2/09/17

Semana Santa en Cataluña (1ª parte)



               En el anterior artículo tratamos de forma somera una de las peculiaridades de las procesiones penitenciales de la Semana Santa en Cataluña, los misterios cargados desde el interior. Sin embargo, ésta es una de las muchas que tienen las celebraciones pasionistas en el antiguo principado, que por diferentes cuestiones no son tan conocidas como las procesiones de otras ciudades y regiones. 

                Su origen, al igual que en el resto de España y Europa, hunde sus raíces en la devoción que desde los inicios del cristianismo suscitó a los fieles la Pasión de Cristo. La Edad Media en Cataluña, especialmente rica en el terreno artístico y cultual, fue el caldo de cultivo para el desarrollo de las procesiones y otras prácticas religiosas relacionadas con la Pasión. La paraliturgia teatral entremezclada con la liturgia de las horas y los oficios propios de estas fechas tuvo gran desarrollo en la Edad Media. Al menos desde el siglo XI se representaba de forma ritual el Descenimiento y Entierro de Cristo la tarde del Viernes Santo y la Visitatio Sepulchri, en la mañana de Pascua. Testigos materiales de esta primitiva paraliturgia son  los misterios escultóricos del Descendimiento de Santa Eulalia de Erill-la-Vall (Museo Episcopal de Vic)  y Santa María de Taüll (Museo Nacional de Arte de Cataluña), cuyas imágenes de Cristo cuentan con argollas en los brazos para permitir el descendimiento y entierro en el Santo Sepulcro[1]

Descendimiento de Santa Eulalia de Erill-la-Vall. Museo Espiscopal de Vic. Foto: https://es.wikipedia.org/wiki/Descendimiento_de_Erill_la_Vall#/media/File:Esgl%C3%A9sia_de_Santa_Eul%C3%A0lia_d%27Erill-la-vall_%28La_Vall_de_Bo%C3%AD%29_-_4.jpg


Descendimiento de Santa María de Taüll, Museo Nacional de Arte de Cataluña. Foto: http://museunacional.cat/es/colleccio/figuras-del-descendimiento-de-santa-maria-de-taull/anonim/003915-cjt
A continuación, analizaremos las principales características de la Semana Santa catalana, alternando el pasado y el presente pues estas celebraciones decayeron hasta su desaparición en gran número de ciudades y poblaciones catalanas a lo largo del siglo XX. Afortunadamente, en estos últimos años, se está viviendo un incipiente interés por recuperar estas antiguas tradiciones.

Cofradías penitenciales

Dentro del panorama catalán existen dos tipos de Cofradías o Congregaciones encargadas de organizar las procesiones de Semana Santa.

1.       Cofradías de la Sangre

Las cofradías fundadas bajo la advocación de la Sangre constituyen un tipo homogéneo con unas características, fines y trayectoria histórica comunes. Su equivalente en la corona de Castilla son las cofradías de la Vera Cruz.

Grabado antiguo de la Archicofradía de la Purísima Sangre de Gerona. Foto: http://www.pedresdegirona.com/separata_santa_2.htm

     
Al fondo del grabado se ve el Santo Cristo de la Sangre velado y los capirotes de los hermanos de la Sangre asistiendo a la ejecuión de un reo. Foto: http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com.es/2013_10_01_archive.html
    
Ramón Casas, Garrote vil, 1894, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid. Rodeando el cadalso se encuentran los hermanos de la Sangre ataviados con sus vestas y entre ellos el Cristo de la Sangre velado con una tela translúcida.
      Son generalmente las más antiguas, encargadas de organizar un desfile procesional con disciplinantes la noche del Jueves Santo. Inicialmente estas procesiones hacían estación en uno o varios Monumentos[2]. Su faceta asistencial se concretaba en el acompañamiento de los reos de muerte y su entierro, asistidos desde el momento de su condena por cofrades, con el fin de ayudar a bien morir al ejecutado. Los hermanos acudían a la ejecución ataviados con sus vestas (hábito penitencial) y con el Santo Cristo titular de la corporación.

2.       Congregaciones de los Dolores (terciarios servitas)

La Orden de los Siervos de María fue fundada en Florencia por siete nobles en 1233. Rápidamente se extendió y con ella la devoción a los Dolores de la Virgen, bajo cuya advocación se ampara la orden. En su expansión se establecieron diferentes conventos Servitas por Europa. En España su difusión tuvo lugar, casi en exclusividad, por la Corona de Aragón, siendo casi nula su presencia en las regiones del interior. Cataluña, por su cercanía a Italia, fue la región que mayor número de conventos acogió en su territorio. En 1576 se funda el convento barcelonés de San Beltrán de Montjüic. En el siglo XVII la Orden se traslada al convento del Bon Succés, dentro del casco urbano, cuya iglesia fue consagrada en 1635. A lo largo de este siglo fueron fundados nuevos cenobios en las principales ciudades catalanas, expandiéndose la devoción a los Dolores de la Virgen a través de la fundación de Congregaciones de terciarios.

