11/08/16

Recreación de la Iglesia Penitencial de la Pasión de Valladolid (1ª parte)

Siguiendo la estela del anterior artículo, en el que recreábamos el desaparecido retablo mayor de la Iglesia Penitencial de la Cofradía de la Pasión, en éste hacemos lo propio con la nave del templo.
Ilustración 1. Recreación de la nave de la Iglesia de la Pasión.

Al igual que el parcialmente desaparecido retablo mayor, buena parte de su patrimonio se perdió con la ruina del edificio tras el cierre de 1926. Los cuadros, imágenes y otros bienes muebles fueron repartidos entre diversas iglesias y conventos de la ciudad, donde todavía se conservan. La iglesia, completamente arruinada, fue restaurada en los años sesenta como Museo de Pintura. Desde los años noventa es una de las Salas Municipales de exposición.

Ilustración 2. Recreación del frente de la nave.


La Iglesia de la Pasión fue construida por los arquitectos Juan de Mazarredonda, Juan de Nates y Pedro del Río. Fue inaugurada en 1581. La Cofradía de la Pasión fue la primera Cofradía Penitencial de la ciudad en poseer un templo propio donde albergar sus imágenes. Contaba además con una serie de estancias anejas como un hospital, sacristía y sala de cabildos. Esta primitiva iglesia era muy sencilla y práctica, acorde con los nuevos planteamientos arquitectónicos del Concilio de Trento (1545-1563). El techo se cubría con un sencillo artesonado de madera.

Ilustración 3. Nave de la iglesia de la Pasión actualmente como Sala Municipal de exposiciones. Foto: http://www.info.valladolid.es/
En la segunda mitad del siglo XVII y principios del XVIII las Cofradías Penitenciales de la ciudad emprenden obras arquitectónicas muy importantes, bien de renovación o reconstrucción (como la Vera Cruz y las Angustias) o bien de construcción de sus propios templos (Jesús Nazareno y Piedad). Al igual que ocurriera en la centuria anterior, la Cofradía de la Pasión también tomó la iniciativa en esta segunda fase.
Ilustración 4. Interior de la iglesia de Santa Cruz de Medina de Rioseco con las bóvedas de Berrojo antes de su hundimiento. Foto: http://www.semanasantaenrioseco.com/origenes.php

A mediados del XVII renueva dos pasos (el paso Nuevo del Azotamiento y el Paso Nuevo de Nuestra Señora con San Juan) y crea uno nuevo, el Cristo del Perdón (llamado antiguamente de la Humildad de Nuestro Señor). Emprende en 1657 la construcción del nuevo retablo mayor, un hito artístico en la ciudad de Valladolid. En 1666 la Cofradía acuerda con Felipe Berrojo (arquitecto y yesero) la realización de una bóveda encamonada de cinco tramos para decorar la nave de la iglesia. Berrojo era el artífice más indicado para realizar esta empresa. Unos años antes llevó a cabo la decoración de las bóvedas “altas y baxas” de la Iglesia de Santa Cruz de Medina de Rioseco[1]. Perdidas totalmente las de la Pasión, y parcialmente conservadas las de Santa Cruz, podemos admirar la calidad de su obra en las bóvedas de la Iglesia de Santiago de Medina de Rioseco[2], concertadas 1667 en colaboración con otros artistas.
Ilustración 5. Interior de la iglesia de la Pasión en ruinas. Fotografía publicada por Concepción Álvarez Terán en 1933.

Las bóvedas, rebajadas por la poca altura de la nave, se apoyaban sobre unas ménsulas de abigarrada decoración, destacando los motivos cactiformes y rameados. El volumen de estas formas se veía reforzado por la policromía y el dorado. A mediados del XVIII las bóvedas fueron nuevamente pintadas[3].
Ilustración 6. Planta de la iglesia de la Pasión publicada por Álvarez Terán en 1933. Obsérvese la nave dividida en cinco tramos, las hornacinas del Cristo y el Nazareno, así como los altares que flanquean el arco de triunfo.


Ilustración 7. Alzado de la iglesia de la Pasión publicado en el artículo de Álvarez Terán en 1933.

La nave de la iglesia contaba con cuatro altares: dos situados en la embocadura del presbiterio, y otros dos en el centro de la nave, bajo el tercer tramo de la bóveda. En el lado del evangelio se situaban: el altar del Cristo de la Agonía (imagen titular del paso Nuevo de Nuestra Señora y San Juan) en el centro de la nave, y el Cristo del Azotamiento en el machón del arco de triunfo que separaba la nave con la capilla mayor. En el centro del muro de la Epístola se encontraba el altar presidido por la imagen de Jesús con la cruz a cuestas, titular del paso antiguamente conocido como “de Jesús Nazareno” y hoy conservado en el Museo Nacional de Escultura bajo la denominación Paso del Camino del Calvario. El altar de la embocadura del presbiterio estaba presidido por el Cristo del Perdón.

