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9/17/16
Recreación del Paso Camino del Calvario de Valladolid
En esta nueva entrada subimos una ilustración que recrea el "paso" del Caminio del Calvario que talló Gregorio Fernández entre 1614 y 1615 para la Cofradía de la Pasión de Valladolid. En los próximos días subiremos otro artículo con una explicación detallada del mismo.
8/11/16
Las andas
En el último artículo publicado
hablábamos sobre la reconstrucción del paso de la Oración en el Huerto de la
Vera Cruz de Valladolid, recreando un tablero cuya dimensión fuera acorde con el
tamaño de las diferentes figuras y la anchura de la puerta de la Penitencial.
Este tema da pie a tratar la
pervivencia de estas sencillas andas sobre las que se transportan los “pasos”
de Semana Santa. Entendemos por andas la definición dada por la Real Academia
de la Lengua: Tablero que, sostenido por
dos varas paralelas y horizontales, sirve para conducir efigies. Esta
acepción recoge la definición de andas en su estructura más esencial. Con la
aparición de los grandes “pasos” de Semana Santa compuestos por grupos escultóricos,
las andas se convirtieron en grandes tableros a modo de escenario (reciben el
nombre específico de tableros en
Valladolid o tarimas en Murcia).
Se tiene alguna información de
las andas desde finales del XVI. La documentación evidencia la simplicidad de
estos artefactos que por lo general se pintaban de negro, color acorde con las
celebraciones pasionistas. Sirva de ejemplo el contrato fechado en 1577 entre
el pintor establecido en Guadalajara Diego López de la Parra y la Cofradía de
Nuestra Señora del Rosario de Yunquera (Guadalajara) en que se concierta la
realización de los “pasos” de Cristo
atado a la columna y un Cristo con la
cruz a cuestas acompañado de Simón de Cirene y sus respectivas andas “de negro y a contento de los señores
mayordomos”[1].
Esta simplicidad es común en toda España. En 1633 la Hermandad y Esclavitud del
Santo Cristo de la Santísima Trinidad de Málaga concierta con José Micael la
hechura del Cristo, San Juan y las andas “dadas de negro con sus horquillas y
tornillos”[2].
Ilustración 2. Balconete (Guadalajara). Procesión de traslado del Domingo de Ramos, 2010. |
Algunas imágenes titulares de
especial significación podían ser portadas en andas de mayor adorno, incluso
doradas. Son también una excepción los Sepulcros de los Cristos Yacentes; sus
connotaciones eucarísticas admitían elementos propios del culto sacramental.
Ilustración 3. Sahagún (León) Urna con Cristo Yacente s. XVIII. http://www.joseluisluna.com/index.php?option=com_content&view=article&id=534&catid=28 |
Esta tipología de andas y
tableros austeros, funcionales y con escasa decoración, se mantuvo en el tiempo
por lo general en la mitad norte de España. En el sur, sin embargo, se produjo
una evolución. Las imágenes empezaron a cubrirse con palios y asumir cierto
tipo de manifestaciones propias de celebraciones gloriosas, poco acordes con el
rigor y la contracción espiritual de la Semana Santa, motivadas por el deseo de
emulación y esplendor. En las primeras décadas del siglo XVII esta circunstancia
fue criticada por el Abad Alonso Sánchez Gordillo “porque aunque es así que aquella estación que Cristo Nuestro Señor
hizo con la cruz fue el carro en que triunfó del demonio, no es ésta la fiesta
ni el misterio glorioso que se representa allí”[3]. Desde las primeras décadas del siglo
XVII se aprecia un creciente protagonismo de ensambladores, arquitectos y doradores
en la realización de pasos. Este hecho llevó a la configuración a mediados del
siglo XVII del paso de Cristo con canastilla ricamente tallada, policromada y
dorada. Las antiguas andas son sustituidas por un nuevo modelo, el paso
barroco, que, a modo de retablo andante, presenta las imágenes de Cristo, con o
sin historiado, de un modo mucho más exuberante y retórico. Al igual que los
retablos, las canastillas son el soporte material de un discurso iconográfico
que complementa la escena del “paso”. La obra paradigmática de este periodo es
la canastilla del Gran Poder, tallada en 1686 por Antonio Ruiz Gijón. Evolución
similar tuvieron los pasos de la Virgen, con la adición del palio, peana,
faroles, candelería y otros elementos. Tampoco hay que olvidar otros modelos de
“pasos” de vírgenes dolorosas de otras zonas de Andalucía, como Écija y
Antequera, cuya iconografía pasional se solapa con la devoción a la Inmaculada
Concepción de la Virgen. La inclusión de altas peanas doradas, ráfagas de
plata, medias lunas de plata o palios son la materialización del texto
apocalíptico que inspiró la iconografía inmaculista.