Estas congregaciones tenían una organización interna y una serie de celebraciones muy concretas, de forma que no existen apenas diferencias entre ellas a pesar de su lejanía geográfica.  A diferencia de las cofradías, las órdenes terciaras aspiraban a una vida espiritual más intensa, siguiendo el modelo de los fundadores y el carisma propio de la Orden. Por ello, fue muy frecuente que las Congregaciones construyeran sus propias capillas donde poder reunirse y celebrar sus ejercicios y cultos. De todas las erigidas en Cataluña destaca la de Mataró, obra cumbre del arte barroco catalán. La capilla, adosada a la Basílica de Santa María, cuenta con dependencias anejas: la sacristía, la cripta y la sala de juntas, cuyas paredes y bóveda son decoradas con pinturas sobre lienzo.

Virgen de los Dolores, Mataró. Foto: http://www.confrariasantcristdelagonia.org/anecdotas
Presbiterio de la capilla de los Dolores, Mataró. http://www.masmm.org/museu.html

Capilla de los Dolores, Mataró. Foto: http://revistadelmaresme.com/2016/07/20/se-inaugura-la-restauracion-de-la-capella-dels-dolors-de-mataro/
Capila de los Dolores, Mataró. Interior completamente decorado con frescos y grandes lienzos. Foto: http://www.catalunyareligio.cat/ca/articles/finalitza-restauracio-joia-del-barroc-mataronina

Capilla de los Dolores, Mataró. Detalle de un tramo de la bóveda pintada al fresco. Foto: http://bajoelsignodelibra.blogspot.com.es/2014_03_01_archive.html

Sala de Juntas de la capilla de los Dolores, Mataró. Foto: http://gruphistoria-mataro.entitats.mataro.cat

Detalle de la Sala de Juntas de la Capilla de los Dolores, Mataró. Foto: http://bajoelsignodelibra.blogspot.com.es/2014_03_01_archive.html

Detalle de la Sala de Juntas de la Capilla de los Dolores de Mataró. Foto: http://bajoelsignodelibra.blogspot.com.es/2014_03_01_archive.html
Al igual que las cofradías de la Sangre, las congregaciones de los Dolores asumieron la organización de procesiones de Semana Santa. A diferencia de aquéllas, que realizaban su procesión la noche del Jueves Santo, las de los Dolores no tienen un momento fijo: En Besalú (Gerona) la procesión aún se celebra el Viernes de Dolores; en Barcelona tenía lugar la tarde del Domingo de Ramos, mientras que en Gerona salía el Viernes Santo junto a la Obra de la Colegiata de San Félix y la Archicofradía de Pasión y Muerte.

Aparte de este tipo de cofradías, ampliamente extendido por la geografía catalana, existían otras bajo diferentes advocaciones referentes a un misterio o imagen de la Pasión que no responden a un tipo concreto.


Passos o misteris

                Los passos o misteris representan pasajes de la Pasión compuestos generalmente por varias figuras, de tamaño natural o un tercio del natural. El origen de estas composiciones es medieval, y recuerda a los autos sacramentales que hasta el Concilio de Trento se celebraban en las iglesias, de los cuales, aparte de heredar la plasticidad, han heredado la denominación de misteris. Los misterios, de pequeño tamaño, iban montados sobre un baiard o parihuela de unos dos metros de altura, desde cuyo interior eran cargados por un número variable de hombres, generalmente pagados, que realizaban su callada labor ocultos por las faldas de terciopelo. Eran dirigidos por un majoral que guiaba su conducción, avisaba de los peligros, paradas y reposos. Este tipo de andas procesionales reciben el nombre de peanyes en Tarragona y mulassas Gerona. La conducción de los mismos debió ser bastante desigual, lo cual, unido al pequeño tamaño de las mesas, hacía que en su discurrir los conjuntos se tambaleasen mucho. Esto dio lugar al dicho “trontollar més que les figures del misteri” (tambalearse más que las figuras del misterio)[3].

Paso de la Piedad de la Archicofradía de la Sangre de Gerona. Mulassa rematada en una pequeña peana rococó sobre la que se asienta el conjunto. Valentí Fargnoli, 1934. CDRI, ajuntament de Girona. Foto: http://www.pedresdegirona.com/setmana_santa_primers_segle_xx.htm

Paso de Jesús Nazareno, Tarragona. Foto: http://www.mosqueres.org/natzarens/h_000021.html
                Un elemento arquetípico en Cataluña y en gran parte del levante, son las palmas rizadas, también llamadas palmones, bendecidos en la procesión del Domingo de Ramos. Las palmas que llevaban los Obispos u otras dignidades eclesiásticas eran colocadas en la cabecera del misterio del Santo Sepulcro. 
Santo Sepulcro en la Procesión el Santo Entierro, Terrassa, años 40. Destaca por su tamaño el palmón puesto sobre el Sapulcro que desfila bajo palio negro. Foto: https://recordsdeterrassa.wordpress.com/2009/04/12/la-processo-del-sant-enterrament-i-2/
                
Santo Entierro, Valls (Tarragona). Foto: http://www.setmanasantavalls.cat/art-i-silenci/processo-del-sant-enterrament/#iLightbox[santenterrament]/1

           Como explicábamos en el artículo de la carga interior de pasos fuera de Andalucía, este sistema debió gestarse en Barcelona y de aquí se expandió por las principales ciudades catalanas. No obstante, la carga en andas se mantuvo en algunas ciudades, como Mataró. En otros casos como Terrassa, la existencia de pequeños brazos en las esquinas de algunos pasos destruidos en 1936, hacen sospechar la existencia de un sistema de carga mixto.

