Los toques de campanas en España se basa en ritmos que transmiten
una información, en contraposición con los del norte y centro de
Europa, fundamentados en la melodía, sin transmisión de
información. La finalidad informativa obliga a crear diferentes
repertorios de toque y a desarrollar diferentes técnicas que
enriquecen el código lingüístico.
1- Repiques: toques con el badajo.
El repique, toque con badajo, es posiblemente el que mayor variedad
ofrece, puesto que el campanero controla directamente el badajo
imprimiéndole diferente ritmo e intensidad. Los repiques pueden
realizarse con una campana, generalmente para indicar señales
diarias o sencillas, o bien con dos o más, lo cual implica un hecho
de mayor trascendencia e importancia.
En España suelen distinguirse dos formas generales de repique,
asociadas a las dos grandes tradiciones campaneras: la forma
aragonesa y la castellana. En la primera se emplean todas las
campanas de la torre con diferentes cuerdas, dispuestas de tal manera
que el campanero usa unas u otras o todas utilizando los brazos e
incluso los pies. La forma castellana se diferencia de la anterior en
que sólo se usan dos campanas, una con cada mano. Los badajos se
suelen pegar mucho al bronce de forma que aprovechen el rebote de la
vibración, como sucede con el redoble de tambor. Son repiques muy
precisos y de gran brillantez. Existen coplillas que sirven como
referencia a los campaneros para interpretarlos. Entre ellas, son
famosoas “la Molinera” y el “Tentenublo”. La primera viene a
decir “Molinera muele pan muele pan...”, y se usa para los
repiques de fiesta. Es muy conocida en pueblos del norte (como Burgos
o Salamanca) y del sur (Albacete). El “Tentenublo” (o
“tintilinublo”, “tantarantán” etc) hace mención a la letra
del conjuro que el campanero repetía mentalmente y que le servía
para “hacer hablar” a las campanas. Una letra muy difundida y
famosa es aquella que dice “Tente nublo tente tu, que Dios puede
más que tú, si eres agua ben acá, si eres piedra vete allá”.
Simeón Millán repicando en la Basílica del Pilar de Zaragoza (1940), foto: http://campaners.com/php/campanargran.php?numer=159902
Repic d'avis a processó, Puçol, Valencia.
Caudete (Albacete). La forma de repicar las campanas de esta localidad está en consonancia con la tradición aragonesa. Obsérvese como el campanero maneja el toque de todas las campanas con las dos manos y con el pie.
Quintanilla de las Viñas (Burgos), repique de campanas a la forma castellana, una con cada mano y pegando mucho los badajos. Foto: José Carlos Calanda, http://www.jccanalda.es/jccanalda_doc/jccanalda_alcala/artic-alcala/artic-ssnn/quintanilla.htm
Calzada de Valdunciel (Salamanca), repique "la Molinera".
Podemos
hablar también de una tercera forma de repique: el repique con
pedales. Esta forma, empleada para tañer campanas de gran tamaño,
sólo existe en zonas, generalmente del norte, que en el pasado
tuvieron una fluida comunicación con Francia. El campanero se sienta
y presiona con sus pies cada uno de los pedales, golpeando una u otra
campana. Este sistema es todavía empleado en Cervera (Lleida) para
tocar el repique conocido como Bilandó.
Cervera (Lleida), pedales para repicar. Foto: http://locarranquer.blogspot.com/2016/06/
Cervera (Lleida). El Bilandó se encuentra entre 1,17 y 2,24.
2- La campana en movimiento: el balanceo y el volteo
Existen
diferentes maneras de tocas una campana en movimiento, las cuales
están asociadas a un mensaje concreto. En el anterior artículo
expusimos las diversas formas que hay de balancear una campana, con
mayor o menor altura, pero aparte de estas formas está el volteo, es
decir el giro completo y continuado de la campana. Esta forma de
toque es exclusivo de la península Ibérica y de toda América
latina. Su origen debió tener lugar en el siglo XVI como una
evolución del balanceo, del mismo modo que en este momento
comenzaron a esbozarse nuevas formas de toque en Europa, como por
ejemplo el sistema inglés change
ringing o
el sistema boloñés en Italia (en ambos se dejan las campanas
paradas boca abajo).
Change ringing
Campanas de la Catedral de San Pedro de Bolonia (Italia)
El volteo introduce unas novedades rítmicas y sonoras hasta entonces
desconocidas:
El balanceo de las campanas produce un ritmo binario. En el balanceo
bajo los golpes son seguidos (tan...tan...tan...tan), mientras que
en el balanceo alto (“empinando”, o tocandolas “a pino”,
como se denomina en los documentos antiguos) hay mayor distancia
entre los dos golpes, y éstos son más sonoros
(TAN........TAN.........TAN.......TAN). Además se pueden hacer
combinaciones mucho más ricas al poder parar la campana boca abajo.
El volteo produce un ritmo ternario formado por dos golpes y un
silencio. El primer golpe, producido cuando el badajo cae, es mucho
más sonoro, mientras que el segundo resulta más seco, al quedarse
el badajo pegado al bronce mientras sube la campana
(TAN...tan...__...TAN...tan...__).
Tanto en el volteo como en el balanceo, los golpes son matizados por
la colocación de las campanas en los ventanales, de forma que los
que suenan en el interior son recogidos y mejor expandidos que los
producidos en la parte exterior.
Se
desconoce el origen exacto del volteo. Tradicionalmente, suele
tomarse como referencia el acta capitular de la catedral de Valencia
fechado en 1559. En él el cabildo de la Seo valenciana acuerda la
modificación del yugo de la campana María (la mayor de las
litúrgicas del templo) para permitir su volteo. Hasta entonces debía
oscilar hasta quedarse parada boca abajo. Se ha atribuido la
introducción del volteo en la catedral de Valencia al Arzobispo José
de Ribera (hoy santo), conocedor de esta tradición en su tierra
natal, Sevilla1.
Su origen en tierras sevillanas no debió ser mucho más antiguo,
pues en las reglas de tañido de la Giralda fechadas en 1533, se
habla de una campana tocada “a pinos”, pero no de volteo2.
MORELLÓ i NART, Joaquim / Arxiu Fotogràfic Centre Excursionista de Catalunya, Un home i un nen a l'interior del campanar de la Giralda, amb les campanes, 1918. En la toma pueden verse las campanas de la Giralda ante de su mecanización, cuando todavía eran tocadas a mano con sus primitivos yugos de madera y las cuerdas que permitían el volteo.
Campana María, Catedral de Valencia. Foto: Salomé López (2009) http://campaners.com/php/cat_fotos_campana.php?numer=571&pag=12. El yugo de esta campana fue el original que en la reforma de 1559 permitió el volteo. Sirvió de modelo para el resto de yugos valencianos.
Catedral de Valencia. Volteo de la campana junto a otras dos.
En
torno a estas mismas fechas, (último cuarto del siglo XVI), aparecen
mencionados en el entorno de Valladolid “enejadores” encargados
de poner yugo a las campanas “al uso nuevo”, “para que puedan
andar a pino”3.
Entendemos por tanto, que de forma paralela a la implantación del
volteo en Valencia, en Castilla se empezaron a construir yugos con
mayor contrapeso que permitiesen tocarlas hasta llegar a la vertical
e incluso pararlas. No podemos afirmar que esta novedad técnica
suponga la introducción del volteo en tierras castellanas pues el
uso que por aquel entonces se hacía de tocar a pino o “empinar”
alude a un balanceo alto parando la campana boca abajo4.
Nos inclinamos a pensar que el volteo debió asimilarse
posteriormente.
