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9/22/16

Sobre la composición del “paso” del Camino del Calvario de Valladolid

En la anterior entrada publicamos la recreación del “paso de Jesús Nazareno”, hoy conocido como Camino del Calvario, encargado por la Cofradía de la Pasión de Valladolid en 1614 a Gregorio Fernández.

Ilustración 1. Composición del "Paso del Nazareno" como lo concibió Gregorio Fernández.
Ilustración 2. Gregorio Fernández, Camino del Calvario (1614-15). Composición actual del paso. Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main

La composición actual del paso tiene su origen en la reconstrucción llevada a cabo por el investigador y arquitecto Juan Agapito y Revilla en los años veinte del siglo pasado. Los antiguos pasos dejaron de montarse con todo el historiado en la segunda mitad del siglo XVIII, siendo recogidas todas las imágenes secundarias por la Academia de Bellas Artes de Valladolid con destino al recién creado Museo de Bellas Artes fundado en 1842. Aquí permanecieron descontextualizadas y sin memoria de su antigua pertenencia a uno u otro paso hasta que Agapito y Revilla afrontó este rompecabezas.

El paso actualmente se muestra del siguiente modo: en el centro se sitúa una imagen de Jesús Nazareno (que no es la original del paso). El Cirineo ayuda a Cristo a cargar la Cruz. A la derecha de Cristo, la Verónica, que le muestra la santa faz impresa en el paño, mientras que a su izquierda se sitúan dos sayones, uno que tira de la cuerda (oficialmente titulado en el inventario oficial del Museo como “Sayón de la cuerda”) mientras se sostiene los calzones y otro con una trompeta (en el inventario del Museo aparece como “Sayón de la trompeta”).

Ilustración 3. “Sayón de la soga”, hoy titulado en el inventario oficial “sayón de la cuerda”. Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main

Ilustración 4. Sayón denominado antiguamente como "Hombre armado", hoy titulado en el inventario oficial como "Sayón con trompeta". Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main

Sin embargo, como demostró Vasallo Toranzo[1], esta no es la disposición original de las figuras. Para entender la composición original y la evolución del mismo es necesario conocer la historia material de este paso a través de las principales fuentes documentales conservadas desde su construcción. Ceán Bermúdez llegó a consultar a principios del siglo XIX el contrato de hechura (hoy desaparecido) entre Gregorio Fernández y la Cofradía Penitencial de la Pasión. En él se especificaba la talla de cinco figuras: “Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas, Simón Cirineo ayudándole a llevarla, un sayón tirando de la soga, un hombre armado y la Verónica”. La composición que someramente se describe en el contrato se corresponde con la recreada en el anterior artículo (Ilustración 1).

Posteriores a esta fuente documental se conocen dos instrucciones de montaje del siglo XVII que proporcionan información de la disposición de las figuras sobre el tablero. La primera de las instrucciones, datada en torno a 1650, fue publicada por Agapito y Revilla en la segunda edición y corrección de su libro Las cofradías, las procesiones y los pasos de Semana Santa en Valladolid. Decía de este modo:

Paso de Jesús Nazareno

Primero Jesús Nazareno, tiene dos tornillos… Luego se le pone la Cruz tiene un tornillo que le pasa el hombro y en cada mano un tornillo… Luego se pone el Cirineo y se le mete el remate de la Cruz y el tornillo que le entra por delante y luego para asegurar la Cruz lleva otro tornillo que tiene una tuerca… Luego se pone el Sayón que va metiendo la lanza por el costado de Jesús y esta es de dos pedazos. Tiene dos tornillos y su espada que le asegura. Luego se pone el Sayón que va tirando del cordón de Jesús este es el que se van cayendo los calzones tiene dos tornillos y le asegura la espada. Luego se pone la Verónica tiene dos tornillos se pone a la derecha del Paso enfrente del Señor[2].

En las instrucciones de armar los pasos de 1661 se menciona al “soldado que lleva la lança que arrima en el costado de Cristo” y el “saión que lleva la soga y la corneta”[3]

Obsérvese que en la instrucción de 1650 el paso es descrito desde atrás hacia la parte delantera, girando las cuatro figuras en torno a la imagen central del Nazareno, situado en el centro del tablero. En la parte trasera se sitúa el Cirineo ayudando a cargar la cruz y al otro lado el hombre armado que se mencionaba en el contrato, al que como novedad se le coloca una lanza de dos piezas clavaba en el costado de Cristo. En la delantera la Verónica, a la derecha de Cristo, sale a su encuentro mostrándole el paño con la Santa Faz impresa. A la izquierda, el sayón de la cuerda se gira violentamente hacia Cristo.