Paso de Jesús con la cruz a cuestas antes de 1936. Terrassa. En la parte delantera se se pueden ver pequeños brazos con almohadillas. Foto:https://recordsdeterrassa.wordpress.com/2009/04/14/la-processo-del-sant-enterrament-3/
              
Damià Campeny, Paso del Santo Entierro (1816), Santa María del Pi, Barcelona. Foto: http://murallesilturo.blogspot.com.es/2013/06/el-grup-escultoric-del-sant-enterrament.html

         
Damià Campeny, Paso del Santo Entierro (1816), Santa María del Pi, Barcelona. Detalle de José de Arimatea, San Juan y la Virgen. Foto: http://murallesilturo.blogspot.com.es/2013/06/el-grup-escultoric-del-sant-enterrament.html

Damià Campeny, Paso del Santo Entierro (1816), Santa María del Pi, Barcelona. Detalle de la escultura del baiard. Foto: http://murallesilturo.blogspot.com.es/2013/06/el-grup-escultoric-del-sant-enterrament.html
        
Damià Campeny, Paso del Santo Entierro (1816), Santa María del Pi, Barcelona. Detalle de la escultura del baiard. Foto: http://murallesilturo.blogspot.com.es/2013/06/el-grup-escultoric-del-sant-enterrament.html
Es de lamentar la pérdida de la gran mayoría de misterios durante la guerra civil. Por las fotografías conservadas antes de la guerra se observa una desigual calidad; sin embargo, han sobrevivido a la destrucción misterios como el del Santo Entierro de Barcelona, encargado en 1816 por el gremio de revenedors al escultor neoclásico Damià Campeny (Mataró 1771-Barcelona 1855), actualmente conservado en la Basílica de Santa María del Pi. Este misterio muestra el instante en que San Juan, José de Arimatea y Nicodemo cierran la losa del sepulcro mientras la Virgen y la Magdalena lloran la muerte del Señor. Se trata de imágenes de tamaño algo menor del natural, vestidas con tela encolada. Destaca por su calidad el basamento del baiard, de estilo neoclásico que combina relieves de madera en negro y dorado. Destacan también los interesantes relieves de las cartelas realizadas en bronce dorado. Otro misterio conservado en la ciudad Condal es el de la Santa Espina, compuesto por una Dolorosa sentada que sostiene entre sus manos un relicario con una Santa Espina, a la que desde la Edad Media la ciudad profesó gran devoción. El paso, hoy conservado en la Casa de la Seda, fue tallado en 1783 por el escultor Ramón Amadeu (Barcelona, 1745-1821). El misterio cuenta con un basamento tardobarroco con cinco ángeles llorosos y un dosel que cobijaba la imagen de la Virgen. También se salvaron de las destrucciones misterios como el Descendimiento (1766) y la Soledad (1775) de Valls (Tarragona), tallado por el escultor Lluis Bonifás i Massó (Valls, 1730-1786), de la afamada saga familiar cuyas obras llegaron a decorar el Palacio Real de Madrid. En la labor de restitución de la posguerra se crearon misterios de gran originalidad y calidad, como es el Santo Sepulcro de Gerona, diseñado por el arquitecto Joaquim Masramon de Ventós (Olot, 1910 – Gerona, 1987) y tallado en los talleres de Claudio Rius Garrich (Barcelona, 1892-1970), importante imaginero asentado Barcelona. Sobre la carroza, ocho ángeles portan a hombros el Santo Sepulcro precedidos de otros dos con candelabros que piden silencio al paso del Yacente.  Muy destacable fue la labor del escultor Inocencio Soriano Montagut (Amposta, 1893 – Lérida, 1979), de cuyas gubias salieron numerosos misterios de Tarragona como la Flagelación (1947) y el Cristo de la Humillación, también llamado “de los penitentes” (1960). No podemos olvidar la importancia artística de peanyes así como de otros objetos vinculados a los misterios, algunos de ellos de gran calidad. Muy importante fue la labor del arquitecto colaborador de Gaudí, Josep María Jujol i Gibert (Tarragona, 1879 – Barcelona, 1949) para el Gremi de Pagesos de Tarragona. En 1930 diseñó el paso del Santo Sepulcro, tristemente desaparecido en la guerra civil. Afortunadamente pudo salvarse el manto de la Piedad también diseñado por él. Después de la guerra diseñó un nuevo Santo Sepulcro y el paso de la Piedad.
Paso de la Santa Espina, Casa de la Seda, Barcelona. Foto: http://setmanasantamataro.blogspot.com.es/2016/12/la-santa-espina-de-barcelona.html
Paso de la Santa Espina durante una procesión en los años 20. Barcelona. Foto: Cassas i Galobardes, MNAC http://setmanasantamataro.blogspot.com.es/2016/12/la-santa-espina-de-barcelona.html
Paso de la Santa Espina. Fuente: MNAC http://setmanasantamataro.blogspot.com.es/2016/12/la-santa-espina-de-barcelona.html

