas las Ymagenes de la Yglesia y sacristía; […] Los Ladrones, soldados, y demás figuras que componen la Ystoria de los Pasos se hallan muy mal tratadas; en un desván y miradas con un total avandono. El Cristo de la sala de Juntas (el de la Elevación) está muy bien cuidado[2]. Finalmente, en 1828, encontramos el historiado fuera del desván: “El Historiado que consiste en quince sayones lo encontramos en la sala de Juntas, efecto de la prevención o aviso que se les había dado, más a primera vista se manifiesta que habían salido de alguna Zuarda[3]. Aunque estos dos últimos inventarios (de 1828 y 1815) hablan de un desván sin especificar su ubicación, el primero, fechado en 1803, explicita la existencia de un desván sobre el cuerpo de la Iglesia, del cual fueron sacadas por prevención a la contigua sala de Cabildos.

A esta sospecha hay que sumar la posible existencia de una elevación o solana sobre el centro de la sala, que iluminaría el altar presidido por el Cristo de la Elevación. Álvarez Terán, que conoció la Iglesia antes del hundimiento de todo el forjado, fundamenta esta hipótesis en un entramado de viguería y maderos de gran tamaño a la altura de la espadaña[4]. En el alzado del templo publicado en su artículo se puede apreciar una especie de cimborrio trazado en línea discontinua en el centro del piso superior.

Lo cierto es que la sala de Cabildos en el sigo XX ya se encontraba muy alterada. Después del traslado del historiado en 1842 al Museo Provincial, la Cofradía rentabilizó el uso de la antigua sala de Cabildos para otros usos ajenos a la actividad religiosa de la Cofradía como funciones de teatro de títeres y muestras de figuras de cera durante las ferias. También alquiló el espacio para otros menesteres como pintar en él las escenografías del teatro[5]. Suponemos que fue en este momento, cuando se trasladó el Cristo de la Elevación al crucero de la Iglesia, donde fue erróneamente identificado como un San Dimas[6].

Todos estos elementos nos permiten visualizar en nuestras mentes un espacio que poco tiene que ver con la actual planta superior de la Sala Municipal de la Pasión.

¿Cómo pudo ser la antigua sala de Cabildos? Atendiendo a todos estos datos, podemos imaginarnos un piso dividido en dos estancias. Un pequeño desván en la cabecera, y una gran sala de Cabildos, presidida por el Cristo de la Elevación en un sencillo altar, habitual en las salas de instituciones civiles hasta el siglo XVIII[7]. Pudo ser similar al que aparece en el retrato de Don Antonio de Aguilar (Francisco Martínez, 1614) conservado en el Museo Diocesano. A los lados sendos cuadros de los titulares de la Cofradía, un verdadero retrato de la Virgen de la Pasión (conservado en la Iglesia de San Quirce y Santa Julita) y otros en paradero desconocido de la Degollación de San Juan Bautista. Junto a todos estos elementos, no podían faltar otros propios de este tipo de salas como una mesa vestida desde donde presidían los cabildos los oficiales de la Cofradía. Junto a esta mesa posiblemente existiera alguna insignia institucional de la Cofradía, por ejemplo, el pendón negro que identificaba a la penitencial. En las paredes y el centro de la sala debían existir bancos para los hermanos reunidos en Cabildo. Muy posiblemente existieron otros objetos como arcones de madera para guardar diferentes enseres.

Ilustración 3. Fotografía antigua de la sala de Cabildos de la cofradía de las Angustias. Fuente: MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José; URREA FERNÁNDEZ, Jesús: Catálogo Monumental … 2001.

Ilustración 4. Martínez, Francisco, Retrato de don Antonio de Aguilar, 1714. Museo Diocesano, Valladolid. Fuente: MARTÍN GONZÁLEZ ... 2001.


Ilustración 5. Virgen de la Pasión. Iglesia del Monasterio de San Quirce y Santa Julita. Valladolid.

Ilustración 6. Recreación del frente de la sala de Cabildos con el Cristo de la Elevación y los cuadros de la Virgen de la Pasión y la Degollación del Bautista.


Ilustración 7. Recreación de la sala de Cabildos de la Pasión.

A.R.

BIBLIOGRAFÍA

AGAPITO Y REVILLA, Juan y BURRIEZA SÁNCHEZ, Javier (estudio introductorio): Las cofradías, las procesiones y los pasos de la Semana Santa de Valladolid. Valladolid, 2007 (Edición facsímil de original publicado en Valladolid, 1925.

MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José; URREA FERNÁNDEZ, Jesús: Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid. Tomo XIV. Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid (Catedral, Parroquias, Cofradías y Santuarios). Valladolid, 2001.

REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La iglesia de la Pasión y su patrimonio (3ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 8 (2012), pp. 36-46.

REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La iglesia de la Pasión y su patrimonio (2ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 7 (2011), pp. 24-35.

REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La iglesia de la Pasión y su patrimonio (1ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 6 (2010), pp. 22-32.

URREA, Jesús: “Paso del Camino del Calvario”, Pasos restaurados. Valladolid, 2000. pp. 53-64.