Esquilón de la iglesia del Salvador (Valladolid). Este tipo de yugos contrapesados deben ser los que se mencionan en los documentos como "al uso nuevo". Foto: Daniel Platero Sanz (2014) http://campaners.com/php/campanagran.php?numer=159838
A
medida que se va conociendo más sobre los toques tradicionales en
España, se está advirtiendo que el volteo no estaba tan extendido
como en un principio se podía pensar. Era ya sabido que en algunas
zonas, como Cataluña o el antiguo arzobispado de Toledo, las
campanas se oscilaban hasta dejarlas invertidas; sin embargo, se ha
ido progresivamente comprobando que no son casos aislados: en la
catedral de Ciudad Rodrigo las campanas se tocaban a medio vuelo,
dejándolas en ocasiones paradas a pino gracias a una prolongación
de la parte superior del yugo. En Salamanca los yugos muestran
similar prolongación que debió tener la misma utilidad. Elementos
parecidos, pero de hierro y en forma de cuerno, aparecen en
catedrales tan dispares como Zamora y la Seo de Zaragoza. En ésta
ultima sabemos que las campanas, en algunos toques, eran “pingadas”,
es decir, paradas boca abajo5.
Campana de San Cayetano, Catedral de Ciudad Rodrigo. Foto: Llop i Bayo, Francesc http://campaners.com/php/campanagran.php?numer=70471 . La campana después de restaurarse estuvo expuesta en la feria de patrimonio ARPA celebrada en Valladolid en 2012.
Sermonera Mayor, Catedral de Zamora. Foto: Álvaro Muñoz, Mari Carmen; Llop i Bayo, Francesc, http://campaners.com/php/campanagran.php?numer=44210. Detalle del cuerno que hace tope con la cuerda y permite parar la campana boca abajo.
Campana mediana de la calle Pabostría, Seo del Salvador, Zaragoza. Foto: Álvaro Muñoz, Mari Carmen; Llop i Bayo, Francesc, http://campaners.com/php/campanagran.php?numer=11861. Observense los cuernos metálicos en la parte superior del yugo.
Por
tanto, la introducción del volteo en las catedrales fue un proceso
lento y relativamente reciente. Sirva de ejemplo la catedral de
Segorbe, que a pesar de pertenecer a la provincia eclesiástica de
Valencia, una de las ciudades donde más desarrollo técnico alcanzó
el volteo, este sistema de toque no se introdujo hasta finales del
siglo XVIII6,
casi doscientos años después de ser asumido en Valencia. Parece que
algunos cabildos catedralicios, celosos de preservar su ceremonial y
sus tradiciones, o bien porque lo consideraron peligroso para el
campanero y la propia campana, no fueron favorables a esta
innovación. Las catedrales que lo introdujeron lo hicieron con
ciertas reservas y supicacias7.
El fabriquero de la catedral de León se quejaba en 1835 de la
rotura de dos campanas preguntándose si ésta ha sido causada por la
nueva forma de tocar a vuelo. Entendemos que esa nueva forma de toque
se corresponde con el volteo8.
Catedral de Segorbe (Castellón9, volteo de campanas. Foto: http://www.mecd.gob.es/cultura-mecd/areas-cultura/patrimonio/mc/eupa/2013/actividades-2013/Comunitat-Valenciana/Segorbe.html
Campanas Sardineras. Catedral de León. Foto: Álvaro Muñoz, Maricarmen; Llop i Bayo, Francesc http://campaners.com/php/campanargran.php?numer=34874.
En
el ámbito parroquial, especialmente el rural, el volteo de campanas
debió tener mejor acogida, aunque no siempre de forma generalizada.
Suárez Pérez señala que en la provincia de León había pueblos
donde se volteaban las campanas para las fiestas y otros en los que
sólo oscilaban9.
En el antiguo arzobispado de Toledo el balanceo de campanas estuvo
muy asentado como bien demuestran los toques de Yepes (Toledo)10,
cuyas campanas eran balanceadas en ocasiones hasta la vertical, pero
sin llegar a girar. Similar situación encontramos en otras
localidades del mismo arzobispado en Guadalajara y Albacete. La
difusión no generalizada del volteo debió tener lugar en fechas
relativamente recientes, años después de la posible introducción
del volteo de las campanas pequeñas de la catedral Primada (en torno
a 1850)11,
en la segunda mitad del siglo XIX e incluso las primeras décadas del
siglo XX.
Campana "del Montón" de la iglesia parroquial de Torija (Guadalajara). La imagen es anterior a la última restauración. El yugo sigue el esquema habitual en el antiguo arzobispado de Toledo cuyo equilibrado estaba diseñado para porner las campanas a pino.
Campana Santa María, Alpera (Albacete). Foto: http://www.alpera.es/index.php?option=com_content&view=article&id=472:2014-11-05-16-44-13&catid=36:anuncios
Por
tanto, podemos decir que, salvo en zonas donde ya estaba arraigado el
volteo en torno al siglo XVII, el resto fue paulatinamente
asumiéndolo, especialmente desde el siglo XIX en adelante.
Las
campanas se pueden voltear a mano o con cuerda:
En el volteo a mano la campana es impulsada en la parte superior del
yugo cuando se encuentra abajo. Según la altura a la que se
encuentre la campana el sentido de giro es hacia afuera o hacia
dentro. Hacia afuera se voltean las campanas situadas a poca altura
del campanero; hacia dentro las que se encuentran a una altura
mayor, cuando la parte superior del yugo pasa a la altura de los
ojos.
Ermita San Antón, Ezcaray (La Rioja), volteo a mano.
Albaida (Valencia), volteo de campanas con cuerda. Las pequeñas son volteadas con cigüeñal.
El volteo con cuerda consiste en enrollar y desenrollar una o varias
cuerdas en los brazos del yugo. Esta técnica adquirió su mayor
perfección y brillantez en Valencia y en Sevilla (las dos zonas
donde empezaron a voltearse las campanas), donde además se
configuraron normas técnicas y estéticas muy concretas que serán
explicadas en próximas entregas con mayor detenimiento. Esta
técnica también existía en otras zonas de España.
Aparte
de estas dos formas principales, existen otras: con cigüeñal,
impulsando el yugo con los pies o palos, o con cuerdas rodeando el
brazo como si fuera un falso cigüeñal.
Encinas de Esgueva (Valladolid), volteo con los pies.
1-
Cfr: ÁLVARO MUÑOZ, Mari Carmen; LLOP i BAYO, Francesc: “La María
(11)-Catedral de Santa Maria-VALÈNCIA-COMUNITAT VALENCIANA”
http://campaners.com/php/campana1.php?numer=571
(última consulta 27-04-2017).
2-RUBIO
MERINO, Pedro: Reglas del tañido de las campanas de la Giralda
de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla 1533-1633. Sevilla,
1995, pp. 42-85. En esta obra se publican dos reglas de toque, la
primera redactada por Mateo Fernández, sacerdote. La segunda,
redactada por el Lic. Sebastián Vicente Villegas en 1633, ordena
los toques tras la ampliación la ampliación de Hernán Ruiz II que
dio cabida a un mayor número de campanas. Esta regla, con leves
ampliaciones posteriores, se ha mantenido en vigor hasta el siglo
XX.
3-
ROJO VEGA, Antonio: “Maestros de fundir y enejar campanas”,
artículo inédito, p. 7. Citado por ALONSO PONGA, José Luis;
SÁNCHEZ DEL BARRIO, Antonio: La Campana. Patrimonio sonoro y
lenguaje tradicional. La colección Quintana de Urueña. Valladolid,
1997, p. 38.