La única novedad que aportan las instrucciones de 1661 es la corneta que porta el sayón de la soga.
El origen de estas modificaciones es debido al esplendor que a mediados del siglo XVII vivía la Cofradía de la Pasión, gracias a la cual fueron sustituidos algunos pasos por otros nuevos con las mismas escenas (“Paso nuevo del Azotamiento” y el “Paso nuevo de Nuestra Señora y San Juan”). Por tanto, las modificaciones realizadas en el Paso de Jesús Nazareno (la adición de una lanza de dos piezas clavada en el costado de Cristo y la corneta al sayón de la soga) responden a los deseos de los cofrades por actualizarlo añadiendo elementos efectistas que frecuentemente aparecen en las representaciones de Jesús Camino del Calvario. Vasallo Toranzo señala un probable origen de estos cambios en la divulgación de la composición de Cristo con la Cruz a cuestas de Rubens. No obstante, desde el siglo XV abundan las representaciones de Cristo Camino del Calvario rodeado de una turba de soldados, en donde sin lugar a dudas se inspiró Gregorio Fernández para componer el paso.

Es en la interpretación del sayón con soga y corneta donde radica el origen de la composición actual. Agapito y Revilla llegó a dudar si el sayón de la soga y trompeta era realmente uno o por el contrario eran dos sayones. Finalmente interpretó que entre 1650 y 1661 se había añadido un nuevo sayón que portaba una corneta: “¿serían dos las figuras? ¿uno tirando de la soga y otro con la corneta? Esto es lo más probable y por ello rectifico la composición[4]”. A resultas de lo cual la composición del paso se hizo bajo la premisa de la existencia de tres sayones y no dos como demuestran las principales fuentes. En la composición actual el “sayón de la cuerda” cumple su función original en el desarrollo de la escena. Sin embargo, el “sayón de la corneta” era el “hombre armado” que originalmente portaba una lanza o alabarda y que a mediados del siglo XVII se le colocó una lanza de dos piezas que se clavaba en el costado derecho del Nazareno. Su ubicación, actual, junto al sayón de la cuerda, rompe el principio de equilibrio con que Gregorio Fernández compuso todos sus pasos.

Otros pasos de similar temática, como los de Palencia y Salamanca, ayudan a entender la evolución histórica del paso vallisoletano. El “Paso del Camino del Calvario” también llamado “de la Verónica” de Palencia, propiedad de la Cofradía de Jesús Nazareno, consta de cinco figuras realizadas a finales del siglo XVII. La imagen del Nazareno fue encargada en 1694 a José de Rozas. El sayón de la cachiporra y la Verónica fueron tallados el mismo año por Antonio Vázquez. El Cirineo y el sayón de la Cuerda y la trompeta son del burgalés residente en Medina de Rioseco Bernando López de Frías, tallados dos años después que el resto[5]. Este paso no copia literalmente al de Valladolid, sin embargo, ayuda a despejar las dudas que suscitaron a Agapito y Revilla el sayón de la cuerda y la corneta. Ambas acciones son realizadas por el mismo personaje. El bizarro “hombre armado” que hería el costado de Cristo con una lanza se convierte en un violento sayón, de poca calidad, que golpea al Nazareno con una cachiporra. Si bien es cierto que el sayón de la cuerda y la trompeta guarda cierta relación con el vallisoletano, el de la cachiporra sólo podría emparentarse con el de Gregorio Fernández en el bigote.

Ilustración 5. José de Rozas, Antonio Vázquez y Bernardo López de Frías, Camino del Calvario o la Verónica (1692). Palencia. Fuente: http://www.nazarenospalencia.es/?page_id=64
Ilustración 6. Detalle Camino del Calvario Palencia. Fuente: http://www.papones.com/phpBB3/viewtopic.php?f=98&t=103

El “Paso de la Caída” de la Cofradía de la Vera Cruz de Salamanca, muestra el esquema del paso de Fernández siguiendo la descripción de las instrucciones de 1650. Este conjunto de autor anónimo, fue tallado en el siglo XVII. A pesar de las múltiples reformas realizadas a mediados del siglo XIX y la sustitución de todas las tallas (salvo la cara de la Verónica y el soldado romano) por el escultor Francisco González Macías en 1947, mantiene una disposición de figuras semejante al modelo vallisoletano. El sayón trasero, inspirado en el “hombre armado” intenta golpear con el regatón de la alabarda a Cristo caído en tierra. En la esquina opuesta el sayón de la soga se gira para contemplar la escena[6].