[1] AGAPITO Y REVILLA, Juan y BURRIEZA SÁNCHEZ, Javier (estudio introductorio): Las cofradías, las procesiones y los pasos de la Semana Santa de Valladolid, Valladolid, 2007 (Edición facsímil de original publicado en Valladolid, 1925). pp. 105-106.
[2] IBÍDEM, p. 112.
[3] IBÍDEM, p. 113.
[4] Visto en REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La iglesia de la Pasión y su patrimonio (1ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 6 (2010), p. 29
[5] URREA, Jesús: “Paso del Camino del Calvario”, Pasos restaurados. Valladolid, 2000. p. 55
[6] En la descripción del interior de la Iglesia de la Pasión, Agapito y Revilla dice: “en el altar mayor, otra Piedad; a los lados de este altar, fuera, en lo que viene a ser el crucero, un San Dimas crucificado y el Cristo titulado de los Arrepentidos”. AGAPITO Y REVILLA, Juan y BURRIEZA SÁNCHEZ, Javier (estudio introductorio) … Op. Cit.p. 77.
[7] REBOLLO MATÍAS, Alejandro: Op. Cit. … , 2010, p. 29.

10/19/16

Recreación del retablo mayor de la Iglesia Penitencial de la Cofradía de la Pasión de Valladolid

Ilustración 1. Recreación virtual del retablo mayor de la Iglesia Penitencial de la Pasión.

Antes de comenzar es necesario agradecer a Francisco Javier Juárez Domínguez, autor del blog Cofradías Sacramentales, de Gloria y Devocionales en Valladolid, su colaboración, sin la cual este artículo no hubiera sido posible.

La Iglesia Penitencial de la Cofradía de la Pasión de Valladolid (actualmente sala de exposiciones del Ayuntamiento), contó con un rico patrimonio que desapareció o se dispersó tras el cierre del templo en el año 1926.

El retablo mayor fue concertado en 1657 con los ensambladores Alonso y Antonio de Villota y el escultor Francisco Díaz de Tudanca siguiendo las trazas de Cristóbal Ruiz de Andino[1]. Martín González[2] subraya la importancia de este retablo, el primero documentado en Valladolid, que contaba con columnas salomónicas “conforme a la traza y arte, revestidas de talla menuda, que ha de ser hoja de parra… con sus racimos y pajaritos que piquen en ellos y otras cosas convenientes a el modo de los del Buen Suceso[3]”. En el modelo al que se refieren las condiciones del contrato, el retablo mayor del Buen Suceso de Madrid, encontramos las claves del retablo mayor de la Pasión.

El retablo mayor del Buen Suceso de Madrid, lamentablemente desaparecido, fue trazado por Pedro de la Torre (c. 1596 – 1677), ensamblador activo en Madrid que en la cuarta década del siglo XVII, abre el camino hacia un barroco pleno cada vez más alejado del modelo escurialense instaurado por el retablo mayor del Monasterio del Escorial trazado por Juan de Herrera.

Parece ser que el retablo madrileño estaba ya concluido en 1637, siendo la imagen de la Virgen del Buen Suceso entronizada en el camarín en 1641. Constaba de un cuerpo principal con ocho columnas salomónicas de cinco vueltas, cuatro dispuestas en un primer plano y el resto retranqueadas en un segundo plano. En el centro se situaba el simulacro mariano en un camarín abovedado con ventana-transparente, al que se accedía por una puerta ubicada en el zócalo del retablo. Remataba el conjunto un segundo cuerpo presidido por un lienzo de Santiago Apóstol entre dos machones. La decoración se basaba en tarjas cactiformes propias de este momento[4].

Ilustración 2. Nuestra Señora de la Pasión. Iglesia de San Quirce, Valladolid. Fuente: http://www.sagradapasion.com/Multimedia/Fotos/Virgen/Virgen%20Detalle2.htm

El gran conjunto del Buen Suceso compuesto por retablo y camarín-transparente se instauró como modelo emulado en diversos santuarios marianos de España, gracias al creciente florecimiento del culto mariano, especialmente centrado en la veneración de las imágenes patronales. Pedro de la Torre fue requerido para la construcción del retablo y camarín de Nuestra Señora de Begoña de Bilbao en 1640 y el de la Nuestra Señora de la Fuencisla de Segovia 1645 en colaboración con el jesuita Francisco Bautista y el ensamblador José de Arroyo. El retablo mayor de la iglesia penitencial de la Pasión de Valladolid sigue la estela del modelo creado por Pedro de la Torre; de hecho, se menciona el retablo madrileño como modelo que debía imitar Ruiz de Andino. El esplendor que experimentaba la Cofradía Penitencial y la creciente devoción de la imagen titular de Nuestra Señora de la Pasión (imagen renacentista que formaba parte de un paso junto a los dos ladrones crucificados, san Juan y la Mgdalena), en detrimento de San Juan Bautista, a quien estaba dedicado el antiguo retablo mayor de la Penitencial[5], justifican la elección de este modelo.

Ilustración 3. Retablo mayor del Carmen Extramuros de Valladolid entre 1926 y 1972.