Paso del Descendimiento de Luis Bonifás, Valls (Tarragona). Foto: http://www.setmanasantavalls.cat/germandats-i-confraries/confraria-del-davallament-de-la-creu/#iLightbox[f4fb2fd86f2ff41fe87]/0
Caudi Rius, Paso del Santo Sepulcro, Gerona. Foto: http://www.juntaconfrariesdegirona.cat/seu_cas.php
Inocencio Soriano Montagut, La Flagelación, Tarragona. Foto: http://www.enelmundoperdido.com/2014/04/semana-santa-tarragona-la-mas-famosa-de-cataluna/
Inocencio Soriano Montagut, Cristo de la Humillación o de los Penitentes, Tarragona. Foto: http://www.enelmundoperdido.com/2014/04/semana-santa-tarragona-la-mas-famosa-de-cataluna/
Josep María Jujol, paso del Santo Sepulcro diseñado en 1930 que fue destruido en la guerra civil. Foto: http://setmanasantatgn.blogspot.com.es/p/confraries.html
Jusep María Jujol, Santo Sepulcro, 1943, Tarragona. Foto: http://www.jesusnatzare.org/Castella/cofradias/gremiolabradores.htm
Josep María Jujol, Piedad, 1944, Tarragona. Foto: http://www.jesusnatzare.org/Castella/cofradias/gremiolabradores.htm

                Otra peculiaridad de las procesiones catalanas, también compartida con otras regiones levantinas, es la forma de portar los crucificados por un solo cargador. Éste se sirve de unos correones de cuero cogidos al pecho para cargar la cruz. El portador debe mantenerla ligeramente inclinada hacia atrás para hacer coincidir el eje de gravedad con el suyo. De esta forma avanza sin necesitar ayuda hasta la siguiente parada, donde los cargadores que le relevan le ayudan a descolgarlo. Estos crucificados pueden llegar a ser de tamaño natural, pudiendo en ocasiones superar los 70 kilos de peso.
Vía Cruis en la Selva del Camp la mañana del Viernes Santo, presidido por un Santo Cristo. Foto: http://www.laselvadelcamp.org/pagina/setmana-santa

                No podemos tampoco olvidar las cruces de Improperios, un elemento que nunca falta en cualquier procesión catalana. Estas cruces, que pueden llegar a ser de gran tamaño, son portadas de la misma manera que los crucificados
Cruz de Improperios, Barcelona, años 20. Foto: Branguli, ANC1-42-N-24865 http://setmanasantamataro.blogspot.com.es/2016/11/les-processons-de-barcelona-als-anys-20.html

                Procesiones

                Las cofradías organizaban en la noche de los principales días de la Semana Santa magnas procesiones en las que desfilaban gran número de misterios, los cuales creaban una secuencia narrativa de la Pasión similar a las de las procesiones de Castilla y Murcia. 

                Para poder llevar a cabo estas procesiones, las cofradías penitenciales se apoyaron en otras cofradías y gremios que se responsabilizaban de portar y alumbrar un misterio. Era frecuente que el gremio se encargara de guardar también el paso, bien en la casa del majoral elegido para desarrollar tal labor, o bien en la casa del gremio. Desde allí eran trasladados a la iglesia desde donde se iniciaba la procesión, a veces unos días antes y en otras ocasiones justo antes de empezar. 

Una figura característica en las procesiones, que desfijaba junto al majoral delante del paso, era el “record”, un niño que, cantando, recordaba a los fieles la concesión de indulgencias al fiel que rezara ante los misterios. Esta tonada tenía la siguiente letra: “Tingeu record i memoria/ de la mort i passió/ de Nostre Senyor,/ Déu Jesucrist./ Qui resarà un Parenostre/ davant d´aquest sant misteri,/ guanyarà tants diez de perdó”[4]. Los misterios que tenían concedidas Indulgencias solían tener una cartela delantera indicando las condiciones y beneficios que se podían obtener al rezar.

 Detalla de un Full de Rengle de la procesión del Jueves Santo de Barcelona. (1816-1850ca). En él pueden verse las vestas, los niños que ayudan a recoger las colas, el paso del Santo Entierro de Damià Campeny, el majoral y el record. Foto: https://ca.wikipedia.org/wiki/Arxiconfraria_de_la_Pur%C3%ADssima_Sang_de_Barcelona#/media/File:FullRengle_2.jpg
Cartela central del paso del Santo Entierro de Damià Campeny. En ella aparece anunciada la Indulgencia concedida al misterio. Foto: http://murallesilturo.blogspot.com.es/2013/06/el-grup-escultoric-del-sant-enterrament.html

                A las procesiones acudían los hermanos y agremiados ataviados con vestas de color negro y capirote armado con cucurulla. La calidad de las telas dependía de la pujanza de cada gremio. Un elemento característico de las vestas y que todavía mantienen muchas cofradías son las colas arrastradas, que en ocasiones llegaban a medir 4 metros y requerían la ayuda constante de un niño que las guiase en curvas y desniveles. 

                Los penitentes participaban en las procesiones de diversas maneras. Unos alumbraban el cortejo, portando hachas de 3 ó 4 pábilos que marchaban en dos filas cubriendo la carrera. Por el centro desfilaban personas, hermanos o no, que realizaban algún tipo de penitencia o promesa, como portar una vela y una cruz con los brazos extendidos, andar con cadenas atadas, cargar cruces o caminar de espaldas. Los disciplinantes también participaban en las procesiones; no obstante, la autoflagelación no se restringía a las procesiones, sino que también tenía lugar en el interior de las iglesias durante la Cuaresma. A pesar de ser celebraciones revestidas de gravedad y seriedad, era tradicional que los participantes repartieran caramelos al público.