Ilustración 7. Paso de la Caída de la Vera Cruz de Salamanca portado a hombros sobre un tablero antes de la intervención de Francisco González Macías (1947). Fuente: http://www.wikiwand.com/es/Procesi%C3%B3n_del_Santo_Entierro_(Salamanca)
Ilustración 8. Paso de la Caída de la Vera Cruz de Salamanca actualmente. Fuente: http://www.lagacetadesalamanca.es/semana-santa/2016/03/25/viernes-santo-directo/170404.html
El paso de la “calle de la Amargura”, popularmente conocido como “Nazareno de San Julián” de la Congregación de Jesús Nazareno y Santo Entierro consta de cinco figuras: Jesús Nazareno, el Cirineo, dos sayones y la Virgen María. La imagen del Nazareno es de José de Larra Domínguez, tallado en 1716. Los sayones y el Cirineo se atribuyen a su taller, mientras que la Virgen es del salmantino Antonio Hernández, tallada en 1798 en sustitución de una anterior de escaso mérito artístico.

Ilustración 9. Nazareno de San Julián de la Congregación de Jesús Nazareno de Salamanca. Fuente: http://www.lagacetadesalamanca.es/multimedia/fotos/semanasanta/2016-03-26-55921-nazareno-calle.html#5
A pesar de la variación iconográfica (encuentro Virgen María en la calle de la Amargura) y la relación especular respecto al modelo de Valladolid (Cristo carga la cruz con el hombro derecho y no con el izquierdo) tanto la composición como los ademanes siguen fielmente el modelo original de Gregorio Fernández antes de las modificaciones de mediados del XVII[7].

La imagen del Nazareno representado en la recreación se corresponde con el que actualmente está en posesión de la Cofradía de la Pasión (Ilustración 10). En 1926 la Iglesia Penitencial de la Pasión fue clausurada, las imágenes titulares de la Penitencial fueron repartidas por diferentes iglesias de Valladolid, siendo felizmente localizado e identificado el Nazareno por Luis Luna Moreno en el Santuario del Carmen Extramuros. En 2013 la imagen fue trasladada a la iglesia del Convento de San Quirce y Santa Julita, sede actual de la Cofradía. Esta imagen, bajo la advocación actual de Nuestro Padre Jesús con la Cruz a cuestas, participa desde 2014 en la procesión de Oración y Sacrificio de la Cofradía de la Pasión. Es una imagen de vestir fechada a finales del siglo XVII que sustituye a la imagen original de Fernández.

Ilustración 10. Nuestro Padre Jesús con la Cruz a cuestas, finales del siglo XVII. Fuente: http://www.sagradapasion.com
En la recreación se ha vestido siguiendo la forma tradicional de los nazarenos castellanos, túnica hasta el suelo sin ceñir a la cintura, con un cordón al cuello rematado en sendas borlas que llegan al suelo. Esta era la forma de representar la imagen de Jesús Nazareno portando la cruz en los pasos castellanos del siglo XVII. Con túnica larga y sin ceñir fue tallado el Nazareno de la Cofradía homónima de Valladolid (hasta los años veinte del siglo pasado la imagen era vestida), así como su antigua imagen titular, hoy presidiendo el paso Camino del Calvario. Fuera de Valladolid se conservan imágenes de nazarenos, de talla o de vestir con similar atavío. El Nazareno del Paso del Camino del Calvario de Palencia sigue fielmente la forma y el estilo de los vallisoletanos, así como el Nazareno de Villalpando (Zamora), ataviado con túnica de tela sobre la de talla. A pesar de los cambios estéticos a los que están sujetas las imágenes de vestir, todavía existen imágenes de Nazarenos vestideros que conservan la forma antigua de los nazarenos castellanos, como el “Nazareno Chico” de la Vera Cruz de Salamanca, el Nazareno de la Congregación de Jesús Nazareno de la misma ciudad, el de Benavente (Zamora), el de Cuéllar (Segovia) e incluso en tierras más al sur en Balconete (Guadalajara). El titular del Dulce Nombre de Jesús Nazareno de León aparece también de esta forma en las fotografías antiguas, actualmente la imagen es vestida con un cíngulo a la cintura, pero conserva la soga con dos borlas atada al cuello.  