Esta evolución formal de las
andas en grandes andas talladas se generaliza en España desde el siglo XIX. En Murcia
las antiguas andas y tarimas son sustituidas por tronos, y en Zamora los
antiguos tableros por las mesas inspiradas en los pasos sevillanos a finales del siglo XIX. En la década
de los veinte del siglo pasado el trono
malagueño adquiere el volumen y los elementos definitorios. Esta fase de
enriquecimiento y sofisticación de tronos y andas continua a día de hoy.
Ilustración 4. Medina de Rioseco. "Paso de la Escalera".
Foto: Carlos González Ximénez. http://carlosgonzalezximenez.blogspot.com.es/2012/04/hermandad-de-la-escalera-semana-santa.html
|
Las formas actuales de cargar
poco tienen que ver con la forma primitiva. Para empezar los cargadores eran
hombre pagados, cargadores del puerto o labradores, con buena condición física.
En algunos casos eran los propios hermanos integrados en un colectivo propio
diferente al de hermanos de sangre y de luz los que realizaban esta labor[4].
Los cargadores en ocasiones eran pocos en relación al peso y volumen de los
“pasos”, lo cual les permitía trabajar con mayor comodidad en maniobras
complicadas. Al carecer de patas las andas, estas eran posadas sobre
horquillas. Suponemos que para no cansarse en demasía eran cargados en pequeños
tramos a una velocidad más bien ligera con posos breve y continuados. Especial
esmero requerían las entradas y salidas de los templos. Es conocida la
existencia de ruedas bajo algunos grandes pasos que salvaban la angostura de la
puerta sin recurrir a complejas maniobras. De esta forma primaria nacen todas
las variantes locales de carga.
Ilustración 5. Medina de Rioseco. Salida del "paso de
Longinos". Foto: Eduardo Margareto. http://www.hermandaddelaescalera.org/php/?p=1575
|
Vista la evolución formal de las
andas y la forma de carga, analizamos ahora qué pervivencias quedan a día de
hoy en ciudades donde se celebran con especial acento las procesiones de Semana
Santa.
Medina de Rioseco es una de las pocas poblaciones que conservan la
esencia de la antigua Semana Santa castellana urbana, de raigambre barroca, con
pinceladas decimonónicas pero fiel al espíritu original. Los diferentes grupos
escultóricos de pasión desfilan sobre tableros destacando por su volumen los
dos “pasos grandes”, el “Longinos” (que muestra la lanzada de Cristo) y la
“Escalera” (el Descendimiento). Son sencillas obras de carpintería compuestas
por un bastidor de madera con pequeños banzos que sobresalen en la delantera y
en la trasera lo justo para que un cargador meta el hombro y pueda poner la
horquilla. Los tableros pequeños tienen tres pares de banzos, mientras que en
los grandes se incluyen dos más, cinco en total. Un elemento peculiar son las
argollas de los costados, a las que se agarra cada cargador al portar el
tablero. En los posos sirve como asidero para equilibrar el tablero mientras
reposa sobre las horquillas. En algunos pasos de figura única puede haber un
pequeño suplemento que realce la figura. Los tableros admiten algunos elementos
decorativos, como pequeños elementos tallados e incluso calados que ocupan un
papel secundario y no distraen excesivamente de la contemplación de las
imágenes.