En el plano y fotografías publicados por Álvarez Terán, se puede apreciar cómo el Nazareno y el Cristo de la Agonía se colocaban en sendas hornacinas adaptadas al tamaño de los simulacros: una hornacina en arco para el Nazareno y una rectangular y de mayores dimensiones para el Cristo. Sabemos además que éste contaba con un sencillo retablo arquitectónico. En 1629 la Cofradía de la Pasión concertó con el escultor Juan de Carrión un retablo para el Cristo “a la entrada de la Sacristía”. No podemos identificar esa entrada con la actual, ya que las reformas de la segunda mitad del XVII modificaron sustancialmente los espacios. Este retablo debía tener en el banco un cuadro con gallones y piedras con las palabras de la consagración. Estaba compuesto por una caja cuadrada donde albergar al Cristo flanqueado por sendas columnas y pilastras traseras de orden corintio. Remataba el conjunto un friso corrido y un frontón partido, todo ello “conforme a la buena arquitectura de Vignola”[4].

Dos importantes ciclos pictóricos decoraban los tramos primero, segundo, cuarto y quinto de la nave. Ocho cuadros de gran formato recreaban el ciclo de la vida de San Juan Bautista. Sobre ellos, en el hueco central de los lunetos, la vida de la Virgen. Ambos ciclos están plenamente justificados. San Juan Bautista era patrono de la Cofradía desde que en 1576[5] se agregara a la de San Juan de los Florentinos de Roma, obteniendo los mismos privilegios e indulgencias de ésta. El ciclo de la Virgen muestra el viraje mariano que adquiere la Cofradía en el siglo XVII, entronizando a la pequeña y devota imagen de Nuestra Señora de la Pasión en el altar mayor de la Penitencial.

El ciclo de San Juan Bautista actualmente se conserva en la Iglesia homónima. Estos cuadros vinieron a llenar el vacío de este templo de nueva construcción inaugurada en 1930, pocos años después del cierre de la Iglesia de la Pasión.

Los cuadros se disponían del siguiente modo: En el muro del lado del Evangelio, desde los pies al altar mayor se encontraban El Ángel se aparece a Zacarías (1,78 x 2,41 m.) y el Nacimiento de San Juan Bautista (1,76 x 2,52 m.); a continuación, el altar del Cristo de la Agonía y San Juan Niño (1,72 x 2,80 m.), cuyo formato en U invertida se adaptaba a la puerta que comunicaba la iglesia con las dependencias de la Cofradía. Terminaba este lateral con el Bautismo de Jesús (1,72 x 2,47 m.)

En el muro del lado de la Epístola continuaba el ciclo en sentido inverso, desde el presbiterio a los pies, con la Predicación de San Juan (1,78 x 2,20 m.), San Juan en Prisión (1,72 x 2,76 m.), la imagen de Jesús Nazareno en su altar, Degollación del Bautista (1,78 x 2,53 m.) y Salomé presentando la cabeza (1,70 x 2,32 m.).

Estas pinturas fueron realizadas en torno a 1675. En este año aparecen fechadas algunas ellas.

Ilustración 8. Diego Díez Ferreras, Él Ángel se aparece a Zacarías. 1675. Iglesia de San Juan Bautista, Valladolid. Foto: http://artevalladolid.blogspot.com.es/
Ilustración 9. Agustín Bara, Nacimiento de San Juan Bautista, 1675. Iglesia de San Juan Bautista, Valladolid. Fuente: http://artevalladolid.blogspot.com.es/

Ilustración 10. Diego Díez Ferreras, San Juan niño, 1675. Iglesia de San Juan Bautista, Valladolid. Fuente: http://artevalladolid.blogspot.com.es/
Ilustración 11. Agustín Bara, Bautismo de Jesús, 1675. Iglesia de San Juan Bautista, Valladolid. Fuente: http://artevalladolid.blogspot.com.es/
Ilustración 12.Agustín Bara, Predicación de San Juan, 1675. Iglesia de San Juan Bautista, Valladolid. Fuente: http://artevalladolid.blogspot.com.es/
Ilustración 13. Amaro Alonso (atrib.), San Juan en prisión, 1675. Iglesia de San Juan Bautista, Valladolid. Fuente: http://artevalladolid.blogspot.com.es/
Ilustración 13. Amaro Alonso (atrib.), San Juan en prisión, 1675. Iglesia de San Juan Bautista, Valladolid. Fuente: http://artevalladolid.blogspot.com.es/
Ilustración 15. Amaro Alonso, Degollación del Bautista, 1675. Iglesia de San Juan Bautista, Valladolid. Fuente: http://artevalladolid.blogspot.com.es/
Ilustración 16. Amaro Alonso, Salomé presentando la cabeza, 1675. Iglesia de San Juan Bautista, Valladolid. Fuente: http://artevalladolid.blogspot.com.es/