Penitentes de la Sangre de Tarragona, portando una vela y una cruz. Foto: http://patrimonifestiu.cultura.gencat.cat/Festes-i-elements-festius-catalogats-o-declarats/Setmana-Santa-i-Pasqua/El-Sant-Enterrament-de-Tarragona
                Son característicos también los grupos de armats o manaies que, vestidos de romanos, abren las procesiones y flanquean algunas imágenes de especial devoción como el Santo Cristo o el Santo Sepulcro. Los personajes bíblicos tienen un papel importante dentro de la paraliturgia procesional. Su inclusión en los desfiles es heredera de los autos sacramentales. Son encarnados por personas que cumplen una promesa, bien como Nazareno portando la Cruz, como una María, o bien como Judas, expuesto a todo tipo de insultos y vejaciones. Hasta el siglo XIX era frecuente la representación teatral de escenas de la Pasión en las iglesias, de hondo calado en toda la zona levantina, y que a la postre se han convertido en espectaculares puestas en escena de gran fama, como es el caso de la Pasión celebrada en Esparraguera.

Misterio del Camino del Calvario de la Procesión de lo Dolores de Besalú (Gerona). Foto: http://www.diaridegirona.cat/comarques/2016/03/19/processo-dels-dolors-damer-besalu/773343.html

Danza de la Muerte, Verges (Gerona). Esta danza es el elemento más famoso de la procesión del Jueves Santo. Foto: http://laprocessodeverges.com/guanajuato-mexic/

                Aparte de estas magnas procesiones, los Vía Crucis también tienen un hondo calado popular. Hasta tal punto están arraigados que podemos decir que constituyen una de las estampas típicas de la Cuaresma y la mañana del Viernes Santo en Cataluña. En el Vía Crucis participa un Santo Cristo mientras los fieles cantan las diferentes estaciones. Es muy popular el canto del Vía Crucis compuesto porLuis María Valls en 1912 con música de Luis Millet i Pagès. Este emotivo canto es también popular en castellano en muchas poblaciones del interior de España. Especial devoción despierta el Cristo de Lepanto de la Catedral de Barcelona, que procesiona en los Vía Crucis de los viernes de Cuaresma.



Santo Cristo de Lepanto, en la Capilla el Santísimo de la Catedral de Barcelona. Foto: http://www.corazones.org/diccionario/lepanto.htm


[1] GALTIER MARTÍ, Fernando: Arte y fiesta en la celebración de la Semana Santa. Desde los primeros cristianos hasta las más antiguas cofradías pasionistas, Zaragoza, 2014, pp. 72-74.
[2] GIRBAL, Enrique Claudio: “Noticias sobre los antiguos gremios y cofradías de Gerona. La Cofradía de la Purísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo”, Revista de Gerona, vol. XI, 1887, p. 1-11. Las constituciones transcritas poro Girbal dicen exactamente (p. 4): “y en la dita ciutat hia moltas personas devotas, que quiscum any en lo dia del Dijous Sant y en remissiò de sos pecats y en conmemoraciò de la Passió y Sanch Sacratíssima de JesuChrist, se disciplinan cercant los monuments, lo nombre y devoció dels quals se te per cert anirá creixent aumentant, si en la Iglesia y Monastir del Cárme, conforme está en Barcelona en Sant Francesch, está instituida y fundada, y perpetuada la dita Santa Confraría de la Sanch de Jesu-Christ”.
[3] AMADES, Joan: Costumari català. El curs d l´any. Vol. II, Barcelona, 1986, pp. 705-706.
[4] Tened recuerdo y memoria de la muerte y pasión de Nuestro Señor Dios Jesucristo. Quien rece un Padrenuestro delante de este misterio ganará tantos días de perdón”. Ibídem, p. 706.

2/06/17

La carga interior fuera de Andalucía

Existe una gran variedad en la forma de cargar los pasos de Semana Santa en todo el territorio español. Podemos clasificarla en tres categorías: interior, exterior y mixta (la mezcla de ambas). La carga interior presenta tres variantes según se cargue sobre la cerviz, un hombro o sobre los dos. La carga exterior presenta dos variantes: sobre un hombro o sobre los dos. A ésta podríamos añadir una tercera: la carga con correón de cuero, cogido a un brazo de las andas, o bien enganchado a la estructura del paso.

En Andalucía la carga interior, en sus diversas variantes, es exclusiva o mayoritaria salvo en el entorno de Málaga y en algunas localidades de Cádiz, Córdoba, Granada, Jaen y Almería, mientras que en el resto de España la carga externa es la usual, sobre andas, tableros, peanas o tronos.

En la actualidad existen dos ciudades fuera de Andalucía donde los pasos son cargados desde el interior siguiendo una forma autóctona: Zamora y Tarragona.