Ilustración 11. Imagen de Jesús Nazareno de la Cofradía homónima de Valladolid. Imagen atribuida a Juan Antonio de la Peña, en el último tercio del siglo XVII. Fuente: http://www.todocoleccion.net

Ilustración 12. Imagen central del actual "Paso del Camino del Calvario", antiguo titular de la Hermandad de Jesús Nazareno de Valladolid. Cabeza y manos atribuidos a Pedro de la Cuadra, 1600 ca. Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main

Ilustración 13. Nazareno de Villalpando (Zamora). Fuente: http://www.verpueblos.com/castilla+y+leon/zamora/villalpando/foto/857165/

Ilustración 14. Nazareno "Chico" de la Vera Cruz de Salamanca. Anónimo s. XVIII. Fuente: http://samegram.com/tag/soytontodecapirote

Ilustración 15. Nazareno de la Congregación de Jesús Nazareno y Santo Entierro de Salamanca. Fuente: http://pasos-palios.blogspot.com.es/2013/05/congregacion-de-jesus-nazareno-de.html

Ilustración 16. Nazareno de Benavente (Zamora). Fuente: http://joyasdecastillayleon.elnortedecastilla.es/2010/semana-santa/jesus-nazareno-de-benavente.html

Ilustración 17. Nazareno de Cuéllar (Segovia). Fuente: http://cuellar7.com/pasion-por-el-nazareno/12239/

Ilustración 18. Nazareno de Balconete (Guadalajara).

Ilustración 19. Nazareno de León. Fuente: http://jhsleon.com/nuestro-padre-jesus-nazareno

El marco arquitectónico que centra la escena está inspirado en la fachada barroca de la antigua Iglesia Penitencial de la Pasión de Valladolid, levantada por Felipe Berrojo en 1666[8]. Flanquean la escena dos figuras, San Juan Bautista, patrono de la Penitencial por la asociación con la romana Arciconfraternitá de San Giovanni Decollato della Misericordia[9]. Al otro lado el profeta Isaías, el profeta de la Pasión. En sendas cartelas de la base aparece una cita suya Sicut ovis ad occisionem ducetur (Como oveja conducida al matadero).
 
Ilustración 20. Fachada de la Antigua Iglesia Penitencial de la Pasión, donde radicó la Cofradía de la Pasión desde el último tercio del siglo XVI hasta 1926. Fuente: wikipedia.org
BIBLIOGRAFÍA

AGAPITO Y REVILLA, Juan: “Las cofradías, las procesiones y los pasos de Semana Santa en Valladolid. 2ª edición y corrección”, Boletín del Museo Provincial de Bellas Artes de Valladolid, 15, 1929 (Edición facsímil Valladolid, 2007).

BURRIEZA SÁNCHEZ, Javier: Cinco siglos de Cofradías y Procesiones. Historia de la Semana Santa de Valladolid. Valladolid, 2004.

MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José: Escultura Barroca en España 1600-1770. Madrid, 1998 (3ª edición).

REBOLLO MATÍAS, A.: “La Iglesia de la Pasión y su Patrimonio (1ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 6 (2010), pp. 22-32. Consultado en la página web de la Cofradía de la Sagrada Pasión Cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo de Valladolid:  http://www.sagradapasion.com/Multimedia/Revistas/Revista%202010.html (última consulta 20/09/2016).

URREA, Jesús: “Paso del Camino del Calvario”, Pasos restaurados. Valladolid, 2000, pp. 53-63.

VASALLO TORANZO, Luis: “Nuestra Historia. Sobre el montaje del paso Camino del Calvario de Gregorio Fernández”, Pasión Cofrade (2º época), 6 (2010), pp. 33-36. Consultado en la página web de la Cofradía de la Sagrada Pasión Cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo de Valladolid:  http://www.sagradapasion.com/Multimedia/Revistas/Revista%202010.html (última consulta 20/09/2016).

VASALLO TORANZO, Luis: “El paso Camino del Calvario de Gregorio Fernández” en Boletín del Museo Nacional de Escultura, 11( 2007), pp. 16-21. Consultado en https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2689658 (última consulta 20/09/2016).

PÁGINAS WEB

http://www.jesusnazarenoysantoentierro.es (última consulta 20/09/2016).

http://www.veracruzsalamanca.es (última visita 20/09/2016).







[1] VASALLO TORANZO, Luis: “El paso Camino del Calvario de Gregorio Fernández” en Boletín del Museo Nacional de Escultura. Nº 11, 2007, pp. 16-21. IDEM: “Nuestra Historia. Sobre el montaje del paso Camino del Calvario de Gregorio Fernández” Pasión Cofrade (2º época), 6 (2010), pp. 33-36.
[2] AGAPITO Y REVILLA, Juan: “Las cofradías, las procesiones y los pasos de Semana Santa en Valladolid. 2ª edición y corrección”, Boletín del Museo Provincial de Bellas Artes de Valladolid, 15, 1929. p. 13 (Edición facsímil Valladolid, 2007).
[3] AGAPITO Y REVILLA, Juan: Las cofradías, las procesiones y los pasos de la Semana Santa en Valladolid, Valladolid, 1925, p. 44 (Edición facsímil Valladolid, 2007).
[4] Ibídem. p. 46.
[5] URREA, Jesús: “Paso del Camino del Calvario”, Pasos restaurados. Valladolid, 2000. p. 60
[8] REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La Iglesia de la Pasión y su Patrimonio (1ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 6 (2010), pp. 22-32.
[9] Ídem.