La serie fue realizada por diversos pintores. De los pinceles de Diego Díez Ferreras salió El Ángel se aparece a Zacarías y San Juan Niño. El pintor Agustín Bara realizó el Nacimiento de San Juan Bautista, el Bautismo de Jesús y la Predicación de San Juan. Amaro Alonso pintó la Degollación del Bautista, y Salome presentando la cabeza. Es probable que éste último fuera el autor de San Juan en prisión.

Los cuados del ciclo de la Virgen son de menor formato. Se adaptan a la ventana central de los lunetos. De los ocho cuadros, sólo se conservan siete en la clausura del Monasterio de San Quirce y Santa Julita de Valladolid. Se atribuyen a Díez Ferreras. El ciclo de la vida de la Virgen está compuesto por los siguientes cuadros: El abrazo en la puerta dorada, La dedicación de la Virgen en el Templo, la Anunciación, la Visitación, los Desposorios de María y José, la Presentación del Niño en el Templo y la Muerte de la Virgen. Faltaría uno desaparecido sobre la Natividad de la Virgen. Existen dos lunetos vacíos sobre los altares del Cristo de la Agonía y el Nazareno en los que posiblemente también colgaran otros cuadros.

Ilustración 17. Diego Díez Ferreras (Atrb.), Abrazo en la Puerta Dorada, ca1675. Clausura del Monasterio de San Quirce y Santa Julita. Valladolid. Foto: http://artevalladolid.blogspot.com.es/
Ilustración 18. Diego Díez Ferreras (Atrb.), la Dedicación de la Virgen en el Templo, ca1675. Clausura del Monasterio de San Quirce y Santa Julita. Valladolid. Foto: http://artevalladolid.blogspot.com.es/
Ilustración 19. Diego Díez Ferreras (Atrb.), La Anunciación, ca1675. Clausura del Monasterio de San Quirce y Santa Julita. Valladolid. Foto: http://artevalladolid.blogspot.com.es/
Ilustración 20. Diego Díez Ferreras (Atrb.), La Visitación, ca1675. Clausura del Monasterio de San Quirce y Santa Julita. Valladolid. Foto: http://artevalladolid.blogspot.com.es/
Ilustración 21. Diego Díez Ferreras (Atrb.), Los Desposorios de la María  y Jose, ca1675. Clausura del Monasterio de San Quirce y Santa Julita. Valladolid. Foto: http://artevalladolid.blogspot.com.es/
Ilustración 22. Diego Díez Ferreras (Atrb.), La Presentación del Niño en el Templo, ca1675. Clausura del Monasterio de San Quirce y Santa Julita. Valladolid. Foto: http://artevalladolid.blogspot.com.es/
Ilustración 23. Diego Díez Ferreras (Atrb.), La muerte de la Virgen, ca1675. Clausura del Monasterio de San Quirce y Santa Julita. Valladolid. Foto: REBOLLO MATÍAS, Alejandro:…2012.

En el arco de triunfo de la capilla  mayor existió una reja que la separaba de la nave de la iglesia. Ésta fue concertada con el maestro rejero Sebastián Salas en 1658. En la escritura se especifica que cada balaustre debía tener 7 pies de alto (1,90 m. aproximadamente). El maestro rejero se compromete a tomar como modelo la reja de la capilla del Descendimiento del convento de Nuestra Señora de la Trinidad Calzada. Aunque estas rejas hayan desaparecido, nos podemos hacer una idea de cómo eran, puesto que en 1670 el rejero Manuel Ligonde tomó de modelo las de la Pasión para realizar las de las capillas de “el Santo Cristo y Nuestra Señora de los Cuchillos”[6] de la Iglesia de las Angustias.