Ilustración 6. Medina de Rioseco. "Paso del Longinios"
en el corro de Santa María, recién salido de la Capilla de los "Pasos
Grandes". Foto: Eduardo Margareto. http://www.hermandaddelaescalera.org/php/?p=1575
|
Otra peculiaridad de Medina de
Rioseco es que conserva la forma antigua de cargar, con pocos cargadores en
relación al volumen y peso de los pasos, por contraposición con la tendencia
imperante en el resto de España de alargar los banzos para dar cabida a un
mayor número de cargadores. Éstos reciben una denominación según su posición: en
el palo central se sitúa el “cadena”; el situado en la delantera se encarga de
dirigir el paso. En los extremos delanteros y traseros cargan los “palotes”. En
los pasos grandes de cinco banzos los cargadores situados entre los “palotes” y
el “cadena” reciben el nombre de “encerrados”. Solo los “palotes” y los
cargadores de los costados portan horquillas para reposar el tablero en los “posos”.
Los cargadores se distribuyen según su altura. Los palotes, cadenas y encerrados
son los más altos, mientras que el resto cuadra el tallaje con unos tacos de
madera supletorios, quedando el más bajo de todos en el eje del costado.
En Sahagún la Cofradía de Jesús Nazareno todavía conserva tableros
similares a los de Medina para portar sus grandes pasos, copia de los modelos
valllisoletanos. En Zamora los
tableros también fueron empleados por las Hermandades penitenciales históricas
(Vera Cruz, Congregación, Santo Entierro y Angustias) para portar sus pasos antes
de la implantación a finales del siglo XIX de las mesas cargadas desde el
interior a dos hombros.
Ilustración 7. "Paso" del
Descendimiento de Sahagún. http://eldesahagun.blogspot.com.es/?view=classic
|
Existen numerosas fotografías de
añejas procesiones de Salamanca, Toro y Tordesillas donde pueden verse los “pasos” llevados sobre
tableros. En esta última contaban además con una barandilla perimetral, un
elemento que antaño era frecuente en las andas procesionales de los siglos XVII
y XVIII y que todavía se conserva en muchas andas de pequeñas iglesias rurales.
Ilustración 8. Salamanca, la Caída
en el año 1921. Autor: Venancio Gombau http://www.salamancacofrade.com/a/FotosAntiguas/Hermandades/00-VeraCruz.html
|
Ilustración 9. "Paso" del "Redopelo" de Toro. www.fotos.miarroba.es |
Ilustración 10. "Paso" de
los Azotes de Tordesillas llevado a hombros sobre un tablero. http://www.semanasantatordesillas.es/
|
En la ciudad de Murcia los “tronos” son llevados por
estantes vestidos con la tradicional túnica de nazareno con enaguas almidonadas
y medias de repizco. Se entiende también por estante a la horquilla enteramente
de madera que lleva el portador que sostiene el trono en las paradas.
Los tronos murcianos son una evolución
de las antiguas tarimas, peanas compuestas por un sencillo friso jaspeado que
con la inserción de unos listones de madera por unos agujeros del frente y la
trasera se convertían en andas para transportar las diferentes escenas de la
pasión que Salzillo talló para la Cofradía de Jesús Nazareno. Las imágenes
individuales contaban en sus peanas con agujeros para colocar dos listones y ser
cargadas por cuadro personas. Hay que señalar que la asimilación del trono en detrimento
de las antiguas andas y tarimas, causó una agria polémica entre los partidarios
de mantener la esencia tradicional de las andas que permitía al fiel una
contemplación más directa y sin distracción de los pasos y los partidarios de
los nuevos tronos como marco que realzase la calidad estética de la obra
salzillesca[5].
Ilustración 11. Murcia. Oración del
Huerto de Salzillo sobre tarima. www.todocoleccion.net
|
La forma tradicional de cargar en
Murcia está muy apegada a las formas antiguas. Los estantes son pocos en
proporción al peso de cada paso, separados unos de otros para maniobrar mejor.
La forma de andar es sencilla, sin marcar el ritmo y avanzando con ligereza en
trayectos cortos.