4-
En reglas de tañidos castellanas y andaluzas se habla con
frecuencia de tocar a pino o empinar, e incluso se llega a denominar
esta forma como tocar a vuelo, cuyo uso actual se asimila al volteo.
En el diccionario de Covarrubias (COVARRUBIAS, Sebastián: Tesoro
de la lengua castellana o española,
Madrid, 1611) la última acepción de pina dice así: “empinar la
campana, o tañerla a pino, es levantarla en alto”.
7-
El volteo exige para ser bien tocado requiere una instalación muy
concreta y un equilibrado del yugo bien calibrado como el que se
desarrolló en zonas como Valencia o Sevilla. Los yugos y las
instalaciones de otras zonas de España evidencian que su asunción
no supuso la modificación de las instalaciones y los yugos
diseñados para “tocarse a pino”. Estamos pensando, por ejemplo,
en el antiguo arzobispado de Toledo, donde hasta el siglo XX se han
fabricando yugos de madera que no estaban diseñados para el volteo,
aunque por muy reciente asimilación se hubiera introducido esta
forma de toque, generalmente asociada a la mecanización de las
campanas.
8-
El Acta del cabildo ordinario de 17 de junio de 1835 dice
exactamente: “El señor Fabriquero hizo presente se havían roto
dos campanas en pocos días y después de haver tratado si seria la
causa de esta pérdida el nuevo modo de tocarlas, que havía
entablado el señor Lafuente, y si seria mejor tocarlas como se
hacía antes, ó a vuelo como al presente, se puso á botacion y la
mayoría convino en que el señor Lafuente continue como ya tiene
acordado el cabildo anteriormente con el cuidado de las campanas, y
el modo como se han de tocar, encargandole que el cabildo espera
obrara con la pacidencia que le es tan propia.”SÁNCHEZ DEL
BARRIO, Antonio; ALONSO PONGA, José Luis: Las campanas de las
catedrales de Castilla y León.
Valladolid, 2002, p. 301.
9-
SUÁREZ PÉREZ, Hector-Luis: “Las campanas en las comarcas
leonesas”, Las campanas: cultura de un sonido milenario. Actas
del I Congreso Nacional,
Santander, 1997, pp. 369-396.
Uno
de los aspectos más llamativos de la tradición cultual cristiana,
concretamente la Católica, es que, en su afán por universalizar a
través de normas y rúbricas el ritual, no haya incluido en ellas el
toque de campanas. Esto ha permitido la existencia de diferentes
tradiciones de toque. Aunque, como veremos más abajo, las campanas
son empleadas para múltiples usos, en este artículo nos centraremos
en los toques tradicionales, caracterizados por el tañido manual en
vistas a crear un mensaje.
Lamentablemente,
debido a múltiples causas, los toques manuales han ido
progresivamente desapareciendo, siendo sustituidos por toques
mecanizados. Podemos hablar de características nacionales, sin
embargo no existe una sola tradición, sino tantas como catedrales,
pues fueron sus campanarios los modelos a seguir por las parroquias
de su jurisdicción.
1.-
Morfología de las campanas
Las
campanas son instrumentos musicales fruto de una compleja técnica
metalúrgica que ha evolucionado y se ha perfeccionado con el paso de
los siglos. El bronce es, desde la antigüedad, la aleación más
frecuente empleada para su fundición, en una proporción aproximada
de 20% de estaño y 80% de cobre1.
En
España se distinguen dos tipos de campanas según su perfil. Las de
perfil esquilonado y las romanas. Las primeras siguen el perfil
estilizado habitual en Europa, de hombros estrechos, mientras que las
segundas presentan una forma más cerrada, con hombros muy anchos.
Aquellas producen un sonido mucho más sonoro, mientras que el de las
romanas es más seco y ronco. Éstas últimas sólo existen en la
mitad norte de España correspondiente a la antigua Corona de
Castilla.
La Cabrera (Guadalajara), a la izquierda campana romana y a la derecha una esquilonada.
Se
distinguen diferentes partes en las campanas: la corona, el hombro,
el tercio, el medio, el medio pie y el pie2.
La corona está compuesta por las asas de enganche, cuyo número y
disposición varía en función del peso del bronce. Las campanas de
100-120 kilos tienen tres asas en sentido transversal al eje,
mientras que las de mayor peso requieren mayor número de asas. Lo
habitual en España es la disposición en siete asas, sumando dos
pares transversales a las tres centrales. La arista entre el medio
pie y el pie corresponde en el interior con el punto donde golpea el
badajo, que es el de mayor grosor de toda la pieza. El perfil, el
grosor de las paredes y el diámetro de la boca determinan el sonido.
Trazado del perfil de una campana. Foto: http://campanasquintana.es/diseno-y-fundicion/#prettyPhoto/0/
La
percusión del badajo genera
multitud de notas parciales, siendo cinco las principales:
nota base (también llamada Hum, es
la de mayor duración), prima o fundamental (una octava por
encima de la nota base), nominal (una octava por encima de la prima).
Entre la prima y la nominal suenan una tercera menor y una quinta. La
técnica de afinación de campanas, consistente en la eliminación de
materia en las zonas donde se generan cada uno de los parciales. Tuvo
su origen en el siglo XVI en el norte de Europa, donde se asentó la
tradición de carillones. Estos grandes instrumentos musicales son
tocados por un carillonista que interpreta melodías musicales con un
gran teclado. La estructura musical antes mencionada se produce
realmente en campanas afinadas en las que a cada campana se le asigna
una nota; sin embargo, no es tan exacta en muchas de las campanas de
nuestra geografía, especialmente en las romanas, cuyo perfil genera
otro tipo de sonoridad3.
La afinación de campanas es ajena a la cultura campanera española.
Hasta prácticamente el siglo XX sólo existieron dos carillones, uno
en el palacio de Aranjuez y otro en el Monasterio del Escorial, ambos
mandados construir por Felipe II. Estos instrumentos, considerados
por sus contemporáneos como una rareza, no tuvieron ningún tipo de
repercusión. No obstante, desde la Edad Media se tiende a armonizar
los conjuntos (estableciendo por ejemplo intervalos sonoros de una
tercera entre campanas consecutivas en tamaño), sin que por ello
podamos hablar en sentido estricto de afinación.
Afinado de campana mediante torneado interior. Foto: http://campanasquintana.es/afinado/#prettyPhoto/0/
Los
territorios de la antigua Corona de Aragón se nutrieron desde la
Edad Media de fundidores provenientes principalmente de Francia y
otras partes de Europa (por ejemplo la recientemente desaparecida
fundición Barberí tuvo su origen en unos fundidores de campanas
italianos que se establecieron en Olot -Gerona- en el siglo XVI4).
El origen de estos fundidores explica su mayor cercanía sonora con
la tradición europea. En cambio, los territorios de la antigua
Corona de Castilla (junto con Navarra), fueron atendidos por
fundidores cántabros provenientes de la comarca de la Trasmiera5
que con la llegada del buen tiempo se desplazaban al oeste, al sur y
al este para fundir o refundir campanas allí donde se necesitasen
sus servicios. Estos fundidores itinerantes trabajaron principalmente
en toda la cornisa cantábrica, Navarra, Castilla y León, y
Castilla-la Mancha. Sus servicios también llegaron a Estremadura y
Andalucía y en menor medida a los territorios de la antigua Corona
Aragonesa. También trabajaron en Portugal y en el sur de Francia.
Estos fundidores crearon una tradición sonora diferente a la
europea, fruto de la cual se mantiene activa la fundición de
campanas romanas, cuyo perfil desapareció del resto de Europa en la
Edad Media.