Ilustración 24. Fiesta de la Virgen de la Alegría, Iglesia de las Angustias. Valladolid. Al fondo reja de la Capilla del Cristo, realizada en 1670 por Manuel de Ligonde. Foto: http://www.elnortedecastilla.es/fotos/valladolid/201605/08/procesion-virgen-alegria-iglesia-

En la recreación hemos tomado de referencia las fotografías y los planos publicados por Álvarez Terán en 1933[7]. En estas fotografías, a pesar de la ruina de las bóvedas, se aprecia el diseño de los plementos así como las molduras y diversos elementos decorativos cactiformes y rameados. Las ménsulas que sostienen los arcos fajones estaban profusamente decorados. En las fotografías es visible una ménsula con unos ángeles sosteniendo una venera, alusiva a san Juan Bautista. Aunque no se aprecian con nitidez, es probable que cada ménsula tuviera un diseño exclusivo.

Ilustración 25. Interior de la Iglesia de Pasión. ÁLVAREZ TERÁN, C:...1933. 

Para recrear los colores de la bóveda nos hemos basado en otras similares conservadas en la provincia de Valladolid, como la capilla de Reliquias de la iglesia de Santiago el Real de Medina del Campo (antiguo Colegio de Jesuitas) o la capilla de los Gaitán de la Iglesia de San Pedro de Tordesillas.

Ilustración 26. Capilla de las Reliquias de la Santiago el Real de Medina del Campo. Foto: http://www.delsolmedina.com/Medina2009/MuseoFerias/MuseoPieza%20del%20mes09-09.htm
Ilustración 27. Yeserías de la capilla de los Gaitán en la iglesia de San Pedro de Tordesillas. Foto: http://artevalladolid.blogspot.com.es/
Ilustración 28. Recreación en plano de las bóvedas de la nave de la Iglesia de la Pasión.

Se ha pensado tradicionalmente que las fotografías antiguas que muestran al Cristo del Azotamiento y el Cristo del Perdón en el interior de la Iglesia de la Pasión, fueron tomadas en sus respectivos altares. Al realizar la recreación hemos advertido que las dimensiones de las imágenes no se corresponden con los fondos donde se ubicaban. En muchas fotografías antiguas de imágenes es muy frecuente que no aparezcan en sus hornacinas y altares sino en otros lugares del templo. Éstas, ubicadas generalmente en retablos y capillas con escasa luminosidad, o con un transparente en su espalda, dificultaban la toma fotográfica. De ahí que en muchas fotografías antiguas las imágenes aparezcan cerca de las puertas. En este caso creemos que el fondo arquitectónico parcialmente tapado  con una cortina negra es una de las hornacinas de la sacristía, en concreto, la que se encuentra frente a la ventana. De esta forma se pudo obtener la iluminación cenital que aparece en ambas fotografías.
Ilustración 29. Fotografía del Cristo del Perdón tomada en la iglesia de la Pasión.
Ilustración 30. Fotografía del Cristo del Azotamiento tomada en el interior de la iglesia de la Pasión.

En la recreación hemos ubicado al Nazareno en un retablo clasicista haciendo pareja con el del Cristo de la Agonía. El único dato fiable sobre este altar es que existía una hornacina de planta semicircular donde se ubicaba la imagen.

La finalidad de esta recreación es hacernos una idea de cómo era el interior de uno de los templos más suntuosos de la ciudad, un joyero que custodiaba una muestra de las mejores esculturas y pinturas del siglo XVII de Valladolid. Todavía nos queda la esperanza de que aparezcan más datos, y quién sabe, a lo mejor una fotografía del interior del templo antes de su cierre y posterior ruina.


 A.R.


BIBIOGRAFÍA

BURRIEZA FERNÁNDEZ, Javier: Cinco siglos de Cofradías y Procesiones. Historia de la Semana Santa en Valladolid. Valladolid, 2004.

GARCÍA VEGA, Blanca: “Nuestra Señora de la Pasión de Valladolid”, Homenaje al profesor Martín González. Valladolid, 1995. pp. 615-623.

MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José; URREA FERNÁNDEZ, Jesús: Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid. Tomo XIV. Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid (Catedral, Parroquias, Cofradías y Santuarios). Valladolid, 2001.

REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La iglesia de la Pasión y su patrimonio (3ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 8 (2012), pp. 26-46.

REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La iglesia de la Pasión y su patrimonio (2ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 7 (2011), pp. 24-35.

WATTENBERG GARCÍA, Eloísa: Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid. Tomo XVII. Medina de Rioseco ciudad. Valladolid, 2003.