Ilustración 12. Murcia. Santa cena. http://www.urbemurcia.com/tag/semana-santa/
|
En Andalucía encontramos mayor variedad
de formas de carga, interior, exterior y mixta que muchas localidades mantienen
vivas gracias al apego de la tradición heredada por sus padres.
En Jerez de la Frontera tres cofradías mantienen la forma tradicional
de carga, antiguamente común a todas y sustituida progresivamente desde las
primeras décadas del siglo XX por la carga a costal sevillana o con su variante
jerezana, la“molía”. Algunas hermandades se negaron a asimilar este patrón,
manteniendo como señal de identidad la vestimenta de raigambre barroca y la
forma de cargar al hombro.
Los cargadores portan los pasos
sobre un hombro tanto en el exterior como en el interior. Las paradas son
indicadas con un llamador colocado en la delantera. En la delantera y la
trasera los cargadores portan el paso en banzos de pequeña longitud.
Ilustración 13. Jerez de la Frontera. Cristo
de la Expiración. Autor: Alberto Díaz. http://elhachoncofrade.blogspot.com.es/
|
En Antequera, uno de los focos artísticos más importante de la
Andalucía barroca, se creó un tipo de trono autóctono, aunque, en lo esencial,
los elementos que lo conforman son compartidos por otras localidades de la
región. Los elementos definitorios del trono antequerano son la peana de
carrete, de diferentes tipologías, y el palio, incluso para imágenes de Cristo, todos ellos colocados sobre un gran tablero donde cargan los "hermanacos". Existe una fotografía antigua de la salida de la Virgen del Socorro en la que
se pueden ver los pequeños banzos que sobresalen en el frente y las horquillas
sobre ellos. Desde entonces el trono antequerano ha evolucionado inspirándose
en la grandilocuencia de los tronos malagueños (sustituyendo el esquema
vertical del palio por el horizontal) y alguna pincelada sevillana (la
inclusión de candelería). Las mesas de los tronos y los varales se han alargado
para acoger mayor número de “hermanacos” que los porten.
Ilustración 14. Antequera. Salida Virgen del
Socorro a principios del siglo XX. http://murciasemanasanta.mforos.com/
|
En Cádiz los pasos son cargados a un hombro desde el interior y desde
el exterior. En el interior los cargadores se reparten en cuatro palos
longitudinales. Los dos palos extremos se prolongan exteriormente en maniguetas
desde donde cargan cuatro “horquilleros” (uno por esquina). Estos, como su
nombre indica, portan una horquilla cuya única función es marcar el ritmo.
Ilustración 15. Cádiz. Ecce Homo.
Horquilleros. http://www.cadizcofrade.net/
|
En Sevilla, la consolidación del paso barroco es paralela a la
implantación del sistema de carga interior por “costaleros”. Antes de la
implantación de los costaleros, en el siglo XVII, coexistieron tres sistemas de
carga, el exterior, el mixto y exclusivamente interior por costaleros. Las
maniguetas son la reminiscencia de los banzos que antiguamente servían para
cargar a un hombro las andas. En la sala de Cabildos de la Hermandad de la
Soledad de Lima (Perú), se conserva un cuadro fechado en torno a 1670 que
muestra la procesión que efectuaba esta hermandad en la tarde del Viernes
Santo. El cuadro es un documento en sí mismo. Esta Hermandad fue fundada por
sevillanos que pertenecían a la Hermandad homónima de la capital hispalense,
por aquel entonces radicada en la Casa Grande del Carmen. En este cuadro se
muestran cuatro pasos (la Lanzada, el Descendimiento, Cristo Yacente y la
Soledad pajo palio) que responden al patrón sevillano de paso barroco
compuestos por parihuela con canastilla. En las esquinas de las parihuelas
asoman maniguetas en las que cargan portadores ataviados con el hábito de la
hermandad. Se supone que la carga era mixta, portando desde el interior
costaleros o bien cargadores al estilo de Cádiz, a un hombro.