Lamentablemente, tras el cierre de la iglesia penitencial de la Pasión en 1926, todo el rico patrimonio que se encontraba en su interior fue repartido entre diferentes iglesias de la ciudad como el Santuario Nacional de la Gran Promesa, el monasterio de San Quirce y Santa Julita y el Santuario del Carmen Extramuros, donde fue a parar el malogrado retablo mayor de la Pasión que por aquel entonces ya debía encontrarse en mal estado debido a la humedad. Los restos que quedaban del retablo fueron recompuestos junto con otros de diversa procedencia por el escultor Ramón Núñez. Tomando como base el retablo de la Pasión, se creó una composición formada por retablos de diversa procedencia, restos de la caja de un órgano y el tornavoz de la iglesia de la Antigua, que hacía las veces de cupulín del manifestador. Fue inaugurado el 29 de junio de 1928, solemnidad de San Pedro y San Pablo[6]. Este retablo fue nuevamente reformado en el año 1972 para adaptarse a la cabecera de la capilla de San Joaquín, Santa Ana y Nuestra Señora de la Virgen de la Mano del mismo templo, en cuya ubicación todavía se conserva. Tanto en el actual retablo, como en la composición anterior como retablo mayor del Carmen, es muy difícil identificar elementos procedentes del retablo de la Pasión, quizá el marco en arco que cierra la composición, los restos del camarín con cornucopias y algunos relieves que pudieron decorar las entrecalles.

Ilustración 4. Actual retablo de la capilla de San Joaquín, Santa Ana y Nuestra Señora de la Mano. Santuario del Carmen Extramuros. Valladolid. Autor: Zarateman. Fuente: Wikipedia.

Desafortunadamente, no se conserva ninguna fotografía del retablo cuando todavía ocupaba el testero de la penitencial de la Pasión, lo cual resulta llamativo porque sí se conservan del Cristo del Perdón y el del Azotamiento, situados en sendos retablos ubicados en los machones de la embocadura de la capilla mayor.

Para saber cómo era el retablo es necesario recurrir a la información documental que se conserva del mismo, y gracias a ella, recrear de forma virtual cómo pudo ser. Blanca García Vega[7] publicó en 1995 un artículo proponiendo una reconstrucción basada en un grabado de la Virgen de la Pasión conservado en la Biblioteca Nacional de París, realizado en el último tercio del siglo XVII por el grabador parisino Henri Bonnart. En el grabado aparece la imagen de la Virgen de la Pasión y parte del retablo con elementos mencionados en el contrato de 1657, como son el serafín con festones en la clave del arco, las columnas salomónicas con talla menuda, las contrapilastras y los florones de las enjutas.

Recapitulemos todos los datos de que disponemos para proponer una reconstrucción virtual del retablo:

1.- En el contrato de 1657 se describen elementos concretos del retablo. Debía tener seis columnas salomónicas “conforme a la traza y arte, revestidas de talla menuda, que ha de ser hoja de parra… con sus racimos y pajaritos que piquen en ellos y otras cosas convenientes a el modo de los del Buen Suceso”.  Las columnas debían asentar sobre pedestales con “bichas”. Las entrecalles debían estar decoradas con festones con frutas. El intradós del arco debía estar decorado con artesas y florones. En la clave del arco debía situarse una cartela con un serafín con festones de frutas. Sendos florones debían decorar las enjutas del arco. El venerado simulacro mariano debía entronizarse sobre una peana ochavada de plata portada por cuatro ángeles mancebos. En el contrato se especifica que deben ser cuatro ángeles, dejando una mano libre para portar una vela. Debía haber también dos ángeles con sus peanas situados en la parte alta del retablo, sobre las columnas laterales[8].

2.- García Vega publica una serie de datos hasta entonces inéditos en los que se realiza el seguimiento de las obras de tallado, acondicionamiento del presbiterio, colocación del retablo y dorado del mismo. Resumiendo su publicación obtenemos lo siguiente:

En el contrato de hechura se especificaba que en noviembre de ese año (1657) se debía romper la pared de la cabecera para abrir el camarín. Al finalizar 1658 el camarín ya estaba terminado. A lo largo de 1659 la cofradía paga a Díaz de Tudanca por la talla y a Villota por su labor de ensamblaje. Ese mismo año se paga al albañil Tomás García por las obras del camarín. Alonso de Villota recibe una cantidad de dinero por el marco de la reja que hizo para el camarín. Imaginamos que se trata a la ventana del transparente, para la cual el herrero Crispín Santos había forjado la reja y las varillas del enrejado de la vidriera. Alonso de Villota recibió también el pago por la puerta primera del camarín. A mediados de marzo de 1659 se colocan los pedestales de piedra para el altar mayor, con piedra traída el año anterior, parte de la carga eran piedras de río que sirvieron para solar el interior del templo. Una vez colocadas estas piedras sobre las que se asentaría la obra del retablo, se colocaron las puertas de los dos nichos a los lados del altar mayor. Las obras se interrumpen en Semana Santa. El retablo, ya colocado inicia su fase final de dorado el 6 de junio por José Díaz de Aragón. Las obras se prolongan hasta finales de agosto, dándose por finalizados el 29, coincidiendo con la festividad de la Degollación de San Juan Bautista, patrono de la Cofradía.

Uno de los elementos que más protagonismo adquirieron en el retablo fue la peana sobre la que se asentaba la imagen mariana. En el contrato de hechura se especifica cómo debía componerse la pieza. Esta peana servía además como andas procesionales. Entre los descargos de la cofradía aparecen los 20 reales pagados al hijo de Villota por los banzos de la peana efectuados el 22 de junio de 1659.

Sin embargo, el retablo experimento reformas que alteraron su aspecto. En 1740-41 se pagó por un “arco de cornucopia” para el retablo mayor. ¿Puede ser ese arco de cornucopia el que todavía se conserva en el retablo de la capilla de la Virgen de la Mano del Carmen Extramuros?