8/11/16

Las andas

En el último artículo publicado hablábamos sobre la reconstrucción del paso de la Oración en el Huerto de la Vera Cruz de Valladolid, recreando un tablero cuya dimensión fuera acorde con el tamaño de las diferentes figuras y la anchura de la puerta de la Penitencial.

Este tema da pie a tratar la pervivencia de estas sencillas andas sobre las que se transportan los “pasos” de Semana Santa. Entendemos por andas la definición dada por la Real Academia de la Lengua: Tablero que, sostenido por dos varas paralelas y horizontales, sirve para conducir efigies. Esta acepción recoge la definición de andas en su estructura más esencial. Con la aparición de los grandes “pasos” de Semana Santa compuestos por grupos escultóricos, las andas se convirtieron en grandes tableros a modo de escenario (reciben el nombre específico de tableros en Valladolid o tarimas en Murcia).

Ilustración 1. Andas almacenadas en la Iglesia Parroquial de Larraga (Navarra). http://www.navarchivo.com/index.php/es/localidades/olite/larraga?page=gallery&subdir=/02%20Iglesia/07%20Otras%20dependencias

Se tiene alguna información de las andas desde finales del XVI. La documentación evidencia la simplicidad de estos artefactos que por lo general se pintaban de negro, color acorde con las celebraciones pasionistas. Sirva de ejemplo el contrato fechado en 1577 entre el pintor establecido en Guadalajara Diego López de la Parra y la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Yunquera (Guadalajara) en que se concierta la realización de los “pasos” de Cristo atado a la columna y un Cristo con la cruz a cuestas acompañado de Simón de Cirene y sus respectivas andas “de negro y a contento de los señores mayordomos”[1]. Esta simplicidad es común en toda España. En 1633 la Hermandad y Esclavitud del Santo Cristo de la Santísima Trinidad de Málaga concierta con José Micael la hechura del Cristo, San Juan y las andas “dadas de negro con sus horquillas y tornillos”[2].

Ilustración 2. Balconete (Guadalajara). Procesión de traslado del Domingo de Ramos, 2010.

Algunas imágenes titulares de especial significación podían ser portadas en andas de mayor adorno, incluso doradas. Son también una excepción los Sepulcros de los Cristos Yacentes; sus connotaciones eucarísticas admitían elementos propios del culto sacramental.

Ilustración 3. Sahagún (León) Urna con Cristo Yacente s. XVIII. http://www.joseluisluna.com/index.php?option=com_content&view=article&id=534&catid=28
Esta tipología de andas y tableros austeros, funcionales y con escasa decoración, se mantuvo en el tiempo por lo general en la mitad norte de España. En el sur, sin embargo, se produjo una evolución. Las imágenes empezaron a cubrirse con palios y asumir cierto tipo de manifestaciones propias de celebraciones gloriosas, poco acordes con el rigor y la contracción espiritual de la Semana Santa, motivadas por el deseo de emulación y esplendor. En las primeras décadas del siglo XVII esta circunstancia fue criticada por el Abad Alonso Sánchez Gordillo “porque aunque es así que aquella estación que Cristo Nuestro Señor hizo con la cruz fue el carro en que triunfó del demonio, no es ésta la fiesta ni el misterio glorioso que se representa allí”[3]. Desde las primeras décadas del siglo XVII se aprecia un creciente protagonismo de ensambladores, arquitectos y doradores en la realización de pasos. Este hecho llevó a la configuración a mediados del siglo XVII del paso de Cristo con canastilla ricamente tallada, policromada y dorada. Las antiguas andas son sustituidas por un nuevo modelo, el paso barroco, que, a modo de retablo andante, presenta las imágenes de Cristo, con o sin historiado, de un modo mucho más exuberante y retórico. Al igual que los retablos, las canastillas son el soporte material de un discurso iconográfico que complementa la escena del “paso”. La obra paradigmática de este periodo es la canastilla del Gran Poder, tallada en 1686 por Antonio Ruiz Gijón. Evolución similar tuvieron los pasos de la Virgen, con la adición del palio, peana, faroles, candelería y otros elementos. Tampoco hay que olvidar otros modelos de “pasos” de vírgenes dolorosas de otras zonas de Andalucía, como Écija y Antequera, cuya iconografía pasional se solapa con la devoción a la Inmaculada Concepción de la Virgen. La inclusión de altas peanas doradas, ráfagas de plata, medias lunas de plata o palios son la materialización del texto apocalíptico que inspiró la iconografía inmaculista.