Ilustración 16. Lima. Procesión Viernes
Santo (fragmento), 1670 ca. http://www.imgrum.net/user/jpelsous/317906342/1237090320778591401_317906342
|
La pervivencia de las andas y
sistemas esenciales de carga son todavía visibles en zonas que no han
experimentado un cambio tan radical en las celebraciones de Semana Santa como
en España. En Popayán (Colombia) existe una gran tradición de procesiones
penitenciales heredada de la época virreinal. Todos los pasos discurren en
andas portadas por ocho cargadores en cuatro pequeños pares de banzos. En las
paradas posan las andas sobre horquillas. Un elemento que enlaza con la
tradición andaluza es el uso de palios fijos sobre los pasos en los que aparecen
imágenes de Cristo o de la Virgen.
Ilustración 17. Popayán (Colombia).
Procesión Semana Santa. http://lsemana.blogspot.com.es/
|
Como podemos observar, elementos
que en principio cumplen una función estructural o secundaria, han adquirido
una importancia clave en el desarrollo artístico y expresivo de la retórica
procesional.
A.R.
[1] PRADILLO
Y ESTEBAN, Pedro José: “Primeras noticias documentales de pasos de Semana Santa
en Guadalajara (1553-1621)”, en Boletín
del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, Tomo 62, 1996. pp.
337-354.
[2] PÉREZ
DEL CAMPO, Lorenzo: “El trono procesional malagueño. Aspectos históricos”, Semana Santa en Málaga. Tomo V: Patrimonio
Artístico de las Cofradías. Málaga, 1990. pp. 43-45.
[3] RODA
PEÑA, José; “El paso procesional. Talla, dorado y escultura decorativa”, Sevilla Penitente. Tomo II. Sevilla,
1995. p. 6.
[4]
Entre los siglos XVII y XVIII los pasos de la Vera Cruz zamorana eran cargados
por los hermanos de paso. A su vez el colectivo se dividía en dos: los de
andas, encargados de portar las imágenes titulares de mayor devoción, el
Nazareno, la Soledad y la Cruz; los de paso cargaban los dos conjuntos
escultóricos de la Hermandad, la Oración en el Huerto y la Flagelación.
JARAMILLO GUERREIRA, Miguel Ángel; CASQUERO FERNÁNDEZ, José Andrés: La Cofradía de la Santa Vera Cruz de Zamora.
Historia y patrimonio artístico. Zamora, 2009. p. 46.
[5]
FERNÁNDEZ SÁNCHEZ, José Alberto: Estética
y Retórica en la Semana Santa Murciana; El Periodo de la Restauración como
Fundamento de las Procesiones Contemporáneas. Tesis Doctoral, Universidad
de Murcia, Murcia, 2014. [última consulta 03/08/2016 www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/277418/TJAFS.pdf?sequence=1 ]
BIBLIOGRAFÍA
AA. VV.: Pasos restaurados. Valladolid, 2000.
AA. VV.: Semana Santa en Málaga. Tomo V: Patrimonio Artístico de las Cofradías.
Málaga, 1990.
AA. VV.: Sevilla Penitente. Sevilla, 1995.
CHECA CREMADES, Fernando; MORÁN
TURINA, José Miguel: El Barroco.
Madrid, 2001.
FERNÁNDEZ SÁNCHEZ, José Alberto: Estética y Retórica en la Semana Santa
Murciana; El Periodo de la Restauración como Fundamento de las Procesiones
Contemporáneas. Tesis Doctoral, Universidad de Murcia, Murcia, 2014.
[última consulta 03/08/2016 www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/277418/TJAFS.pdf?sequence=1 ]
JARAMILLO GUERREIRA, Miguel Ángel; CASQUERO FERNÁNDEZ, José Andrés: La Cofradía de la Santa Vera Cruz de Zamora.
Historia y patrimonio artístico. Zamora, 2009.
ORDUÑA REBOLLO, Enrique; MILLARUELO APARICIO, José: Cofradías y sociedad urbana. La Ilustre
Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias de Valladolid
(1563-2002). Buenos Aires-Madrid, 2003.
PRADILLO Y ESTEBAN, Pedro José: “Primeras noticias
documentales de pasos de Semana Santa en Guadalajara (1553-1621)”, en Boletín del Seminario de Estudios de Arte y
Arqueología, Tomo 62, 1996. pp. 337-354.