Rutas de campaneros cántabros en el siglo XVII. PELLÓN GÓMEZ DE RUEDA, Adela MAría: Campaneros de Cantabria ...p. 126
2.-
Instalaciones tradicionales
Las
campanas necesitan un conjunto de artefactos y objetos para poder
emitir su sonido que además determinan muchos otros factores
sonoros, acústicos y rítmicos. Entendemos por instalación
tradicional al conjunto de objetos que permiten el sonido de la
campana, y son el resultado del esfuerzo y tanteo de siglos de
experiencia. En un sentido amplio incluimos también aspectos
aparentemente secundarios como la ubicación o la altura de las
campanas en los campanarios. Como contraposición a las instalaciones
tradicionales, están las instalaciones industriales, que desde los
años sesenta del siglo XX vienen sustituyendo a las primeras. Su
implantación tuvo lugar cuando los antiguos oficios (fundidores
itinerantes, carpinteros locales encargados de construir yugos y
campaneros) desaparecieron, siendo sustituidos por empresas de
fundición e instalación de campanas con planteamientos
estrictamente técnicos. Estas empresas fueron las introductoras de
la electrificación de las campanas. Por tanto, es imposible hablar
de toque tradicional si obviamos la instalación tradicional6,
pues ambos van íntimamente unidos.
LACOSTE, José, Interior del campanario de la Catedral de Toledo, principios del siglo XX, IPCE. Fuente: http://toledoolvidado.blogspot.com.es/2014/07/las-mejores-fotos-toledanas-de-j.html. Esta imagen muestra todos los elementos de una instalaión tradicional, yugos de madera, badajos, cuerdas, estrutura interna de madera, incluso un excepcional artefacto que permitía el toque de la campana "Gorda", la más grande de toda España.
Las campanas de la catedral de Barcelona fueron las primeras en mecanizarse de toda España en la década de los veinte. Fueron dotadas de yugo de hierro con motor de volteo continuo, contraviniendo la secular forma de tocarlas "a seure", a pino, sin que giren de forma continuada. Foto: http://campaners.com/php/textos.php?text=1002
Los
objetos básicos que permiten el sonido de la campana son el yugo y
el badajo.
El
yugo es el armazón de madera y herrajes unido a la campana
que permite su movimiento. Existen dos tipos básicos de yugo, los
que tienen contrapeso de madera (a veces incluyen piedras) y los que
carecen de contrapeso. El primer tipo es propio de campanas que
pueden balancearse o voltear. El segundo, en España, se utiliza para
campanas fijas que se tocan solo con el badajo. El diseño del yugo
varía según el área geográfica. Se trata de piezas de gran
interés patrimonial, en ocasiones mayor que la propia campana.
Lamentablemente, la industrialización acabó con las peculiaridades
locales, siendo sustituidos los tradicionales yugos de madera por
otros de hierro seriados. Además, el paso de los años ha demostrado
el efecto pernicioso de los yugos industriales de hierro, que han
causado la rotura de no pocas campanas. Presentan además otros
problemas, como la desvirtuación sonora de la campana (distorsionada
por la transmisión de la vibración al yugo). Asimismo, se ha
demostrado que los yugos de hierro transmiten vibraciones al muro,
causando serios perjuicios a la fábrica de los campanarios7. Aunque la madera pueda parecer mucho más frágil que el hierro, con una buena conservación puede llegar a durar siglos. En cambio, la vida útil de los yugos de hierro es mucho más corta, no superando en muchos casos los cincuenta años.
El yugo de la campana "San Pedro" de Burgo de Osma (Soria) es posiblemente uno de los más artísticos conservados en España. Foto: http://palomatorrijos.blogspot.com.es/2009/05/apeo-de-las-campanas-de-la-catedral-de.html
Covaleda (Soria), campana completamente mecanizada con motor de volteo y martillo elétrico. Foto: https://historiadecovaleda.wordpress.com/2015/09/18/las-campanas-de-covaleda/
El
badajo consiste en una barra de hierro rematada en forma de
pera que golpea el interior del bronce. En algunas ocasiones está
compuesto por una caña de madera con bola de hierro. Su parte
superior remata en un ancla o en una anilla en la que se ata una
badana de cuero o una cuerda al asa badajera de la campana.
Junto
a éstos existen otros objetos que permiten el toque como son las
palancas, cuerdas, garruchas etc.
Catedral de Valencia. Disposición de cuerdas que permite el toque de todas las campanas. Foto: http://360gradospress.com/not/104167/
No
podemos tampoco olvidar las torres y las espadañas
que, desde su altura, difunden, potencian y dirigen el sonido de las
campanas. Para mejorar la acústica de estas construcciones era usual
recurrir a soluciones arquitectónicas como las bóvedas o falsas
bóvedas en el interior de las torres, destacando por sus cualidades
la baída (muy empleada en Valencia). Existen otros sistemas menos
sofisticados pero igualmente efectivos, como son los cerramientos
totales o parciales de ventanales con muros, tapias o tablones para
encerrar el sonido y proyectarlo con mayor potencia al exterior. Por
otro lado la ubicación y altura de las campanas ha de ser acorde con
las cualidades sonoras de cada una de ellas. En Valencia, por
ejemplo, las campanas grandes se ubican en los ventanales del
campanario, mientras que las campanas más pequeñas se colocan en el
interior y a gran altura8.
Sevilla. Interior del campanario de San Bartolomé cubierto con bóveda baida.
Albaida (Valencia). en la parte superior podemos observar las campanas pequeñas situadas en el interior y en lo alto, pegados a la bóveda de la sala. Obsérvense también los cerramientos inferiores que, junto a la bóveda recogen el sonido. Foto: http://www.noticiascv.com/albaida-tanca-esta-vesprada-les-seues-festes-amb-el-volteig-manual-solemne-de-les-campanes/
Valencia, Torre del "Micalet". Los ventanales de la sala de campanas están cerrados hasta media altura por unos portones de madera que recogen el sonido. Foto: https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Ventanales_de_la_sala_de_campanas_de_la_torre_del_Miguelete_o_Micalet,_de_la_catedral_de_Valencia,_Espa%C3%B1a.JPG
Ávila. En esta postal antigua de la catedral podemos ver como los ventanales estaban tapados casi hasta media altura por un muro aparentemente de tapial. Como curiosidad, las campanas están "empinadas". Foto: http://www.todocoleccion.net/postales-castilla-leon/antigua-postal-avila-catedral-vista-general-fototipia-hauser-menet-no-circulada-e~x26668376
3.-
El lenguaje de las campanas
Debido
a la aparición de nuevos medios de comunicación de masas, las
campanas han dejado de estar tan presentes en las vidas de las
personas. Por lo general se piensa que sólo sirven para avisar y
convocar, para llamar generalmente a Misa; sin embargo, su uso solía
ser mucho más completo. Eran la voz que acompañaba los principales
acontecimientos (alegres o luctuosos) de la vida de la comunidad, y
también la protegía de las temibles tormentas que tanto daño
podían causar9;
convocaban a múltiples actos, especialmente religiosos, pero también
se usaban con fines meramente prácticos, como orientar a personas
perdidas, avisar de un incendio, convocar a concejo, sacar el ganado
etc. Las campanas eran una representación sonora de la comunidad,
intercesoras ante Dios, pero a la vez, materialización de la voz
divina10
(recordemos el artículo Vox
mea, vox Dei). El sentido de pertenencia a una comunidad
estaba tan vinculado a las campanas que en documentación antigua es
frecuente encontrar el término “socampana” para referirse a un
área geográfica concreta.