Esta evolución formal de las andas en grandes andas talladas se generaliza en España desde el siglo XIX.  En Murcia las antiguas andas y tarimas son sustituidas por tronos, y en Zamora los antiguos tableros por las mesas inspiradas en los pasos sevillanos a finales del siglo XIX. En la década de los veinte del siglo pasado el trono malagueño adquiere el volumen y los elementos definitorios. Esta fase de enriquecimiento y sofisticación de tronos y andas continua a día de hoy.

Ilustración 4. Medina de Rioseco. "Paso de la Escalera". Foto: Carlos González Ximénez. http://carlosgonzalezximenez.blogspot.com.es/2012/04/hermandad-de-la-escalera-semana-santa.html

Las formas actuales de cargar poco tienen que ver con la forma primitiva. Para empezar los cargadores eran hombre pagados, cargadores del puerto o labradores, con buena condición física. En algunos casos eran los propios hermanos integrados en un colectivo propio diferente al de hermanos de sangre y de luz los que realizaban esta labor[4]. Los cargadores en ocasiones eran pocos en relación al peso y volumen de los “pasos”, lo cual les permitía trabajar con mayor comodidad en maniobras complicadas. Al carecer de patas las andas, estas eran posadas sobre horquillas. Suponemos que para no cansarse en demasía eran cargados en pequeños tramos a una velocidad más bien ligera con posos breve y continuados. Especial esmero requerían las entradas y salidas de los templos. Es conocida la existencia de ruedas bajo algunos grandes pasos que salvaban la angostura de la puerta sin recurrir a complejas maniobras. De esta forma primaria nacen todas las variantes locales de carga.

Ilustración 5. Medina de Rioseco. Salida del "paso de Longinos". Foto: Eduardo Margareto. http://www.hermandaddelaescalera.org/php/?p=1575
Vista la evolución formal de las andas y la forma de carga, analizamos ahora qué pervivencias quedan a día de hoy en ciudades donde se celebran con especial acento las procesiones de Semana Santa.

Medina de Rioseco es una de las pocas poblaciones que conservan la esencia de la antigua Semana Santa castellana urbana, de raigambre barroca, con pinceladas decimonónicas pero fiel al espíritu original. Los diferentes grupos escultóricos de pasión desfilan sobre tableros destacando por su volumen los dos “pasos grandes”, el “Longinos” (que muestra la lanzada de Cristo) y la “Escalera” (el Descendimiento). Son sencillas obras de carpintería compuestas por un bastidor de madera con pequeños banzos que sobresalen en la delantera y en la trasera lo justo para que un cargador meta el hombro y pueda poner la horquilla. Los tableros pequeños tienen tres pares de banzos, mientras que en los grandes se incluyen dos más, cinco en total. Un elemento peculiar son las argollas de los costados, a las que se agarra cada cargador al portar el tablero. En los posos sirve como asidero para equilibrar el tablero mientras reposa sobre las horquillas. En algunos pasos de figura única puede haber un pequeño suplemento que realce la figura. Los tableros admiten algunos elementos decorativos, como pequeños elementos tallados e incluso calados que ocupan un papel secundario y no distraen excesivamente de la contemplación de las imágenes.

Ilustración 6. Medina de Rioseco. "Paso del Longinios" en el corro de Santa María, recién salido de la Capilla de los "Pasos Grandes". Foto: Eduardo Margareto. http://www.hermandaddelaescalera.org/php/?p=1575

Otra peculiaridad de Medina de Rioseco es que conserva la forma antigua de cargar, con pocos cargadores en relación al volumen y peso de los pasos, por contraposición con la tendencia imperante en el resto de España de alargar los banzos para dar cabida a un mayor número de cargadores. Éstos reciben una denominación según su posición: en el palo central se sitúa el “cadena”; el situado en la delantera se encarga de dirigir el paso. En los extremos delanteros y traseros cargan los “palotes”. En los pasos grandes de cinco banzos los cargadores situados entre los “palotes” y el “cadena” reciben el nombre de “encerrados”. Solo los “palotes” y los cargadores de los costados portan horquillas para reposar el tablero en los “posos”. Los cargadores se distribuyen según su altura. Los palotes, cadenas y encerrados son los más altos, mientras que el resto cuadra el tallaje con unos tacos de madera supletorios, quedando el más bajo de todos en el eje del costado.