7/07/16
Sobre la reconstrucción del paso de la Oración en el Huerto de Valladolid
Hace algún tiempo subimos al blog
una ilustración del paso de la Oración en el Huerto de la Vera Cruz de
Valladolid (Andrés Solanes, 1629 – 1630) en el que hemos querido reconstruir
una estampa perdida desde 1768, último año que el paso salió con el historiado
completo.
En el presente artículo queremos
dejar por escrito una serie de consideraciones acerca de su reconstrucción que
justifican la propuesta plasmada en la ilustración.
Pocas noticias se tienen sobre
este antiguo paso, pero todas las fuentes coinciden en considerarlo uno de los
más voluminosos y pesados, posiblemente el mayor de todos los que salían
antiguamente a las calles vallisoletanas en Semana Santa. Prueba de ello es que
pasos como el Descendimiento de Gregrorio Fernández (compuesto por siete
figuras) era sacado a hombros por una veintena de portadores, mientras que la
Oración en el Huerto requería un total de 60 hombres.
En el artículo de Urrea Fernández de 1989, que probó
documentalmente la paternidad de la obra -hasta entonces desconocida-, se hacen
públicos los nombres de diversos pintores que policromaron las diferentes
esculturas del paso y el pago a Gregorio Guijelmo por pintar el tablero y el
peñasco del paso. Imaginamos que este peñasco es aquel sobre el cual estaba
ubicada la imagen del Ángel. En 1675 Moreno de la Torre describe someramente el
paso e indica la existencia de las imágenes de Pedro, Santiago y Juan junto a
Cristo, el Ángel, Judas y los soldados. De estos apóstoles no se vuelve a tener
ninguna noticia, ni siquiera en los detallados documentos de la Academia desde
principios del siglo XIX. Imaginamos que las figuras de los apóstoles aparecerían
dormidos sobre el suelo, de forma similar al paso homónimo que talló Salzillo
para la Cofradía de Jesús de Murcia en 1754.
Francisco Salzillo, Oración en el Huerto, Murcia, Iglesia de Jesús, 1754. Fuente: http://www.museosalzillo.es/ |
La decadencia vivida por las Cofradías Penitenciales en
el siglo XVIII obligó a eliminar el historiado de muchos grandes pasos,
reduciendo las escenas procesionales a las imágenes principales sobre andas. Uno
de los pasos afectados por la carencia de hombre dispuestos a cargar sobre sus
hombros los pesados tableros fue el de la Oración en el Huerto, reducido desde
1769 a Cristo y el Ángel. El resto de las figuras fueron guardadas en la
tribuna de la Penitencial de la Vera Cruz, desde dónde unas décadas después
pasaron a engrosar los fondos del Museo y expuestos en el antiguo Colegio de
Santa Cruz como objetos aislados, perdiendo todo sentido compositivo e
iconográfico.
Andrés Solanes, Judas Iscariote, 1629-1630. Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main |
El paso de la Oración en el Huerto es una de las grandes
deudas pendientes por saldar en la reconstrucción histórica de los pasos de
Valladolid. En los años veinte del pasado siglo, este paso no fue reconstruido
por Agapito y Revilla, sin embargo, algunas de sus esculturas fueron utilizadas
en la composición de otros pasos. Gracias a las numerosas investigaciones que
se han llevado a cabo desde entonces, se ha podido identificar cada uno de las
figuras y asignarlas a su correspondiente paso. A día de hoy son cuatro las
esculturas que podemos adscribir a la Oración en el Huerto: Judas (antaño
identificado en el Museo como un San Juan) y los sayones “de la linterna”, del
“casco bicorne” y el “de la lanza y turbante”. Este último desde hace años se
le ha relacionado con el paso del Azotamiento de la Vera Cruz, pero en una
última revisión se ha reasignado su pertenencia al de la Oración en el Huerto.