Las
campanas construían con un repertorio más o menos extenso el tiempo
y paisaje sonoro comunitario a través de un complejo lenguaje.
Las Campanas contribuyen a la solemnidad de los Oficios Divinos,
assí como las demás ceremonias, según la graduación que tuvieren
en el Rito, distinguiendo las fiestas muy solemnes de las que son
inferiores en Rito; como también lo festivo de lo fúnebre. Sirven
también para los actos peculiares, que tienen las Comunidades: para
lo qual hay quatro modos de tocar las Campanas. El primero, es,
tocarlas a vuelo: esto es, empinando las Campanas. El segundo es a
medio vuelo, sin empinar las Campanas. El tercero es tocándolas a
pico, esto es, sin empinarlas, ni aun a medio vuelo, sino picando la
Campana con poco movimiento. El quarto modo es el tocarlas repicando
sin movimiento de las Campanas, sólo con las manos, y la lengua de
la Campana, en señal de regocijo11.
Este extracto del Ceremonial Franciscano del padre Valderrayn (1770)
muestra las diferentes formas de tocar en función del mensaje que se
quería transmitir, distinguiendo cuatro básicas: Vuelo, medio
vuelo, “a pico” y repique.
A
esta relación sumamos otra forma de toque, que es además una de las
grandes aportaciones españolas: el volteo, es decir, el giro
completo y continuado de la campana. Las tres primeras formas de
toque que aparecen en el citado texto (vuelo, medio vuelo y “a
pico”) entran dentro de lo que genéricamente podemos denominar
balanceo12.
Dentro de éste podemos distinguir un balanceo alto en el que las
campanas se “empinan” (también es llamado toque “a pino”),
es decir, se invierten y dejan boca abajo, y otro bajo en el que sólo
se balancea hasta aproximadamente la horizontal. El denominado “a
pico” probablemente haga referencia un sutil balanceo que permita
que el badajo golpee en un lado, de forma que puedan realizarse
series de campanadas exactas. En muchos conventos de clausura las
campanas de comunidad siguen tocándose de esta manera para llamar
con una serie exacta de repiques y campanadas a cada miembro de la
comunidad, al que se le asigna una secuencia de repiques y
campanadas. El toque con badajo (denominado repique) se realiza
combinando secuencias y ritmos con una o varias campanas, diferentes
en función del mensaje. El toque con badajo puede combinarse con
campanas en movimiento.
A cada forma de toque se le asocia un mensaje. Esta asociación se
genera en relación al ritmo que imprime el movimiento de la campana.
Es decir, el volteo, por su viveza se asocia a las fiestas, del mismo
modo que el toque “a pino”, precedente inmediato del volteo,
también suele asociarse a la misma circunstancia. El balanceo
(bajo), mucho más continuo, grave y solemne tiene connotaciones
fúnebres. No obstante la interpretación que se hace de su
significado no siempre es el mismo en todas partes y en ocasiones
puede tener significados contrapuestos. Por ejemplo, en Cataluña y
en el antiguo arzobispado de Toledo el balanceo es un toque para
fiestas, mientras que en otros sitios puede significar señal de
alarma. En algunos pueblos de la provincia de León el medio vuelo
era toque festivo, mientras que en otros era toque fúnebre13.
El
toque tradicional de campanas ha llegado a nosotros a través de la
transmisión del oficio de campanero a campanero. En ocasiones los
toques fueron fijados por escrito en reglamentos o consuetas,
especialmente en las catedrales e iglesias con gran actividad
litúrgica. Estas recopilaciones de toques resultan de especial
interés en aquellas torres donde ha desaparecido el toque manual de
campanas. Las consuetas recogían someras descripciones de los toques
a modo de recordatorio. Estas “partituras” tomaban referencias
temporales como “lo que se tarde en llegar andando a la Catedral
desde San Andrés”14.
Existen casos, como el de la catedral de Valencia, en los que se han
conservado consuetas de diferentes siglos que permiten hacer un
seguimiento de la evolución de los toques desde la Edad Media hasta
nuestros días. No obstante, como en todo arte, el campanero podía
hacer gala de sus habilidades e introducir improvisaciones o
variaciones sin por ello alterar el mensaje asociado a cada toque15.
El
repertorio de toques variaba según la importancia del templo. Una
catedral podía llegar a los dos centenares, mientras que una
parroquia hacía su servicio con unos 20 ó 30. No obstante existían
parroquias con gran actividad cultual que tenían un repertorio
superior al de una parroquia media.
Los
toques litúrgicos presentan dos constantes temporales: un ciclo
diario y un ciclo anual, siendo el segundo la forma más brillante y
elaborada de marcar el paso del tiempo a través de todos los
domingos y fiestas que jalonan el calendario cristiano. Si en el
cómputo civil el día empieza a media noche, la cultura tradicional,
heredera del cómputo romano, determina el comiendo del día con la
puesta de sol.. No olvidemos que algunas de las Horas Canónicas
reciben su nombre de la división horaria romana: Prima, Tercia,
Sexta y Nona (seis de la mañana, nueve, doce y tres de la tarde
según nuestro cómputo)16.
Generalmente los toques de campanas solían distinguir entre horas
mayores (Víspera, Maitines, Laudes y Tercia17)
y horas menores (Prima, Sexta, Nona y Completas). A las primeras les
correspondían toques mucho más elaborados, acordes siempre con la
clase del día, mientras que las segundas eran anunciadas con toques
más sencillos y no siempre dependientes de la clase festiva del día.
En
catedrales, colegiatas y parroquias con nutrido clero parroquial las
campanas convocaban al rezo de las Horas. Estos toques variaban según
la compleja jerarquización festiva establecida en las rúbricas del
misal y del breviario romano. Los días se clasificaban en feriales
(día no festivo), domingos y fiestas. En ocasiones el toque de
domingo podía variar en función del ciclo litúrgico (Adviento,
Navidad, Cuaresma, Pascua). Dentro de las diferentes clases de fiesta
descollaban los días denominados clásicos: dobles de segunda clase
y dobles de primera clase (desde el Concilio Vaticano II denominados
Fiestas y Solemnidades respectivamente). Por tanto, podemos comprobar
que en función del oficio y su clase se realizaban diferentes
toques, empleando unas u otras campanas: pequeñas, medianas o
grandes, una, dos, tres o todas, con menor o mayor esmero, brillantez
y adorno. Existían otros toques religiosos como los de procesiones,
rogativas, Alzar a Dios, Viático, Rosario, Bodas, Bautizos y otras
funciones piadosas. También había otros de protección como el
toque de tormentas conocido en muchos lugares del interior y del
norte como toque “Tente nublo” alusivo al conjuro “Tente nublo,
tente tú, que Dios puede más que tú...” que servía como base
rítmica al repique.
Por
otro lado estaban los toques relacionados con la muerte. Desde el
momento en que una persona fallece hasta que es recibido por la
tierra las campanas acompañan al finado. La sociedad tradicional,
fundamentada en una sólida jerarquización, requería también una
graduación en los toques a muerto. Pueden existir hasta cuatro tipos
diferentes según la condición social (dependía del dinero que se
pagaba al campanero por tocar), diferenciándose también el sexo, la
edad (los menores de siete años sin conciencia de pecado iban
directos al cielo) o su pertenencia a alguna cofradía.
Por
otro lado estaban los toques que informaban de diferentes cuestiones
no religiosas, como puede ser el toque a Concejo para convocar a los
vecinos, hacendera, sacar el ganado, perdidos, cierre de murallas,
incendio, arrebato o somatén.