En Sahagún la Cofradía de Jesús Nazareno todavía conserva tableros similares a los de Medina para portar sus grandes pasos, copia de los modelos valllisoletanos. En Zamora los tableros también fueron empleados por las Hermandades penitenciales históricas (Vera Cruz, Congregación, Santo Entierro y Angustias) para portar sus pasos antes de la implantación a finales del siglo XIX de las mesas cargadas desde el interior a dos hombros.

Ilustración 7. "Paso" del Descendimiento de Sahagún. http://eldesahagun.blogspot.com.es/?view=classic
Existen numerosas fotografías de añejas procesiones de Salamanca, Toro y Tordesillas donde pueden verse los “pasos” llevados sobre tableros. En esta última contaban además con una barandilla perimetral, un elemento que antaño era frecuente en las andas procesionales de los siglos XVII y XVIII y que todavía se conserva en muchas andas de pequeñas iglesias rurales.

Ilustración 8. Salamanca, la Caída en el año 1921. Autor: Venancio Gombau  http://www.salamancacofrade.com/a/FotosAntiguas/Hermandades/00-VeraCruz.html

Ilustración 9. "Paso" del "Redopelo" de Toro. www.fotos.miarroba.es

Ilustración 10. "Paso" de los Azotes de Tordesillas llevado a hombros sobre un tablero. http://www.semanasantatordesillas.es/

En la ciudad de Murcia los “tronos” son llevados por estantes vestidos con la tradicional túnica de nazareno con enaguas almidonadas y medias de repizco. Se entiende también por estante a la horquilla enteramente de madera que lleva el portador que sostiene el trono en las paradas.

Los tronos murcianos son una evolución de las antiguas tarimas, peanas compuestas por un sencillo friso jaspeado que con la inserción de unos listones de madera por unos agujeros del frente y la trasera se convertían en andas para transportar las diferentes escenas de la pasión que Salzillo talló para la Cofradía de Jesús Nazareno. Las imágenes individuales contaban en sus peanas con agujeros para colocar dos listones y ser cargadas por cuadro personas. Hay que señalar que la asimilación del trono en detrimento de las antiguas andas y tarimas, causó una agria polémica entre los partidarios de mantener la esencia tradicional de las andas que permitía al fiel una contemplación más directa y sin distracción de los pasos y los partidarios de los nuevos tronos como marco que realzase la calidad estética de la obra salzillesca[5].

Ilustración 11. Murcia. Oración del Huerto de Salzillo sobre tarima. www.todocoleccion.net

La forma tradicional de cargar en Murcia está muy apegada a las formas antiguas. Los estantes son pocos en proporción al peso de cada paso, separados unos de otros para maniobrar mejor. La forma de andar es sencilla, sin marcar el ritmo y avanzando con ligereza en trayectos cortos.

Ilustración 12. Murcia. Santa cena. http://www.urbemurcia.com/tag/semana-santa/


En Andalucía encontramos mayor variedad de formas de carga, interior, exterior y mixta que muchas localidades mantienen vivas gracias al apego de la tradición heredada por sus padres.

En Jerez de la Frontera tres cofradías mantienen la forma tradicional de carga, antiguamente común a todas y sustituida progresivamente desde las primeras décadas del siglo XX por la carga a costal sevillana o con su variante jerezana, la“molía”. Algunas hermandades se negaron a asimilar este patrón, manteniendo como señal de identidad la vestimenta de raigambre barroca y la forma de cargar al hombro.

Los cargadores portan los pasos sobre un hombro tanto en el exterior como en el interior. Las paradas son indicadas con un llamador colocado en la delantera. En la delantera y la trasera los cargadores portan el paso en banzos de pequeña longitud.

Ilustración 13. Jerez de la Frontera. Cristo de la Expiración. Autor: Alberto Díaz. http://elhachoncofrade.blogspot.com.es/


En Antequera, uno de los focos artísticos más importante de la Andalucía barroca, se creó un tipo de trono autóctono, aunque, en lo esencial, los elementos que lo conforman son compartidos por otras localidades de la región. Los elementos definitorios del trono antequerano son la peana de carrete, de diferentes tipologías, y el palio, incluso para imágenes de Cristo, todos ellos colocados sobre un gran tablero donde cargan los "hermanacos". Existe una fotografía antigua de la salida de la Virgen del Socorro en la que se pueden ver los pequeños banzos que sobresalen en el frente y las horquillas sobre ellos. Desde entonces el trono antequerano ha evolucionado inspirándose en la grandilocuencia de los tronos malagueños (sustituyendo el esquema vertical del palio por el horizontal) y alguna pincelada sevillana (la inclusión de candelería). Las mesas de los tronos y los varales se han alargado para acoger mayor número de “hermanacos” que los porten.