3.- Gracias a las numerosas representaciones de la venerada imagen titular conocemos de una forma aproximada la peana. En el Monasterio de San Quirce se conserva un cuadro del siglo XVII a modo de verdadero retrato de Nuestra Señora de la Pasión. Parece ser que este retrato, junto al Cristo de la Elevación y un cuadro de San Juan Bautista, presidían la Sala de Cabildos de la penitencial. El grabado de Henri Bonnart (último tercio del siglo XVII) representa la imagen con su peana y la embocadura del retablo. En el Libro 3º, folio 2 de la Cofradía de la Pasión aparece una sencilla e ingenua ilustración fechada entre 1675 y 1715.  Finalmente, el grabado de Diego Pérez de 1772 y retocado por Julián Hugano en 1826.

Ilustración 5. Nuestra Señora de la Pasión. Anónimo siglo XVII. Monasterio de San Quirce y Santa Julita Valladolid. Fuente: http://www.sagradapasion.com/Multimedia/Fotos/Otras.htm
Ilustración 6. Nuestra Señora de la Pasión. Henri Bonnart, último tercio siglo XVII. Gabinete de Estampas, Biblioteca Nacional, París.


En todas estas representaciones aparece la peana. En las tres primeras aparecen los cuatro ángeles de los ángulos que se especificaban en el contrato y un angelito tenante en la parte baja. En el de Diego Pérez, el más actual, no aparece este angelito, e introduce un fondo arquitectónico que parece corresponderse con el camarín.

Ilustración 7. Ilustraión del Libro 3º, folio 2 de la Cofradía de la Pasión.
Ilustración 8. Nuestra Señora de la Pasión, Diego Pérez 1772. Retocado por Julián Hugano en 1826.

4.- En el artículo que Álvarez Terán[9] dedica a la Iglesia de la Pasión, aparece una fotografía del testero de la nave en ruinas y sin el retablo. La instantánea fue tomada entre 1926 y 1933. En ella puede verse al fondo del testero un arco con una ventana horadada y cegada y un hueco lateral que parece el acceso a un posible camarín. Según García Vega esta instantánea evidencia las transformaciones sufridas por el camarín en un primer momento como camarín-transparente y una segunda ampliación arquitectónica: “Primero el camarín debió ser bastante sencillo, con vidriera y reja, posteriormente se amplió el camarín en ábside, tal como se aprecia en la estampa de 1772, y en el momento de la foto ese espacio debió desaparecer de nuevo. Actualmente lo que fue camarín absidial se ha perdido para la iglesia y lo ha ganado el solar del edificio contiguo”[10].

Ilustración 9. Fotografía presbiterio iglesia de la Pasión entre 1926 y 1932. Fuente: artevalladolid.blogspot.com

En la mentada fotografía de Álvarez Terán se aprecia, detrás del montón de escombros bajo la cúpula, lo que parece el basamento del retablo. Éste además parece estar unido al arco fajón de la cúpula, de modo que el retablo no estaba del todo pegado al testero y aprovechaba el último tramo y los huecos laterales para el camarín.

Ilustración 10. Recreación virtual de la planta de la capilla mayor de la Iglesia Penitencial de la Pasión con el retablo y el camarín con sus puertas, acceso y transparente en el siglo XVII.
Ilustración 11. Recreación virtual de la capilla mayor de la Iglesia Penitencial de la Pasión con el camarín absidial del siglo XVIII (en color verde).


García Vega realiza una propuesta gráfica del retablo, tomando como base el grabado de Bonnart, añadiendo las seis columnas y recreando un ático inspirado en el retablo mayor de la iglesia de San Martín de Valladolid, contratado en 1672 por el ensamblador Pedro de Cea pero completado en 1681 por Cristóbal Ruiz de Andino[11]. Recordemos que éste último trazó el retablo. Este retablo presenta elementos que recuerdan al malogrado retablo del Buen Suceso de Madrid, como las grandes columnas salomónicas con talla menuda dispuestas en dos planos y el ático superior presidido por un relieve (en el madrileño era un lienzo) entre machones.

Ilustración 12. Recreación retablo mayor de la Pasión de Blanca García Vega.
Ilustración 13. Retablo mayor de San Martín, Valladolid. Autor: Luis Fernández García. Fuente: wikipedia.

Basándonos en todos estos datos y premisas hemos elaborado una reconstrucción virtual de cómo debió ser el retablo mayor de la Penitencial de la Pasión. Tomando como referencia las medidas de la cabecera del templo hemos realizado una propuesta de cómo debió estar dispuesto el retablo, el primer camarín transparente, que aprovechaba el espacio del último tramo y la posible ampliación del camarín absidial que plantea García Vega. Hemos incluido dos obras en el retablo. El primero el relieve de la Degollación de San Juan Bautista conservado en San Quirce. Esta pieza datada en el siglo XVII bien puede tratarse del relieve que coronaba el retablo. Recordemos que el retablo anterior estaba dedicado al martirio del Santo Precursor del Señor. Como frontal de altar hemos incluido uno del siglo XVIII conservado en el Santuario Nacional que muestra en su escena central la Degollación de San Juan Bautista. Bien pudo recalar, al igual que la imagen de Nuestra Señora de la Pasión, en el citado templo tras el cierre de la Penitencial.