En Zamora el sistema de carga interna se debió implantar en la segunda mitad del siglo XIX, posiblemente tomando como modelo los pasos sevillanos. La sustitución de las antiguas andas y tableros por las mesas procesionales cargadas desde el interior a dos hombros, responde a la renovación estética que experimentaron las hermandades penitenciales desde mediados del siglo XIX. Las cofradías penitenciales, con el respaldo de la burguesía local, encargaron al imaginero Ramón Álvarez la sustitución de los antiguos pasos y la realización de otros nuevos. De forma paralela se crea un tipo de mesa actualmente desaparecido, compuesto por una estructura de gradas doradas de planta cuadrada u octogonal donde se ubicaban faroles, candelabros o fanales para iluminar la imagen. Frente a la riqueza de estos primeros, los pasos de escena con varias figuras desfilaban sobre sencillas mesas rematadas en su parte superior por unos tablones moldurados con ojos de buey que permitían a los cargadores ver desde el interior. A finales del siglo XIX y principios del XX estas sencillas mesas fueron sustituidas por otras con labores de talla mucho más rica, decoradas en su parte superior con tableros profusamente tallados y sin dorar, a modo de respiraderos.

Antigua Dolorosa de la Vera Cruz de Zamora en una mesa con gradas. Foto: http://www.ebay.es/itm/ANTIGUA-POSTAL-VIRGEN-DE-CALVARIO-O-DOLOROSA-SEMANA-SANTA-ZAMORA-CDCP146-/301377772648

Paso de la Cena de la Vera Cruz, Blas González (1820-1821). Foto: http://www.todocoleccion.net/postales-zamora/antigua-postal-semana-santa-zamora-n-2-santa-cena-col-garcia-hermanos~x52769099#sobre_el_lote

En Tarragona los pasos o misterios son portados en peanas decoradas con molduras talladas, artísticos candelabros y ricas faldillas que ocultan a los cargadores.  El sistema de carga tarraconense presenta además una peculiaridad local: los cargadores exteriores que, con unos correones de cuero enganchados a las patas de las peanas, ayudan a los del interior a cargar el paso.

Tarragona. Ensayo del paso de la Oración en el Huerto. Foto: http://setmanasantatgn.blogspot.com.es/2014_02_01_archive.html

Paso de la Soledad. Tarragona. Foto: http://www.tarragonaradio.cat/categoria_noticia/646

Aparte de estas dos ciudades comentadas, existieron otros casos de carga interna fuera de Andalucía hoy desaparecidos.

La Cofradía del Santo Sepulcro de Sigüenza debió portar el paso de la Urna con cargadores ocultos en el interior. El capítulo primero de las ordenanzas fundacionales aprobadas en 1636 especificaba que el Santo Sepulcro “ha de ir todo de negro hasta el suelo que arrastre y lo han de llevar cuatro o seis hombres o los necesarios que han de ir por la parte de dentro sin que se vean y se les ha de satisfacer su trabajo y se han de gobernar por quien se dirá”[1]. Poco más se sabe de este tipo de carga. A principios del siglo XIX se decía en las actas de la hermandad que desde tiempo inmemorial los armados (ataviados con coleto, armadura, faja roja y casco) tenían el derecho de llevar las andas del Santo Sepulcro, con lo cual se deduce que la primitiva carga interior había sido sustituida por la carga exterior en unas sencillas andas. Es probable que ese “tiempo inmemorial” tuviera lugar en las primeras décadas del siglo XVIII, cuando aparecen los armados en la cofradía de la Vera Cruz de la misma ciudad, encargados de portar algunos pasos[2]. Aunque el colectivo de armados no aparecía reflejado en las ordenanzas del Santo Sepulcro, en el siglo XIX se reconoció su entidad dentro del organigrama de la cofradía[3]. Sea dicho de paso que en este cambio no se perdió en originalidad. La forma de llevar las andas con el conocido “paso de armado” (paso marcial corto y raspando el suelo) es la principal seña de identidad de la Semana Santa de la ciudad.

Sigüenza. Santo Sepulcro. Foto: http://www.guadanews.es/noticia/36134/guadalajara/semana-santa-de-siguenza:-devocion-pasion-y-turismo.html



El sistema de carga interior que actualmente se conserva en Tarragona fue común en otras ciudades de Cataluña. Desconocemos cómo se originó este sistema de carga interior, que debió aparecer por primera vez en Barcelona, desde donde se exportó a otras ciudades catalanas, donde ya lo encontramos al menos en el siglo XIX. Lamentablemente, la carga a la catalanacasi ha desaparecido, sustituida generalmente por carrozas.

Gerona. Misterio de la Flagelación, 1934. Valentín Fargnoli. CRDI. Ayuntamiento Gerona: Foto: http://www.pedresdegirona.com/setmana_santa_primers_segle_xx.htm

En Gerona las estructuras de madera sobre las que se portaban los misterios recibían el nombre de mulassas[4]. Éstas, de unos dos metros de altura, eran cubiertas con telas de terciopelo negro decorado con pasamanería, bordados y cordones. En la parte superior de los faldones unos agujeros, similares a los ojos de buey de las antiguas mesas zamoranas, permitían a los cargadores ver desde el interior. En la parte frontal se acostumbraba poner el escudo del gremio que acompañaba el paso. La decoración escultórica de las mulassas se concentraba en los bordes superiores con molduras caladas. Lamentablemente, esta forma de cargar desapareció en Gerona con la restitución de los pasos perdidos en la guerra civil, que desde entonces desfilan en carrozas. Las mulassas debieron implantarse a finales del siglo XVIII o en la primera mitad del XIX, puesto que existen datos de pasos portados sobre andas cargadas desde el exterior. En el año 1731, con motivo del traslado de la Congregación de los Dolores a su nueva capilla, se organizó una solemne procesión en la que tres capellanes y un diácono portaban la imagen de la Virgen de los Dolores[5] y, aunque no se detalla la información, se deduce que conducida sobre andas. En el año 1744 el paso del Santo Sepulcro de la Archicofradía de la Sangre poseía un “baiard” –parihuela- con brazos, con cuatro almohadillas para ser cargado a un hombro por cuatro portadores. En 1780 se confeccionaron ocho almohadillas de terciopelo para los cargadores[6], lo cual hace suponer que la carga todavía era exterior. Este paso es representado en grabados del siglo XIX sobre mulassa.