Ilustración 14. Antequera. Salida Virgen del Socorro a principios del siglo XX. http://murciasemanasanta.mforos.com/

En Cádiz los pasos son cargados a un hombro desde el interior y desde el exterior. En el interior los cargadores se reparten en cuatro palos longitudinales. Los dos palos extremos se prolongan exteriormente en maniguetas desde donde cargan cuatro “horquilleros” (uno por esquina). Estos, como su nombre indica, portan una horquilla cuya única función es marcar el ritmo.

Ilustración 15. Cádiz. Ecce Homo. Horquilleros. http://www.cadizcofrade.net/



En Sevilla, la consolidación del paso barroco es paralela a la implantación del sistema de carga interior por “costaleros”. Antes de la implantación de los costaleros, en el siglo XVII, coexistieron tres sistemas de carga, el exterior, el mixto y exclusivamente interior por costaleros. Las maniguetas son la reminiscencia de los banzos que antiguamente servían para cargar a un hombro las andas. En la sala de Cabildos de la Hermandad de la Soledad de Lima (Perú), se conserva un cuadro fechado en torno a 1670 que muestra la procesión que efectuaba esta hermandad en la tarde del Viernes Santo. El cuadro es un documento en sí mismo. Esta Hermandad fue fundada por sevillanos que pertenecían a la Hermandad homónima de la capital hispalense, por aquel entonces radicada en la Casa Grande del Carmen. En este cuadro se muestran cuatro pasos (la Lanzada, el Descendimiento, Cristo Yacente y la Soledad pajo palio) que responden al patrón sevillano de paso barroco compuestos por parihuela con canastilla. En las esquinas de las parihuelas asoman maniguetas en las que cargan portadores ataviados con el hábito de la hermandad. Se supone que la carga era mixta, portando desde el interior costaleros o bien cargadores al estilo de Cádiz, a un hombro.

Ilustración 16. Lima. Procesión Viernes Santo (fragmento), 1670 ca. http://www.imgrum.net/user/jpelsous/317906342/1237090320778591401_317906342

La pervivencia de las andas y sistemas esenciales de carga son todavía visibles en zonas que no han experimentado un cambio tan radical en las celebraciones de Semana Santa como en España. En Popayán (Colombia) existe una gran tradición de procesiones penitenciales heredada de la época virreinal. Todos los pasos discurren en andas portadas por ocho cargadores en cuatro pequeños pares de banzos. En las paradas posan las andas sobre horquillas. Un elemento que enlaza con la tradición andaluza es el uso de palios fijos sobre los pasos en los que aparecen imágenes de Cristo o de la Virgen.

Ilustración 17. Popayán (Colombia). Procesión Semana Santa. http://lsemana.blogspot.com.es/


Como podemos observar, elementos que en principio cumplen una función estructural o secundaria, han adquirido una importancia clave en el desarrollo artístico y expresivo de la retórica procesional.

A.R.



[1] PRADILLO Y ESTEBAN, Pedro José: “Primeras noticias documentales de pasos de Semana Santa en Guadalajara (1553-1621)”, en Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, Tomo 62, 1996. pp. 337-354.
[2] PÉREZ DEL CAMPO, Lorenzo: “El trono procesional malagueño. Aspectos históricos”, Semana Santa en Málaga. Tomo V: Patrimonio Artístico de las Cofradías. Málaga, 1990. pp. 43-45.
[3] RODA PEÑA, José; “El paso procesional. Talla, dorado y escultura decorativa”, Sevilla Penitente. Tomo II. Sevilla, 1995. p. 6.
[4] Entre los siglos XVII y XVIII los pasos de la Vera Cruz zamorana eran cargados por los hermanos de paso. A su vez el colectivo se dividía en dos: los de andas, encargados de portar las imágenes titulares de mayor devoción, el Nazareno, la Soledad y la Cruz; los de paso cargaban los dos conjuntos escultóricos de la Hermandad, la Oración en el Huerto y la Flagelación. JARAMILLO GUERREIRA, Miguel Ángel; CASQUERO FERNÁNDEZ, José Andrés: La Cofradía de la Santa Vera Cruz de Zamora. Historia y patrimonio artístico. Zamora, 2009. p. 46.
[5] FERNÁNDEZ SÁNCHEZ, José Alberto: Estética y Retórica en la Semana Santa Murciana; El Periodo de la Restauración como Fundamento de las Procesiones Contemporáneas. Tesis Doctoral, Universidad de Murcia, Murcia, 2014. [última consulta 03/08/2016 www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/277418/TJAFS.pdf?sequence=1 ]

BIBLIOGRAFÍA

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