Ilustración 14. Relieve Degollación San Juan Bautista. s. XVII. Iglesia de San Quirce, Valladolid.
Ilustración 15. Frontal de altar del siglo XVIII con la Degollación de San Juan Bautista. Fuente: http://lapiedad1578.blogspot.com.es/

A.R.

Bibliografía

BURRIEZA SÁNCHEZ, Javier: Cinco siglos de Cofradías y Procesiones. Historia de la Semana Santa en Valladolid. Valladolid, 2004.

GARCÍA VEGA, Blanca: “Nuestra Señora de la Pasión de Valladolid”, Homenaje al profesor Martín González. Valladolid, 1995. pp. 615-623.

MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José: El retablo barroco en España. Madrid, 1993.

MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José; URREA FERNÁNDEZ, Jesús: Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid. Tomo XIV. Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid (Catedral, Parroquias, Cofradías y Santuarios). Valladolid, 2001.

REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La iglesia de la Pasión y su patrimonio (3ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 8 (2012), pp. 36-46





[1]  El contrato se encuentra publicado en GARCÍA CHICO, Esteban: Documentos para el estudio del Arte en Castilla. Escultores. Valladolid, 1941. pp. 300-301.
[2]  Juan José Martín González ha sido uno de los mayores especialistas sobre escultura barroca castellana. Esta valoración es recogida en MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José: El retablo barroco en España. Madrid, 1993. p. 92
[3] Ver nota 1.
[4] MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José: El retablo barroco en España. Madrid, 1993. p. 39. El retablo fue primorosamente descrito en RUIZ DE ALTABLE: Historia de la milagrosa imagen de Nuestra Señora del Buen Suceso. Madrid, 1641.
[5] REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La iglesia de la Pasión y su patrimonio (3ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 8 (2012), p. 37.
[6]  En la ermita del Carmen, (Domingo 27 de junio de 1928). El Norte de Castilla.
[7] GARCÍA VEGA, Blanca: “Nuestra Señora de la Pasión de Valladolid”, Homenaje al profesor Martín González. Valladolid, 1995. pp. 615-623.
[8] Ver nota 1.
[9] ÁLVAREZ TERÁN, Concepción, “La Iglesia Penitencial de la Pasión” Boletín del Seminario de Arte y Arqueología de Valladolid, 1932-1933, Tomo I, fasc. II, pp. 111-127.
[10] GARCÍA VEGA, Blanca: Op. Cit. p. 619, nota 16.
[11] MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José; URREA FERNÁNDEZ, Jesús: Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid. Tomo XIV. Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid (Catedral, Parroquias, Cofradías y Santuarios). Valladolid, 2001. p. 101. MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José: El retablo barroco … p. 100.

9/22/16

Sobre la composición del “paso” del Camino del Calvario de Valladolid

En la anterior entrada publicamos la recreación del “paso de Jesús Nazareno”, hoy conocido como Camino del Calvario, encargado por la Cofradía de la Pasión de Valladolid en 1614 a Gregorio Fernández.

Ilustración 1. Composición del "Paso del Nazareno" como lo concibió Gregorio Fernández.
Ilustración 2. Gregorio Fernández, Camino del Calvario (1614-15). Composición actual del paso. Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main

La composición actual del paso tiene su origen en la reconstrucción llevada a cabo por el investigador y arquitecto Juan Agapito y Revilla en los años veinte del siglo pasado. Los antiguos pasos dejaron de montarse con todo el historiado en la segunda mitad del siglo XVIII, siendo recogidas todas las imágenes secundarias por la Academia de Bellas Artes de Valladolid con destino al recién creado Museo de Bellas Artes fundado en 1842. Aquí permanecieron descontextualizadas y sin memoria de su antigua pertenencia a uno u otro paso hasta que Agapito y Revilla afrontó este rompecabezas.

El paso actualmente se muestra del siguiente modo: en el centro se sitúa una imagen de Jesús Nazareno (que no es la original del paso). El Cirineo ayuda a Cristo a cargar la Cruz. A la derecha de Cristo, la Verónica, que le muestra la santa faz impresa en el paño, mientras que a su izquierda se sitúan dos sayones, uno que tira de la cuerda (oficialmente titulado en el inventario oficial del Museo como “Sayón de la cuerda”) mientras se sostiene los calzones y otro con una trompeta (en el inventario del Museo aparece como “Sayón de la trompeta”).

Ilustración 3. “Sayón de la soga”, hoy titulado en el inventario oficial “sayón de la cuerda”. Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main

Ilustración 4. Sayón denominado antiguamente como "Hombre armado", hoy titulado en el inventario oficial como "Sayón con trompeta". Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main

Sin embargo, como demostró Vasallo Toranzo[1], esta no es la disposición original de las figuras. Para entender la composición original y la evolución del mismo es necesario conocer la historia material de este paso a través de las principales fuentes documentales conservadas desde su construcción. Ceán Bermúdez llegó a consultar a principios del siglo XIX el contrato de hechura (hoy desaparecido) entre Gregorio Fernández y la Cofradía Penitencial de la Pasión. En él se especificaba la talla de cinco figuras: “Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas, Simón Cirineo ayudándole a llevarla, un sayón tirando de la soga, un hombre armado y la Verónica”. La composición que someramente se describe en el contrato se corresponde con la recreada en el anterior artículo (Ilustración 1).