Mataró. Misterio del Descendimiento destruido en la guerra civil. MASMM. Foto: http://setmanasantamataro.blogspot.com.es/2015/10/mataro-es-queda-sense-el-misteri-del.html
Terrassa. Paso de la Oración en el Huerto destruido en la guerra civil. Foto: https://recordsdeterrassa.files.wordpress.com/2009/04/oracio-a-lhort.jpg

No obstante, la carga exterior también fue habitual, como evidencian las fotografías antiguas, en Mataró y Terrasa. En esta última la existencia de mesas y cuatro pequeños brazos en las esquinas nos hace sospechar la existencia de una variante mixta similar al sistema de carga gaditano (con cuatro horquilleros en el exterior y el resto en el interior).

¿Tienen relación estos ejemplos comentados con la carga interior en Andalucía? Parece que en unos casos sí puede establecerse esta relación.

Tradicionalmente se ha visto la carga interior zamorana como una interpretación de la carga a costal sevillana, dada la fama que a mediados del siglo XIX tenían las cofradías sevillanas fuera del ámbito andaluz[7]. Es sabido que la recuperación del hábito procesional en la cofradía de la Vera Cruz se debió a un viaje realizado por uno de los oficiales a la Semana Santa de Sevilla. En un acta de 1896 se establece el hábito procesional tal y como se conserva hasta hoy en día, de terciopelo morado con capirote armado inspirados en los de las cofradías de la capital hispalense[8].

Es difícil encontrar una relación entre la carga interior catalana y la andaluza. Cataluña atesora desde la Edad Media un acervo cultural y ritual muy rico y personal, por lo tanto es probable que la aparición de misteris cargados desde el interior se deba a causas locales que, por diferentes motivos, se desarrollaron primero en Barcelona y, por emulación, asimilado en las principales ciudades del principado[9].

Barcelona. Full de rengle de la procesión de la Sangre. s. XIX. Foto: https://ca.wikipedia.org/wiki/Arxiconfraria_de_la_Pur%C3%ADssima_Sang_de_Barcelona#/media/File:FullRengle_2.jpg

El caso del Santo Sepulcro de Sigüenza resulta llamativo porque tuvo lugar de forma paralela a la implantación de la carga a costal de los pasos sevillanos[10]. La escasez de datos nos impide establecer una posible conexión entre la carga interior en Andalucía y el caso seguntino. Sin embargo, existe otra posible interpretación que puede justificar esta forma de carga: esta singularidad (el resto de pasos de Semana Santa eran portados en andas) puede estar en relación con la analogía simbólica que existe entre la imagen de Cristo Yacente en el Santo Sepulcro y el Santo Sacramento guardado en el Sagrario[11]. Además, esta simbología quedaba reforzada con el acompañamiento durante la procesión de sacerdotes con sobrepelliz y estola negra, entre los cuales transitaba el paso, de forma similar a como desfila el Santísimo en las procesiones del Corpus[12]. Aparte de la forma de cargar, son llamativas las coincidencias en la evolución de la carga entre el Santo Sepulcro seguntino y los pasos sevillanos. La sustitución de los cargadores interiores pagados por los armados, que ejercían su labor de forma voluntaria, es similar a la sustitución de los costaleros profesionales sevillanos por los hermanos costaleros, que ejercen su labor sin cobrar nada e incluso pagando.

Actualmente, y desde hace algunos años, la carga a costal ha cobrado un gran auge en todo el territorio español. Este sistema de carga sevillano, se está implantando incluso en localidades andaluzas con carga interna autóctona, ocasionando en ocasiones agrias discusiones entre los defensores de una y otra forma. Fuera de Andalucía este sistema ha ido calando poco a poco, de forma que hoy en día es posible ver pasos a costal en capitales del norte de España como Oviedo, Valladolid o Zaragoza. Al igual que ocurre en Andalucía, este proceso de asimilación ha generado debate, especialmente en localidades cuyas manifestaciones procesionales son un signo de identidad de hondo calado general.

Oviedo. Salida del paso de la Hermandad de los Estudiantes. Foto: http://www.viajablog.com/devocion-en-la-madrugada-la-hermandad-de-estudiantes-de-oviedo/
No siempre la implantación de la carga a costal ha provocado un rechazo generalizado acompañado de polémica. En ciudades como Madrid, la carga a costal va imponiéndose como forma de carga habitual, siendo ya más los pasos que se cargan con este sistema que los “anderos” desde el exterior. 