[1] WATTENBERG GARCÍA, Eloísa: Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid. Tomo XVII. Medina de Rioseco ciudad. Valladolid, 2003. p. 56
[2] IBÍDEM, p. 108
[3] REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La iglesia de la Pasión y su patrimonio (2ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 7 (2011), p. 25.
[4] GARCÍA CHICO, Esteban: Documentos para el estudio del Arte en Castilla. II Escultores. Valladolid, 1941, pp. 273-274.
[5] BURRIEZA FERNÁNDEZ, Javier: Cinco siglos de Cofradías y Procesiones. Historia de la Semana Santa en Valladolid. Valladolid, 2004. p. 21
[6] GARCÍA VEGA, Blanca: “Nuestra Señora de la Pasión de Valladolid”, Homenaje al profesor Martín González. Valladolid, 1995. p. 616
[7] ÁLVAREZ TERÁN, Concepción, “La Iglesia Penitencial de la Pasión” Boletín del Seminario de Arte y Arqueología de Valladolid, 1932-1933, Tomo I, fasc. II, pp. 111-127.

10/19/16

Recreación del retablo mayor de la Iglesia Penitencial de la Cofradía de la Pasión de Valladolid

Ilustración 1. Recreación virtual del retablo mayor de la Iglesia Penitencial de la Pasión.

Antes de comenzar es necesario agradecer a Francisco Javier Juárez Domínguez, autor del blog Cofradías Sacramentales, de Gloria y Devocionales en Valladolid, su colaboración, sin la cual este artículo no hubiera sido posible.

La Iglesia Penitencial de la Cofradía de la Pasión de Valladolid (actualmente sala de exposiciones del Ayuntamiento), contó con un rico patrimonio que desapareció o se dispersó tras el cierre del templo en el año 1926.

El retablo mayor fue concertado en 1657 con los ensambladores Alonso y Antonio de Villota y el escultor Francisco Díaz de Tudanca siguiendo las trazas de Cristóbal Ruiz de Andino[1]. Martín González[2] subraya la importancia de este retablo, el primero documentado en Valladolid, que contaba con columnas salomónicas “conforme a la traza y arte, revestidas de talla menuda, que ha de ser hoja de parra… con sus racimos y pajaritos que piquen en ellos y otras cosas convenientes a el modo de los del Buen Suceso[3]”. En el modelo al que se refieren las condiciones del contrato, el retablo mayor del Buen Suceso de Madrid, encontramos las claves del retablo mayor de la Pasión.

El retablo mayor del Buen Suceso de Madrid, lamentablemente desaparecido, fue trazado por Pedro de la Torre (c. 1596 – 1677), ensamblador activo en Madrid que en la cuarta década del siglo XVII, abre el camino hacia un barroco pleno cada vez más alejado del modelo escurialense instaurado por el retablo mayor del Monasterio del Escorial trazado por Juan de Herrera.

Parece ser que el retablo madrileño estaba ya concluido en 1637, siendo la imagen de la Virgen del Buen Suceso entronizada en el camarín en 1641. Constaba de un cuerpo principal con ocho columnas salomónicas de cinco vueltas, cuatro dispuestas en un primer plano y el resto retranqueadas en un segundo plano. En el centro se situaba el simulacro mariano en un camarín abovedado con ventana-transparente, al que se accedía por una puerta ubicada en el zócalo del retablo. Remataba el conjunto un segundo cuerpo presidido por un lienzo de Santiago Apóstol entre dos machones. La decoración se basaba en tarjas cactiformes propias de este momento[4].

Ilustración 2. Nuestra Señora de la Pasión. Iglesia de San Quirce, Valladolid. Fuente: http://www.sagradapasion.com/Multimedia/Fotos/Virgen/Virgen%20Detalle2.htm

El gran conjunto del Buen Suceso compuesto por retablo y camarín-transparente se instauró como modelo emulado en diversos santuarios marianos de España, gracias al creciente florecimiento del culto mariano, especialmente centrado en la veneración de las imágenes patronales. Pedro de la Torre fue requerido para la construcción del retablo y camarín de Nuestra Señora de Begoña de Bilbao en 1640 y el de la Nuestra Señora de la Fuencisla de Segovia 1645 en colaboración con el jesuita Francisco Bautista y el ensamblador José de Arroyo. El retablo mayor de la iglesia penitencial de la Pasión de Valladolid sigue la estela del modelo creado por Pedro de la Torre; de hecho, se menciona el retablo madrileño como modelo que debía imitar Ruiz de Andino. El esplendor que experimentaba la Cofradía Penitencial y la creciente devoción de la imagen titular de Nuestra Señora de la Pasión (imagen renacentista que formaba parte de un paso junto a los dos ladrones crucificados, san Juan y la Mgdalena), en detrimento de San Juan Bautista, a quien estaba dedicado el antiguo retablo mayor de la Penitencial[5], justifican la elección de este modelo.

Ilustración 3. Retablo mayor del Carmen Extramuros de Valladolid entre 1926 y 1972.