Posteriores a esta fuente documental se conocen dos instrucciones de montaje del siglo XVII que proporcionan información de la disposición de las figuras sobre el tablero. La primera de las instrucciones, datada en torno a 1650, fue publicada por Agapito y Revilla en la segunda edición y corrección de su libro Las cofradías, las procesiones y los pasos de Semana Santa en Valladolid. Decía de este modo:

Paso de Jesús Nazareno

Primero Jesús Nazareno, tiene dos tornillos… Luego se le pone la Cruz tiene un tornillo que le pasa el hombro y en cada mano un tornillo… Luego se pone el Cirineo y se le mete el remate de la Cruz y el tornillo que le entra por delante y luego para asegurar la Cruz lleva otro tornillo que tiene una tuerca… Luego se pone el Sayón que va metiendo la lanza por el costado de Jesús y esta es de dos pedazos. Tiene dos tornillos y su espada que le asegura. Luego se pone el Sayón que va tirando del cordón de Jesús este es el que se van cayendo los calzones tiene dos tornillos y le asegura la espada. Luego se pone la Verónica tiene dos tornillos se pone a la derecha del Paso enfrente del Señor[2].

En las instrucciones de armar los pasos de 1661 se menciona al “soldado que lleva la lança que arrima en el costado de Cristo” y el “saión que lleva la soga y la corneta”[3]

Obsérvese que en la instrucción de 1650 el paso es descrito desde atrás hacia la parte delantera, girando las cuatro figuras en torno a la imagen central del Nazareno, situado en el centro del tablero. En la parte trasera se sitúa el Cirineo ayudando a cargar la cruz y al otro lado el hombre armado que se mencionaba en el contrato, al que como novedad se le coloca una lanza de dos piezas clavaba en el costado de Cristo. En la delantera la Verónica, a la derecha de Cristo, sale a su encuentro mostrándole el paño con la Santa Faz impresa. A la izquierda, el sayón de la cuerda se gira violentamente hacia Cristo.

La única novedad que aportan las instrucciones de 1661 es la corneta que porta el sayón de la soga.
El origen de estas modificaciones es debido al esplendor que a mediados del siglo XVII vivía la Cofradía de la Pasión, gracias a la cual fueron sustituidos algunos pasos por otros nuevos con las mismas escenas (“Paso nuevo del Azotamiento” y el “Paso nuevo de Nuestra Señora y San Juan”). Por tanto, las modificaciones realizadas en el Paso de Jesús Nazareno (la adición de una lanza de dos piezas clavada en el costado de Cristo y la corneta al sayón de la soga) responden a los deseos de los cofrades por actualizarlo añadiendo elementos efectistas que frecuentemente aparecen en las representaciones de Jesús Camino del Calvario. Vasallo Toranzo señala un probable origen de estos cambios en la divulgación de la composición de Cristo con la Cruz a cuestas de Rubens. No obstante, desde el siglo XV abundan las representaciones de Cristo Camino del Calvario rodeado de una turba de soldados, en donde sin lugar a dudas se inspiró Gregorio Fernández para componer el paso.

Es en la interpretación del sayón con soga y corneta donde radica el origen de la composición actual. Agapito y Revilla llegó a dudar si el sayón de la soga y trompeta era realmente uno o por el contrario eran dos sayones. Finalmente interpretó que entre 1650 y 1661 se había añadido un nuevo sayón que portaba una corneta: “¿serían dos las figuras? ¿uno tirando de la soga y otro con la corneta? Esto es lo más probable y por ello rectifico la composición[4]”. A resultas de lo cual la composición del paso se hizo bajo la premisa de la existencia de tres sayones y no dos como demuestran las principales fuentes. En la composición actual el “sayón de la cuerda” cumple su función original en el desarrollo de la escena. Sin embargo, el “sayón de la corneta” era el “hombre armado” que originalmente portaba una lanza o alabarda y que a mediados del siglo XVII se le colocó una lanza de dos piezas que se clavaba en el costado derecho del Nazareno. Su ubicación, actual, junto al sayón de la cuerda, rompe el principio de equilibrio con que Gregorio Fernández compuso todos sus pasos.

Otros pasos de similar temática, como los de Palencia y Salamanca, ayudan a entender la evolución histórica del paso vallisoletano. El “Paso del Camino del Calvario” también llamado “de la Verónica” de Palencia, propiedad de la Cofradía de Jesús Nazareno, consta de cinco figuras realizadas a finales del siglo XVII. La imagen del Nazareno fue encargada en 1694 a José de Rozas. El sayón de la cachiporra y la Verónica fueron tallados el mismo año por Antonio Vázquez. El Cirineo y el sayón de la Cuerda y la trompeta son del burgalés residente en Medina de Rioseco Bernando López de Frías, tallados dos años después que el resto[5]. Este paso no copia literalmente al de Valladolid, sin embargo, ayuda a despejar las dudas que suscitaron a Agapito y Revilla el sayón de la cuerda y la corneta. Ambas acciones son realizadas por el mismo personaje. El bizarro “hombre armado” que hería el costado de Cristo con una lanza se convierte en un violento sayón, de poca calidad, que golpea al Nazareno con una cachiporra. Si bien es cierto que el sayón de la cuerda y la trompeta guarda cierta relación con el vallisoletano, el de la cachiporra sólo podría emparentarse con el de Gregorio Fernández en el bigote.