[1] ORTEGO GIL, Pedro: “La Cofradía del Santo Sepulcro de Sigüenza”, Cuadernos de etnología de Guadalajara, 25 (1993), p. 67.
[2] Cfr. ORTEGO GIL, Pedro: Historia de la Cofradía de la Vera Cruz de Sigüenza. Madrid, 2009, pp. 106-123.
[3] Ibídem. pp. 33-34.
[4] AA.VV.: Girona. La Processó de Setmana Santa, Girona, 2015. p.25
[5] FONT SÁNCHEZ, Joan: “El culte a la Mare de Déu dels Dolors”, Junta de Confraries. Programa Oficial 2005. Girona, 2005, pp. 58-61.
[6] GRAHIT I GRAU, José: “Los Santos Sepulcros y la Cofradía del Santo Sepulcro, de Gerona”, Programa oficial de la Junta de Cofradías de Gerona 1960. Gerona, 1960.
[8] (JARAMILLO GUERREIRA, Miguel Ángel; CASQUERO FERNÁNDEZ, José Andrés: La cofradía de la Santa Vera Cruz de Zamora. Historia y Patrimonio artístico. Zamora, 2009, p. 64). Esta novedad debió resultar llamativa en Zamora, pues por aquel entonces la única cofradía que conservaba el hábito penitencial era la congregación de Jesús Nazareno vulgo “la Congregación”, de holandilla negra, con cordón a la cintura y capirote romo, cuya hechura y calidad distaba mucho del esplendor y magnificencia de los nuevos hábitos.
[9] AMADES, Joan: Costumari catalá. El curs de l´any. Vol. II, Barcelona, 1986, p. 788.
[10] La aparición de la carga interna a costal en Sevilla debió surgir en las primeras décadas del siglo XVII y asentarse en la segunda mitad del siglo XVII con la aparición de las grandes andas procesionales de parihuela y canastilla tallada. En los inventarios de la hermandad del Gran Poder se ha comprobado la desaparición de las horquillas, imprescindibles para posar el paso en las paradas, justo cuando la hermandad adquiere el paso procesional de Ruiz Gijón Cfr. OLLERO TASSARA, Alejandro; LEÓN VÁZQUEZ, Luis: “Capataces y costaleros”, Sevilla Penitente, Tomo III. Sevilla, 1995. pp. 127-132. RODA PEÑA, José: “El paso procesional. Talla, dorado y escultura decorativa”, Sevilla Penitente, Tomo II. Sevilla, 1995. p. 8.
[11] En el siglo XVI se creó una tipología de Cristo Yacente en cuyo costado se aloja un viril sobre la llaga del para recibir el Santo Sacramento, de forma que la imagen, con el Santísimo expuesto recibe culto de adoración. En el convento madrileño de las Descalzas Reales se conserva un Cristo de esta tipología atribuido a Gaspar Becerra que, en la mañana del Viernes Santo es sacado en procesión por el claustro del convento. Los elementos y signos propios de la adoración eucarística se asimilaron a la veneración del simulacro de Cristo yacente en el Santo Sepulcro. Fue usual, y hoy en día es todavía habitual, cubrir con palio la imagen del Santo Sepulcro durante la procesión. En Gerona, hasta la guerra civil, el Santo Sepulcro era recibido de rodillas a su paso por las calles de la ciudad, del mismo modo que se hacía con el Santísimo en la procesión del Corpus. El Santo Sepulcro de la antigua colegiata de San Félix de esta misma ciudad, solo era mostrado a la veneración de los fieles el día que este templo celebraba su procesión del Corpus. Incluso, la forma en que a veces se mostraba a los fieles esta imagen era similar a como se mostraba el Santísimo: el Santo Sepulcro de la Archicofradía de la Sangre de Gerona se mostraba hasta el siglo XVIII en una urna con cortinas de gasa en lugar de los habituales cristales, una forma de evocar el misterio más propia del Santo Sacramento (GRAHIT I GRAU, José: “Los Santos Sepulcros y la Cofradía del Santo Sepulcro, de Gerona”, Programa oficial de la Junta de Cofradías de Gerona. Gerona, 1960). En las procesiones de Semana Santa rurales se aprecia con mayor evidencia la diferencia y excepcionalidad de los pasos del Santo Sepulcro, piezas ricamente talladas, doradas y policromadas en contraste con las andas del resto de imágenes sin decoración y pintadas de negro.
[12] La forma de cargar la custodia en las procesiones del Corpus de algunas ciudades ocasionó algunos problemas, puesto que el Santísimo sólo debe ser portado por sacerdotes o diáconos. El gran peso de algunas custodias de asiento obligó a buscar soluciones que aliviaran la gran carga que suponía para los sacerdotes portar la custodia durante la procesión. En Sevilla un grupo de costaleros ayudaba a cargar a los sacerdotes que lo hacían desde fuera. En Toledo la custodia era portada hasta el siglo XVIII por 12 ó 16 sacerdotes o diáconos (RODRÍGUEZ DE GRACIA, Hilario: “El Corpus de Toledo.Una fiesta religiosa y profana en los siglos XVI y XVII”, Zainak 26(2004), pp. 398-400). Finalmente las carrozas triunfales se acabaron imponiendo en el siglo XVIII como forma más adecuada y segura, sin necesidad de recurrir a cargadores que no eran sacerdotes.