Lamentablemente, tras el cierre de la iglesia penitencial de la Pasión en 1926, todo el rico patrimonio que se encontraba en su interior fue repartido entre diferentes iglesias de la ciudad como el Santuario Nacional de la Gran Promesa, el monasterio de San Quirce y Santa Julita y el Santuario del Carmen Extramuros, donde fue a parar el malogrado retablo mayor de la Pasión que por aquel entonces ya debía encontrarse en mal estado debido a la humedad. Los restos que quedaban del retablo fueron recompuestos junto con otros de diversa procedencia por el escultor Ramón Núñez. Tomando como base el retablo de la Pasión, se creó una composición formada por retablos de diversa procedencia, restos de la caja de un órgano y el tornavoz de la iglesia de la Antigua, que hacía las veces de cupulín del manifestador. Fue inaugurado el 29 de junio de 1928, solemnidad de San Pedro y San Pablo[6]. Este retablo fue nuevamente reformado en el año 1972 para adaptarse a la cabecera de la capilla de San Joaquín, Santa Ana y Nuestra Señora de la Virgen de la Mano del mismo templo, en cuya ubicación todavía se conserva. Tanto en el actual retablo, como en la composición anterior como retablo mayor del Carmen, es muy difícil identificar elementos procedentes del retablo de la Pasión, quizá el marco en arco que cierra la composición, los restos del camarín con cornucopias y algunos relieves que pudieron decorar las entrecalles.

Ilustración 4. Actual retablo de la capilla de San Joaquín, Santa Ana y Nuestra Señora de la Mano. Santuario del Carmen Extramuros. Valladolid. Autor: Zarateman. Fuente: Wikipedia.

Desafortunadamente, no se conserva ninguna fotografía del retablo cuando todavía ocupaba el testero de la penitencial de la Pasión, lo cual resulta llamativo porque sí se conservan del Cristo del Perdón y el del Azotamiento, situados en sendos retablos ubicados en los machones de la embocadura de la capilla mayor.

Para saber cómo era el retablo es necesario recurrir a la información documental que se conserva del mismo, y gracias a ella, recrear de forma virtual cómo pudo ser. Blanca García Vega[7] publicó en 1995 un artículo proponiendo una reconstrucción basada en un grabado de la Virgen de la Pasión conservado en la Biblioteca Nacional de París, realizado en el último tercio del siglo XVII por el grabador parisino Henri Bonnart. En el grabado aparece la imagen de la Virgen de la Pasión y parte del retablo con elementos mencionados en el contrato de 1657, como son el serafín con festones en la clave del arco, las columnas salomónicas con talla menuda, las contrapilastras y los florones de las enjutas.

Recapitulemos todos los datos de que disponemos para proponer una reconstrucción virtual del retablo:

1.- En el contrato de 1657 se describen elementos concretos del retablo. Debía tener seis columnas salomónicas “conforme a la traza y arte, revestidas de talla menuda, que ha de ser hoja de parra… con sus racimos y pajaritos que piquen en ellos y otras cosas convenientes a el modo de los del Buen Suceso”.  Las columnas debían asentar sobre pedestales con “bichas”. Las entrecalles debían estar decoradas con festones con frutas. El intradós del arco debía estar decorado con artesas y florones. En la clave del arco debía situarse una cartela con un serafín con festones de frutas. Sendos florones debían decorar las enjutas del arco. El venerado simulacro mariano debía entronizarse sobre una peana ochavada de plata portada por cuatro ángeles mancebos. En el contrato se especifica que deben ser cuatro ángeles, dejando una mano libre para portar una vela. Debía haber también dos ángeles con sus peanas situados en la parte alta del retablo, sobre las columnas laterales[8].

2.- García Vega publica una serie de datos hasta entonces inéditos en los que se realiza el seguimiento de las obras de tallado, acondicionamiento del presbiterio, colocación del retablo y dorado del mismo. Resumiendo su publicación obtenemos lo siguiente:

En el contrato de hechura se especificaba que en noviembre de ese año (1657) se debía romper la pared de la cabecera para abrir el camarín. Al finalizar 1658 el camarín ya estaba terminado. A lo largo de 1659 la cofradía paga a Díaz de Tudanca por la talla y a Villota por su labor de ensamblaje. Ese mismo año se paga al albañil Tomás García por las obras del camarín. Alonso de Villota recibe una cantidad de dinero por el marco de la reja que hizo para el camarín. Imaginamos que se trata a la ventana del transparente, para la cual el herrero Crispín Santos había forjado la reja y las varillas del enrejado de la vidriera. Alonso de Villota recibió también el pago por la puerta primera del camarín. A mediados de marzo de 1659 se colocan los pedestales de piedra para el altar mayor, con piedra traída el año anterior, parte de la carga eran piedras de río que sirvieron para solar el interior del templo. Una vez colocadas estas piedras sobre las que se asentaría la obra del retablo, se colocaron las puertas de los dos nichos a los lados del altar mayor. Las obras se interrumpen en Semana Santa. El retablo, ya colocado inicia su fase final de dorado el 6 de junio por José Díaz de Aragón. Las obras se prolongan hasta finales de agosto, dándose por finalizados el 29, coincidiendo con la festividad de la Degollación de San Juan Bautista, patrono de la Cofradía.