Ilustración 5. José de Rozas, Antonio Vázquez y Bernardo López de Frías, Camino del Calvario o la Verónica (1692). Palencia. Fuente: http://www.nazarenospalencia.es/?page_id=64
Ilustración 6. Detalle Camino del Calvario Palencia. Fuente: http://www.papones.com/phpBB3/viewtopic.php?f=98&t=103

El “Paso de la Caída” de la Cofradía de la Vera Cruz de Salamanca, muestra el esquema del paso de Fernández siguiendo la descripción de las instrucciones de 1650. Este conjunto de autor anónimo, fue tallado en el siglo XVII. A pesar de las múltiples reformas realizadas a mediados del siglo XIX y la sustitución de todas las tallas (salvo la cara de la Verónica y el soldado romano) por el escultor Francisco González Macías en 1947, mantiene una disposición de figuras semejante al modelo vallisoletano. El sayón trasero, inspirado en el “hombre armado” intenta golpear con el regatón de la alabarda a Cristo caído en tierra. En la esquina opuesta el sayón de la soga se gira para contemplar la escena[6].

Ilustración 7. Paso de la Caída de la Vera Cruz de Salamanca portado a hombros sobre un tablero antes de la intervención de Francisco González Macías (1947). Fuente: http://www.wikiwand.com/es/Procesi%C3%B3n_del_Santo_Entierro_(Salamanca)
Ilustración 8. Paso de la Caída de la Vera Cruz de Salamanca actualmente. Fuente: http://www.lagacetadesalamanca.es/semana-santa/2016/03/25/viernes-santo-directo/170404.html
El paso de la “calle de la Amargura”, popularmente conocido como “Nazareno de San Julián” de la Congregación de Jesús Nazareno y Santo Entierro consta de cinco figuras: Jesús Nazareno, el Cirineo, dos sayones y la Virgen María. La imagen del Nazareno es de José de Larra Domínguez, tallado en 1716. Los sayones y el Cirineo se atribuyen a su taller, mientras que la Virgen es del salmantino Antonio Hernández, tallada en 1798 en sustitución de una anterior de escaso mérito artístico.

Ilustración 9. Nazareno de San Julián de la Congregación de Jesús Nazareno de Salamanca. Fuente: http://www.lagacetadesalamanca.es/multimedia/fotos/semanasanta/2016-03-26-55921-nazareno-calle.html#5
A pesar de la variación iconográfica (encuentro Virgen María en la calle de la Amargura) y la relación especular respecto al modelo de Valladolid (Cristo carga la cruz con el hombro derecho y no con el izquierdo) tanto la composición como los ademanes siguen fielmente el modelo original de Gregorio Fernández antes de las modificaciones de mediados del XVII[7].

La imagen del Nazareno representado en la recreación se corresponde con el que actualmente está en posesión de la Cofradía de la Pasión (Ilustración 10). En 1926 la Iglesia Penitencial de la Pasión fue clausurada, las imágenes titulares de la Penitencial fueron repartidas por diferentes iglesias de Valladolid, siendo felizmente localizado e identificado el Nazareno por Luis Luna Moreno en el Santuario del Carmen Extramuros. En 2013 la imagen fue trasladada a la iglesia del Convento de San Quirce y Santa Julita, sede actual de la Cofradía. Esta imagen, bajo la advocación actual de Nuestro Padre Jesús con la Cruz a cuestas, participa desde 2014 en la procesión de Oración y Sacrificio de la Cofradía de la Pasión. Es una imagen de vestir fechada a finales del siglo XVII que sustituye a la imagen original de Fernández.

Ilustración 10. Nuestro Padre Jesús con la Cruz a cuestas, finales del siglo XVII. Fuente: http://www.sagradapasion.com
En la recreación se ha vestido siguiendo la forma tradicional de los nazarenos castellanos, túnica hasta el suelo sin ceñir a la cintura, con un cordón al cuello rematado en sendas borlas que llegan al suelo. Esta era la forma de representar la imagen de Jesús Nazareno portando la cruz en los pasos castellanos del siglo XVII. Con túnica larga y sin ceñir fue tallado el Nazareno de la Cofradía homónima de Valladolid (hasta los años veinte del siglo pasado la imagen era vestida), así como su antigua imagen titular, hoy presidiendo el paso Camino del Calvario. Fuera de Valladolid se conservan imágenes de nazarenos, de talla o de vestir con similar atavío. El Nazareno del Paso del Camino del Calvario de Palencia sigue fielmente la forma y el estilo de los vallisoletanos, así como el Nazareno de Villalpando (Zamora), ataviado con túnica de tela sobre la de talla. A pesar de los cambios estéticos a los que están sujetas las imágenes de vestir, todavía existen imágenes de Nazarenos vestideros que conservan la forma antigua de los nazarenos castellanos, como el “Nazareno Chico” de la Vera Cruz de Salamanca, el Nazareno de la Congregación de Jesús Nazareno de la misma ciudad, el de Benavente (Zamora), el de Cuéllar (Segovia) e incluso en tierras más al sur en Balconete (Guadalajara). El titular del Dulce Nombre de Jesús Nazareno de León aparece también de esta forma en las fotografías antiguas, actualmente la imagen es vestida con un cíngulo a la cintura, pero conserva la soga con dos borlas atada al cuello.  