Toledo, vista de la Catedral, 1860ca. En la Catedral de Toledo había dos torre, una para las campanas litúrgicas y otras para las del reloj. Esta última fue derribada y sus campanas trasladadas al cuerpo superior de la torre principal. Foto: http://toledoolvidado.blogspot.com.es/2008/12/la-torre-del-reloj-de-la-catedral-de.html
Aparte
de éstos, están los toques del reloj, cuyas campanas generalmente
se encuentran separadas de las litúrgicas, bien en diferentes torres
o a diferente altura. Los toques “litúrgicos” tienen un
significado concreto cargado de simbolismo, mientras que las campanas
del reloj sólo marcan una división exacta de las 24 horas del día.
Aquéllos están en consonancia con el tiempo sacro, y éstos con el
profano; el primero es un tiempo simbólico y jerarquizado mientras
que el segundo no es jerarquizado y carece de simbolismo y
significado, es siempre igual18.
4.-
Conservación y futuro
Es
de lamentar que con la desaparición de todos los oficios vinculados
con las campanas se hayan perdido buena parte de los conocimientos
obtenidos a través de la suma de seculares experiencias. La
industrialización de la fundición e instalación de campanas ha
homogeneizado el panorama, sin respetar las tradiciones y formas
locales, sustituyendo los yugos de madera por otros de hierro.
Afortunadamente el tiempo y las investigaciones han dado la razón a
los antiguos artesanos demostrando que las incomprendidas,
“rudimentarias”, e incluso menospreciadas instalaciones
tradicionales evitaban peligros y daños que la técnica no previó y
que en el peor de los casos ha producido la rotura de muchas
campanas. Muchos vieron en la mecanización un signo de “modernidad”
en contraste con los toques manuales que se asociaban a la pobreza y
al atraso cultural. Esta falsa idea de modernidad, sustentada en un
sempiterno complejo de inferioridad, fue incluso aprovechado en su
publicidad por las empresas instaladoras19.
La mecanización de campanas empezó en España en la década de los
veinte del siglo pasado, pero no se generalizó hasta en los años
sesenta, década de crecimiento industrial que además coincide con
los nuevos planteamientos religiosos del Concilio Vaticano II. Esta
primera fase de mecanización fue tremendamente agresiva. Arrasó con
la variedad de toques que hasta entonces se conservaba, programando
otros nuevos al arbitrio del instalador, sin respetar la tradición
local. En algunos casos este sistema sustituyó al antiguo campanero,
cuyo oficio ya estaba en vías de extinción. En otros, muchos
campaneros, en pleno uso de sus facultades, observaron tritemente
cómo una máquina sustituía el trabajo que hasta entonces habían
realizado.
Segovia, interior del campanario de la Catedral antes de su
restauración. Aunque las campanas tienen yugos de hierro se conservan
los antiguos de madera en el suelo. Se conservan los cerramientos
inferiores, escaleras, tablados y demás objetos y elementos de la
instalación tradicional. Foto: SÁNCHEZ DEL BARRIO, Antonio; ALONSO
PONGA, José Luis: Las campanas de las Catedrales de Castilla y León. Valladolid, 2002, p. 110, también publicada en http://campaners.com/php/campanar.php?numer=650
La
poca importancia que se ha concedido a las campanas es apreciable en
los criterios empleados en la restauración arquitectónica de muchos
campanarios, en la cual no se ha destinado ninguna partida para la
restauración de las campanas. Muchos arquitectos, llevados por
criterios puristas, han suprimido numerosos elementos de potenciación
acústica. Es cierto que algunos fueron añadidos y sin intención de
buscar su acomodo estético con el conjunto arquitectónico; sin
embargo, contribuían a potenciar la sonoridad, que es el fin
primordial para el que se levantaron los campanarios. En otros casos
las campanas han sido reubicadas en el interior, de forma que es
imposible cualquier tipo de toque manual. Afortunadamente, en las
últimas restauraciones de torres catedralicias de España se están
incluyendo las campanas, no sólo como bienes materiales sino como
instrumentos musicales. En estos casos la intervención no se ha
limitado a limpiarlas, sino a recuperar su sonoridad y hacer posible
que vuelvan a tocar. Un ejemplo paradigmático fue la restauración
de la fachada de la Catedral de Pamplona en la que se reservó una
partida para la restauración de las campanas. Una vez restauradas se
organizó un curso sobre el toque manual al que acudieron bastantes
personas interesadas y del que nació un grupo estable de voluntarios
que desde entonces se responsabiliza del toque manual en las
principales celebraciones.
Segovia, interior de la torre de la Catedral después de su última restauración. Se han eliminado los cerramientos inferiores que potenciaban la acústica y las escaleras y tablados que permitían el toque de las campanas. Las campanas no fueron restauradas. Foto: http://www.elnortedecastilla.es/segovia/201704/18/catedral-segovia-aumenta-visitas-20170418231053.html
Campanas de la Catedral de Pamplona. https://www.youtube.com/watch?v=cM1-z8KVueM
La
solución para salvaguardar las campanas y sus toques pasa por una
patrimonialización que garantice su conservación y correcta
restauración. Nadie pone en duda el valor histórico o artístico de
una imagen del siglo XVII como bien cultural amparado por una ley de
patrimonio. De igual modo las campanas, junto con sus instalaciones
tradicionales y sus toques, deben también ser susceptibles de una
protección legal similar a la de cualquier bien cultural. Como es de
imaginar, esta fase, incipiente todavía en España, es tremendamente
compleja por su doble vertiente: material (la campana, instalación y
campanarios) e inmaterial (el toque de campanas). Este proceso
presenta una doble vía de actuación: por un lado la institucional,
que implica a las autoridades civiles, encargadas de la protección
legal, y a la Iglesia, propietaria de los campanarios. Por otro, esta
protección legal debe acompañarse de una valoración social de las
campanas y sus toques. El primer escalón de este proceso es el
inventariado de campanas y campanarios, así como el registro de
toques. En España todavía falta mucho por inventariar a pesar de
los grandes esfuerzos de algunos grupos y la iniciativa y enorme
labor acometida por el antropólogo Francesc Llop i Bayo20.
Francesc Llop tocando en la torre del Colegio del Patriarca, único campanario que nunca se ha electrificado en la ciudad de Valencia. Foto: http://www.mediateletipos.net/archives/6891
En
base a la consideración de las campanas como patrimonio, se han
venido desarrollando restauraciones con criterio: hoy en día las
campanas históricas rotas pueden ser soldadas, sin necesidad de
recurrir a la refundición, recuperando el bronce la sonoridad
primitiva; los yugos tradicionales de madera son restaurados y,
cuando esto no es posible, se fabrican nuevos yugos que mantienen el
diseño y elementos de los originales; los sistemas de mecanización
son menos agresivos que aquellos de los años sesenta, y además,
compatibles con el toque manual; los ordenadores que controlan los
toques mecánicos tienden a ser programados tomando como referencia
los toques tradicionales.
Proceso de soldadura de la campana "Gabriela" de la Catedral de Pamplona. Foto: https://www.campanasyrelojes.es/wp-content/uploads/2001tya.com/2013/06/Pamplona-3.jpg
Yugo de Soria en proceso de restauración. Foto: https://www.campanasyrelojes.es/wp-content/uploads/2001tya.com/2013/06/008.jpg
Como
venimos insistiendo, es necesario seguir inventariando y registrando
toques manuales, y debe hacerse con cierta urgencia, pues los que
mejor conocen los toques son personas ya mayores21.