Uno de los elementos que más protagonismo adquirieron en el retablo fue la peana sobre la que se asentaba la imagen mariana. En el contrato de hechura se especifica cómo debía componerse la pieza. Esta peana servía además como andas procesionales. Entre los descargos de la cofradía aparecen los 20 reales pagados al hijo de Villota por los banzos de la peana efectuados el 22 de junio de 1659.

Sin embargo, el retablo experimento reformas que alteraron su aspecto. En 1740-41 se pagó por un “arco de cornucopia” para el retablo mayor. ¿Puede ser ese arco de cornucopia el que todavía se conserva en el retablo de la capilla de la Virgen de la Mano del Carmen Extramuros?

3.- Gracias a las numerosas representaciones de la venerada imagen titular conocemos de una forma aproximada la peana. En el Monasterio de San Quirce se conserva un cuadro del siglo XVII a modo de verdadero retrato de Nuestra Señora de la Pasión. Parece ser que este retrato, junto al Cristo de la Elevación y un cuadro de San Juan Bautista, presidían la Sala de Cabildos de la penitencial. El grabado de Henri Bonnart (último tercio del siglo XVII) representa la imagen con su peana y la embocadura del retablo. En el Libro 3º, folio 2 de la Cofradía de la Pasión aparece una sencilla e ingenua ilustración fechada entre 1675 y 1715.  Finalmente, el grabado de Diego Pérez de 1772 y retocado por Julián Hugano en 1826.

Ilustración 5. Nuestra Señora de la Pasión. Anónimo siglo XVII. Monasterio de San Quirce y Santa Julita Valladolid. Fuente: http://www.sagradapasion.com/Multimedia/Fotos/Otras.htm
Ilustración 6. Nuestra Señora de la Pasión. Henri Bonnart, último tercio siglo XVII. Gabinete de Estampas, Biblioteca Nacional, París.


En todas estas representaciones aparece la peana. En las tres primeras aparecen los cuatro ángeles de los ángulos que se especificaban en el contrato y un angelito tenante en la parte baja. En el de Diego Pérez, el más actual, no aparece este angelito, e introduce un fondo arquitectónico que parece corresponderse con el camarín.

Ilustración 7. Ilustraión del Libro 3º, folio 2 de la Cofradía de la Pasión.
Ilustración 8. Nuestra Señora de la Pasión, Diego Pérez 1772. Retocado por Julián Hugano en 1826.

4.- En el artículo que Álvarez Terán[9] dedica a la Iglesia de la Pasión, aparece una fotografía del testero de la nave en ruinas y sin el retablo. La instantánea fue tomada entre 1926 y 1933. En ella puede verse al fondo del testero un arco con una ventana horadada y cegada y un hueco lateral que parece el acceso a un posible camarín. Según García Vega esta instantánea evidencia las transformaciones sufridas por el camarín en un primer momento como camarín-transparente y una segunda ampliación arquitectónica: “Primero el camarín debió ser bastante sencillo, con vidriera y reja, posteriormente se amplió el camarín en ábside, tal como se aprecia en la estampa de 1772, y en el momento de la foto ese espacio debió desaparecer de nuevo. Actualmente lo que fue camarín absidial se ha perdido para la iglesia y lo ha ganado el solar del edificio contiguo”[10].

Ilustración 9. Fotografía presbiterio iglesia de la Pasión entre 1926 y 1932. Fuente: artevalladolid.blogspot.com

En la mentada fotografía de Álvarez Terán se aprecia, detrás del montón de escombros bajo la cúpula, lo que parece el basamento del retablo. Éste además parece estar unido al arco fajón de la cúpula, de modo que el retablo no estaba del todo pegado al testero y aprovechaba el último tramo y los huecos laterales para el camarín.

Ilustración 10. Recreación virtual de la planta de la capilla mayor de la Iglesia Penitencial de la Pasión con el retablo y el camarín con sus puertas, acceso y transparente en el siglo XVII.
Ilustración 11. Recreación virtual de la capilla mayor de la Iglesia Penitencial de la Pasión con el camarín absidial del siglo XVIII (en color verde).