Ilustración 11. Imagen de Jesús Nazareno de la Cofradía homónima de Valladolid. Imagen atribuida a Juan Antonio de la Peña, en el último tercio del siglo XVII. Fuente: http://www.todocoleccion.net

Ilustración 12. Imagen central del actual "Paso del Camino del Calvario", antiguo titular de la Hermandad de Jesús Nazareno de Valladolid. Cabeza y manos atribuidos a Pedro de la Cuadra, 1600 ca. Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main

Ilustración 13. Nazareno de Villalpando (Zamora). Fuente: http://www.verpueblos.com/castilla+y+leon/zamora/villalpando/foto/857165/

Ilustración 14. Nazareno "Chico" de la Vera Cruz de Salamanca. Anónimo s. XVIII. Fuente: http://samegram.com/tag/soytontodecapirote

Ilustración 15. Nazareno de la Congregación de Jesús Nazareno y Santo Entierro de Salamanca. Fuente: http://pasos-palios.blogspot.com.es/2013/05/congregacion-de-jesus-nazareno-de.html

Ilustración 16. Nazareno de Benavente (Zamora). Fuente: http://joyasdecastillayleon.elnortedecastilla.es/2010/semana-santa/jesus-nazareno-de-benavente.html

Ilustración 17. Nazareno de Cuéllar (Segovia). Fuente: http://cuellar7.com/pasion-por-el-nazareno/12239/

Ilustración 18. Nazareno de Balconete (Guadalajara).

Ilustración 19. Nazareno de León. Fuente: http://jhsleon.com/nuestro-padre-jesus-nazareno

El marco arquitectónico que centra la escena está inspirado en la fachada barroca de la antigua Iglesia Penitencial de la Pasión de Valladolid, levantada por Felipe Berrojo en 1666[8]. Flanquean la escena dos figuras, San Juan Bautista, patrono de la Penitencial por la asociación con la romana Arciconfraternitá de San Giovanni Decollato della Misericordia[9]. Al otro lado el profeta Isaías, el profeta de la Pasión. En sendas cartelas de la base aparece una cita suya Sicut ovis ad occisionem ducetur (Como oveja conducida al matadero).
 
Ilustración 20. Fachada de la Antigua Iglesia Penitencial de la Pasión, donde radicó la Cofradía de la Pasión desde el último tercio del siglo XVI hasta 1926. Fuente: wikipedia.org
BIBLIOGRAFÍA

AGAPITO Y REVILLA, Juan: “Las cofradías, las procesiones y los pasos de Semana Santa en Valladolid. 2ª edición y corrección”, Boletín del Museo Provincial de Bellas Artes de Valladolid, 15, 1929 (Edición facsímil Valladolid, 2007).

BURRIEZA SÁNCHEZ, Javier: Cinco siglos de Cofradías y Procesiones. Historia de la Semana Santa de Valladolid. Valladolid, 2004.

MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José: Escultura Barroca en España 1600-1770. Madrid, 1998 (3ª edición).

REBOLLO MATÍAS, A.: “La Iglesia de la Pasión y su Patrimonio (1ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 6 (2010), pp. 22-32. Consultado en la página web de la Cofradía de la Sagrada Pasión Cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo de Valladolid:  http://www.sagradapasion.com/Multimedia/Revistas/Revista%202010.html (última consulta 20/09/2016).

URREA, Jesús: “Paso del Camino del Calvario”, Pasos restaurados. Valladolid, 2000, pp. 53-63.

VASALLO TORANZO, Luis: “Nuestra Historia. Sobre el montaje del paso Camino del Calvario de Gregorio Fernández”, Pasión Cofrade (2º época), 6 (2010), pp. 33-36. Consultado en la página web de la Cofradía de la Sagrada Pasión Cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo de Valladolid:  http://www.sagradapasion.com/Multimedia/Revistas/Revista%202010.html (última consulta 20/09/2016).

VASALLO TORANZO, Luis: “El paso Camino del Calvario de Gregorio Fernández” en Boletín del Museo Nacional de Escultura, 11( 2007), pp. 16-21. Consultado en https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2689658 (última consulta 20/09/2016).

PÁGINAS WEB

http://www.jesusnazarenoysantoentierro.es (última consulta 20/09/2016).

http://www.veracruzsalamanca.es (última visita 20/09/2016).







[1] VASALLO TORANZO, Luis: “El paso Camino del Calvario de Gregorio Fernández” en Boletín del Museo Nacional de Escultura. Nº 11, 2007, pp. 16-21. IDEM: “Nuestra Historia. Sobre el montaje del paso Camino del Calvario de Gregorio Fernández” Pasión Cofrade (2º época), 6 (2010), pp. 33-36.
[2] AGAPITO Y REVILLA, Juan: “Las cofradías, las procesiones y los pasos de Semana Santa en Valladolid. 2ª edición y corrección”, Boletín del Museo Provincial de Bellas Artes de Valladolid, 15, 1929. p. 13 (Edición facsímil Valladolid, 2007).
[3] AGAPITO Y REVILLA, Juan: Las cofradías, las procesiones y los pasos de la Semana Santa en Valladolid, Valladolid, 1925, p. 44 (Edición facsímil Valladolid, 2007).
[4] Ibídem. p. 46.
[5] URREA, Jesús: “Paso del Camino del Calvario”, Pasos restaurados. Valladolid, 2000. p. 60
[8] REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La Iglesia de la Pasión y su Patrimonio (1ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 6 (2010), pp. 22-32.
[9] Ídem.