A pesar de haberse avanzado mucho en este terreno desde los años
noventa, a día de hoy se siguen realizando intervenciones muy
cuestionables que no pueden ser denominadas restauraciones, y que a
la postre han supuesto una destrucción patrimonial. Es en Valencia,
donde la tradición campanera está más vida, la región en la que
se han dado los principales pasos para la protección de las campanas
y sus toques desde las instituciones22.
Albaida (Valencia). Volteo de campanas. Foto: http://rec.mestreacasa.gva.es/som_cultura/ruta4/campanas.html
Cada vez son más los jóvenes que se interesan por las campanas. Foto: https://www.youtube.com/watch?v=lqi-n2FntAI
El
toque manual de campanas, que hasta hace unos años parecía un
oficio en vías de extinción, ahora empieza a generar cierto interés
entre las nuevas generaciones de aficionados que, individualmente o
en grupos, vuelven a tocar las campanas, tomando el relevo de los
antiguos campaneros de oficio y relegando (o suprimiendo) los toques
mecánicos, que en ningún modo pueden ser equiparables a los
manuales. En contraste con la regularidad y monotonía de los
mecánicos, los manuales tienen alma, y son capaces de transmitir
multitud de matices en los que, incluso, se trasluce el estado de
ánimo del campanero.
Actualmente
existen numerosas asociaciones y grupos de campaneros encargados de
tocar y promover el toque manual de campanas, destacando la Federació
Valenciana de Campaners23,
que engloba los diferentes grupos creados en esta comunidad desde los
años ochenta, entre ellos el grupo de Campaners de la Catedral de
Valencia, dedicado a tocar a mano las campanas de la torre del
Micalet. En otras zonas de España empieza a existir una mayor
concienciación sobre este patrimonio, siendo ya varias las
asociaciones y grupos creados con fin de preservar y divulgar este
patrimonio24.
1-
Existen numerosos artículos, publicaciones y documentales dedicados
al proceso de fundición tradicional de campanas: CABRELLES
MARTÍNEZ, José Luis: “Fundición de campanas”, Campaners.
Butlletí del Gremi de Campaners Valencians,
3 (1990), pp. 21-38 http://campaners.com/php/textos.php?text=1318
(última consulta 23-04-2017); AGUIRRE SORONDO, Antxon: “La
fundición de campanas”, Las campanas: cultura de un
sonido milenario. Actas del I Congreso Nacional.
Santander,
1997, pp. 479-496;
PELLÓN GÓMEZ DE RUEDA, María Adela: Campaneros de
Cantabria, Santander, 2000, pp.
27-31. Existen también estudios históricos de fundiciones o
refundiciones de campanas antiguas: GUERRERO CAROT, Francisco José:
“Refundición de la campana Mayor (1879) de la Catedral de
Segorbe”, Actas del I Congreso de Campaneros de Europa.
Segorbe, 1996, pp. 109-120;
SÁNCHEZ REAL, José: La fundición de una campana en
1405: estudio científico-técnico, económico, social y
vocabulario. Valencia, 1982;
Son numerosos también los tratados antiguos que han tratado sobre
la fundición de campana. Destacamos por su importancia y proximidad
a la tradición nacional el de BIEDMA, Antonio: El arte de
hacer campanas, Écija, 1630.
2-
Empleamos la terminología empleada en el modelo de inventario
propuesto por la Ley de Patrimonio Histórico Español. Cfr. LLOP i
BAYO, Francesc; MARTÍN, Xavier: “Inventarios de campanas”,
http://www.campaners.com/php/textos.php?text=1172
(última consulta 23-04-2017).
3-
LEHR, André: “Restauració de campanes” (Conferencia
pronunciada el 22-09-1990 en el Teatro Liceo de Cheste -Vaencia-,
con motivo del VIII Congreso de Conservación de Bienes Culturales),
Campaners, 6 (1993), pp.
72-79. http://campaners.com/php/textos.php?text=1272
(última consulta 21-04-2017). LLOP i ÁLVARO, Francesc: “El
carillón: un instrumento musical”, 1997,
http://campaners.com/php/textos.php?text=1030
(última consulta 21-04-2017).
7-
Existen numerosos estudios que demuestran la conveniencia de los
yugos de madera frente a los de hierro. IVORRA CHORRO, Salvador:
Acciones dinámicas introducidas por las vibraciones de las
campanas sobre las torres-campanario (tesis doctoral).
Valencia, 2002; IVORRA, Salvador; VERA, Jenaro; FRANCÉS, Jorge:
“Vibro-acoustic behavior of Spanish Bells with metallic and wooden
joke”, 19th
International Congress on acoustics. Madrid, 2-7 September 2007,
http://campaners.com/pdf/pdf4.pdf
(última consulta 21-04-2017); PEREZ PIQUERAS, Elisa: Análisis
acústico de una campana con yugo de madera
(Proyecto fin de carrera), Alicante, 2006
http://campaners.com/php/textos.php?text=1729
(última consulta 21-04-2017).
8-
Sobre la acústica de los campanarios valencianos LLOP i BAYO,
Francesc: “Nuestras campanas (20). La acústica de los
campanarios”, Iglesia de Valencia,
463 (1997) http://campaners.com/php/textos.php?text=545
(última consulta 21-04-2017); IBÍDEM: L´aspecte musical i tècnic
dels tocs de les campanes”, 1997,
http://www.campaners.com/php/textos.php?text=1519
(última consulta 24-04-2017). Sobre cerramientos acústicos de
algunos campanarios de la antigua Corona de Aragón LLOP i BAYO,
Francesc: “Tancaments acústics en campaners gótics de la Corona
d´Aragó”, 2015, http://campaners.com/php/textos.php?text=7295
(última consulta 21-04-2017).
9-
Las campanas con su sonido
disipaban o alejaban las tormentas de la población. Sobre la
eficacia de este toque se ha escrito mucho desde el siglo XVI. Por
un lado, los que atribuían su eficacia a las ondas sonoras que
deshacían las nubes. Por otro, los que lo atribuían a la acción
trascendente de la campanas en virtud de su bendición solemne en la
que se pedía a Dios que espantara con su sonido a los espíritus
malignos, a los cuales se atribuía la acción nefasta de las
tormentas. Cfr. FERRERES,
Juan Bautista:
Las campanas. Su historia, su bendición, su uso litúrgico, dominio
de propiedad sobre ellas, influencia de su toque durante las
tempestades (Tratado histórico, litúrgico, jurídico y
científico).
Madrid, 1910 (2ª Edición), pp. 158-172;
LLOP i BAYO, Francesc; ÁLVARO, Maricarmen: Campanas
y campaneros. Una introducción al mundo de las campanas en tierras
de Salamanca.
Salamanca, Ediciones de la Diputación de Salamanca, 1986, pp.
59-62; LLOP i BAYO, Francesc: “Toques de campanas y y otros
rituales colectivos para alejar las tormentas”, Fiesta
y liturgia,
Madrid, 1988, pp. 121-124; MARTÍN SOLANS, Alberto: “El toque de
nublo y otros toques y volteos de campanas en la Rioja”, Revista
de folklore, 105
(1989), pp. 90-93; GELABERTO VILAGRAN, Martín: “Tempestades y
conjuros de las fuerzas naturales. Aspectos mágico-religiosos de la
cultura de la alta edad moderna”, Manuscrits.