García Vega realiza una propuesta gráfica del retablo, tomando como base el grabado de Bonnart, añadiendo las seis columnas y recreando un ático inspirado en el retablo mayor de la iglesia de San Martín de Valladolid, contratado en 1672 por el ensamblador Pedro de Cea pero completado en 1681 por Cristóbal Ruiz de Andino[11]. Recordemos que éste último trazó el retablo. Este retablo presenta elementos que recuerdan al malogrado retablo del Buen Suceso de Madrid, como las grandes columnas salomónicas con talla menuda dispuestas en dos planos y el ático superior presidido por un relieve (en el madrileño era un lienzo) entre machones.

Ilustración 12. Recreación retablo mayor de la Pasión de Blanca García Vega.
Ilustración 13. Retablo mayor de San Martín, Valladolid. Autor: Luis Fernández García. Fuente: wikipedia.

Basándonos en todos estos datos y premisas hemos elaborado una reconstrucción virtual de cómo debió ser el retablo mayor de la Penitencial de la Pasión. Tomando como referencia las medidas de la cabecera del templo hemos realizado una propuesta de cómo debió estar dispuesto el retablo, el primer camarín transparente, que aprovechaba el espacio del último tramo y la posible ampliación del camarín absidial que plantea García Vega. Hemos incluido dos obras en el retablo. El primero el relieve de la Degollación de San Juan Bautista conservado en San Quirce. Esta pieza datada en el siglo XVII bien puede tratarse del relieve que coronaba el retablo. Recordemos que el retablo anterior estaba dedicado al martirio del Santo Precursor del Señor. Como frontal de altar hemos incluido uno del siglo XVIII conservado en el Santuario Nacional que muestra en su escena central la Degollación de San Juan Bautista. Bien pudo recalar, al igual que la imagen de Nuestra Señora de la Pasión, en el citado templo tras el cierre de la Penitencial.

Ilustración 14. Relieve Degollación San Juan Bautista. s. XVII. Iglesia de San Quirce, Valladolid.
Ilustración 15. Frontal de altar del siglo XVIII con la Degollación de San Juan Bautista. Fuente: http://lapiedad1578.blogspot.com.es/

A.R.

Bibliografía

BURRIEZA SÁNCHEZ, Javier: Cinco siglos de Cofradías y Procesiones. Historia de la Semana Santa en Valladolid. Valladolid, 2004.

GARCÍA VEGA, Blanca: “Nuestra Señora de la Pasión de Valladolid”, Homenaje al profesor Martín González. Valladolid, 1995. pp. 615-623.

MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José: El retablo barroco en España. Madrid, 1993.

MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José; URREA FERNÁNDEZ, Jesús: Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid. Tomo XIV. Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid (Catedral, Parroquias, Cofradías y Santuarios). Valladolid, 2001.

REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La iglesia de la Pasión y su patrimonio (3ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 8 (2012), pp. 36-46





[1]  El contrato se encuentra publicado en GARCÍA CHICO, Esteban: Documentos para el estudio del Arte en Castilla. Escultores. Valladolid, 1941. pp. 300-301.
[2]  Juan José Martín González ha sido uno de los mayores especialistas sobre escultura barroca castellana. Esta valoración es recogida en MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José: El retablo barroco en España. Madrid, 1993. p. 92
[3] Ver nota 1.
[4] MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José: El retablo barroco en España. Madrid, 1993. p. 39. El retablo fue primorosamente descrito en RUIZ DE ALTABLE: Historia de la milagrosa imagen de Nuestra Señora del Buen Suceso. Madrid, 1641.
[5] REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La iglesia de la Pasión y su patrimonio (3ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 8 (2012), p. 37.
[6]  En la ermita del Carmen, (Domingo 27 de junio de 1928). El Norte de Castilla.
[7] GARCÍA VEGA, Blanca: “Nuestra Señora de la Pasión de Valladolid”, Homenaje al profesor Martín González. Valladolid, 1995. pp. 615-623.
[8] Ver nota 1.
[9] ÁLVAREZ TERÁN, Concepción, “La Iglesia Penitencial de la Pasión” Boletín del Seminario de Arte y Arqueología de Valladolid, 1932-1933, Tomo I, fasc. II, pp. 111-127.
[10] GARCÍA VEGA, Blanca: Op. Cit. p. 619, nota 16.
[11] MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José; URREA FERNÁNDEZ, Jesús: Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid. Tomo XIV. Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid (Catedral, Parroquias, Cofradías y Santuarios). Valladolid, 2001. p. 101. MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José: El retablo barroco … p. 100.