Revista d´historia Moderna
(Bellaterra-Barcelona-: Universidad Autónoma de Barcelona, 9 (enero
1991), pp. 325-344; GELABERTO VILAGRAN, Martín: “Toques de
campanas y tempestades en la España moderna”, Actas
del I Congreso de Campaneros de Europa. Segorbe: Fundación Bancaja,
1996,
pp. 99-108; LLOP i BAYO, Francesc: “De la Cruz de Mayo a la Cruz
de Septiembre … (1)”, 1996,
http://www.campaners.com/php/textos.php?text=1507
(última consulta 24-04-2017); LLOP i BAYO, Frances: “De la Cruz
de Mayo a la Cruz de Septiembre … (2), 1997,
http://www.campaners.com/php/textos.php?text=1506
(última consulta 24-04-2017).
10-
Desde la Edad Media se han asimilado las campanas como “vox Dei”
a través de diferentes citas del Antiguo Testamento como por
ejemplo podemos leer en Éxodo 19: 16: “Al
tercer día por la mañana hubo truenos y relámpagos, y una densa
nube sobre la montaña, y un muy
fuerte sonido de trompetas,
y el pueblo temblaba en el campamento”. La
omnipotencia divina es percibida por el pueblo de Israel con el
sonido de trompetas. Esta intención todavía pervive en el ritual
de bendición de campanas.
11-
VALDERRAYN, Fr. Francisco de: “VIII. Del modo de tocar las
campanas”, Ceremonial Romano Seráphico de la Santa Provincia
de Cantabria de la Regular Observancia de N.P.S. Francisco, del
Padre Fray Francisco de Velderrayn, Vicario de Choro Graduado, hijo
de la misma Santa Provincia. Impreso en Vitoria en 1770, Vitoria,
1770 http://campaners.com/php/textos.php?text=7441
(última visita 06/04/2017).
12-
No existe un volcabulario común en toda España para definir la
forma de toque, por tanto empleamos los términos propuestos por
LLOP i BAYO, Francesc: Propuestas de volcabulario, 2005.
http://campaners.com/php/textos.php?text=1334
(última visita 06/04/2017).
13-
SUÁREZ PÉREZ, Hector-Luis: “Las campanas en las comarcas
leonesas”, Las campanas: cultura de un sonido milenario. Actas
del I Congreso Nacional,
Santander, 1997, pp. 369-396.
14-
Esta referencia temporal aparece recogida en el Ceremonial de la
Santa Iglesia de Toledo, conocido porpularmente como el
“Ceremonial de Rincón”. Fue redactado por el racionero Juan
Rincón Romero y Pedro Ruiz Alcobolado entre 1985 y 1590. ALONSO
MORALES, Mercedes: “El tañer de las campanas de la Catedral de
Toledo”, en Toletum.Real Academia
de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, 56
(2009), pp. 209-219.
15-
LLOP i BAYO, Francesc: “Aburrir o comunicar: los límites de la
improvisación en los toques de campanas”, Simposio sobre
Patrimonio Inmaterial “La voz y la improvisación”. Fundación
"Joaquín Díaz" (18-04-2007).
http://www.campaners.com/php/textos.php?text=2178
(última consulta 21-04-2017).
16-
Sobre el cómputo del tiempo y las campanas Cfr. LLOP i BAYO,
Francesc: “Las campanas y las Horas (del tiempo en la sociedad
tradicional) 1”, 1987,
http://campaners.com/php/textos.php?text=1028
(última consulta 21/04/2017); GÓMEZ PELLÓN, Eloy: “El tañido
del tiempo”, Las
campanas: cultura de un sonido milenario. Actas del I Congreso
Nacional. Santander,
1997, pp. 41-66.
17-
Incluimos entre las mayores la hora Tercia -considerada menor-
porque su rezo precede a la Misa Conventual.
18-
Sobre la diferencia entre tiempo sacro y tiempo profano cfr. ELIADE,
Mircea: Lo sagrado y
lo profano.
Barcelona, 2012, pp. 53-79.
20-
La principal base de datos sobre campanas en España es
www.campaners.com página
oficial de los campaneros de la Catedral de Valencia. En esta página
se incluye también el inventario de las Catedrales de España,
proyecto coordinado por Francesc Llop i Bayo por encargo del
Ministerio de Cultura http://campaners.com/php/catedrals.php(última consulta 26-04-2017).
El inventario de esta página es el más completo de toda España.
Desde los años noventa del siglo pasado se han realizado varios
inventarios a nivel local o provincial que por lo general aparecen
reflejados en la citada web.
21-
Desde la década de los ochenta se viene insistiendo en la necesidad
de inventariar y registrar los toques manuales de campanas, así
como la aplicación de criterios de restauración cfr. LLOP i BAYO,
Francesc: “Los toques de campana: una necesaria investigación”,
I Jornadas de estudio de floklore castellano.
Cuenca, 1983, pp. 155-168, http://campaners.com/pdf/pdf157.pdf
(última consulta 23-04-2017); IBÍDEM: “Las campanas de las
Catedrales: un Bien Cultural en peligro”, 1988,
http://www.campaners.com/php/textos.php?text=1045
(última consulta 24-04-2017); IBÍDEM: “La restauración y
protección de campanas en España: los casos de Cheste y
Villafamés” y “Los fundidores de campanas y los problemas de
restauración en España”, VIII Congreso de conservación
de bienes culturales: Valencia 20, 21, 22 y 23 de septiembre de
1990; IBÍDEM: “La
restauración de las campanas de las catedrales de España”, 1999,
http://www.campaners.com/php/textos.php?text=3764
(última consulta 24-04-2017); IBÍDEM: “Bells in Spain:
restoration, research, and new ensembles of bellringers”, 1998,
http://www.campaners.com/php/textos.php?text=1044
(última consulta 24-03-2017); IBÍDEM, “Restauración de campanas
y sus toques: la recuperación de un instrumento musical
comunitario”, 2002,
http://www.campaners.com/php/textos.php?text=1521
(última consulta 24-04-2017).
22-
Cfr. LLOP i BAYO, Francesc: “Protección de las campanas y sus
toques en la Comunidad Valenciana”, 2014,
http://www.campaners.com/php/textos.php?text=6472
(última consulta 24-04-2017); RAMÓN FERNÁNDEZ, Francisca; VÁZQUEZ
PARRA, Rocío: “Los toques manuales de campanas en la Comunitat
Valenciana y su protección legislativa”, Revista Jurídica
Valenciana, 33 y 4 (2017), pp.
1-30 http://campaners.com/pdf/pdf613.pdf
(última consulta 27-04-2017); PÉREZ HERVÁS, María del Carmen:
“Las campanas: sonido y paisaje. Su protección”, Las
campanas: cultura de un sonido milenari. Actas del I Congreso
Nacional, Santander, 1997, pp.
547-552; PÉREZ HUERTA, Francisco: “La protección de las
campanas. Aspectos legales y consideraciones”, Las
campanas: cultura de un sonido milenari. Actas del I Congreso
Nacional, Santander, 1997, pp.
553-566.
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La Federación, fundada en 1989 y refundada en 2004, integra grupos
de campaneros que actualmente tocan en la catedral de Valencia,
Segorbe y otras poblaciones valencianas como Alaquàs, Albaida,
Alcalà de Xivert, Algemesí, Bétera, Bocairent, Campanar, Carlet,
Castalla, Castelló de la Plana, Cheste, Eslida, Estivella, Jérica,
L'Alqueria de la Comtessa, Massanassa, Moixent, Nules, Ontinyent,
Otos, Petrés, Quesa, Sagunt, Sagra, Sant Jordi, Soneja, València o
Vila-real. A esta federación se suma también el grupo de de
Caudete (Albacete). http://campaners.com/
(última consulta 20-04-2017).