Andrés Solanes, sayón de la linterna, 1629-1630. Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main |
Andrés Solanes, sayon del casco bicorne, 1629-1630. Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main |
Andrés Solanes, Sayón de la lanza y el turbante, 1629-1630. Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main |
Desde los años ochenta del siglo XX se ha recompuesto
parcialmente el paso en tres ocasiones, en todas ellas se han añadido las
esculturas de Judas y el sayón “de la linterna” a la escena principal de Cristo
y el Ángel. La primera tuvo lugar en una exposición celebrada en el Museo
Nacional de Escultura. En los años noventa llegaron a salir en procesión obre
la carroza de la Oración en el Huerto. Por desgracia este segundo intento no
prosperó. La última recomposición tuvo lugar en el presbiterio de la Catedral
como montaje del Pregón de Semana Santa del año 2001.
Para la recreación del paso hemos
intentado deducir cuáles eran las medidas del tablero original basándonos en la
anchura de la puerta principal de la Penitencial de la Vera Cruz (por donde
entraba y salía el antiguo paso), así como las medidas de las propias figuras. Esta
puerta mide 10 pies, es decir 2,80 m, por lo cual la anchura del tablero debía
oscilar entre los 2,70 y los 2,60 m. (en torno a unos 9 pies por utilizar una
cifra redonda). El resto de puertas de las penitenciales de Valladolid miden
más o menos lo mismo: la de Jesús (que no es la original) tiene cinco
centímetros más, 2,85 m. Las puertas geminadas de la antigua Penitencial de la
Pasión miden 2,55 m. y 2,60 m.[1]
Si comparamos las medidas de estas puertas con la de la capilla de los pasos
grandes de Medina de Rioseco, única que hoy en día es atravesada por pasos
cargados a la forma tradicional, comprobamos que mide 11 pies[2]
(3,10 m. aproximadamente). Todo esto nos pone en aviso de dos cosas. Por un
lado, los tableros originales eran posiblemente más estrechos que los de las
carrozas actuales y las composiciones de los pasos más apretadas. Por otro lado,
al considerar que la puerta de la capilla de los pasos grandes de Medina de
Rioseco es algo más holgada que las de las penitenciales vallisoletanas, esta
maniobra debió resultar en ocasiones bastante más compleja de lo que podríamos
suponer. Prueba de ello es que ya desde antiguo está documentada la existencia
de sistemas de ruedas para sacar y meter los pasos en las Penitenciales.
Maniobra de salida del Descendimiento de Medina de Rioseco. Fuente: http://www.medinaderioseco.com/semanasanta/cofradias/Autor fotografía: Fernando Fradejas de Castro |
A continuación, exponemos una
tabla con las medidas en centímetros de las diferentes figuras que integran la
recreación de este paso[3].
FIGURA
|
ALTURA
|
ANCHURA
|
PROFUNDIDAD
|
Jesús orando
|
166
|
105
|
125
|
Ángel
|
178 (con la cruz)
|
110
|
113
|
Judas Iscariote
|
176
|
142
|
109
|
Sayón de la lanza
|
195
|
111
|
70
|
Sayón de la linterna
|
182
|
97
|
90
|
Sayón del casco bicorne
|
192
|
79
|
100
|
Basándonos en las medidas y los
gestos se ha intentado recrear una posible disposición que muestre una acción
concreta y lógica. Partiendo de la composición que se ha venido realizando en
repetidas ocasiones desde los años ochenta del siglo XX, la escena principal (Cristo
y el Ángel) se sitúa en el frente del tablero en diagonal y no en el eje,
ocupando este último un risco situado en la esquina derecha del tablero. El
brazo levantado de Cristo y el olivo cierran la escena principal y la separa
del historiado. La turba, encabezado por Judas, si sitúa en la parte trasera de
la escena principal, junto al olivo. Judas, situado en el lateral derecho, apunta
con su diestra al Maestro. Justo detrás, en el mismo lateral del tablero, el
sayón de la linterna, caminando sigilosamente y atento a la señal de Judas. En
el lado izquierdo, detrás del olivo, el sayón de la lanza, gira su cabeza hacia
atrás para dar la orden al sayón del casco bicorne, situado en la esquina
izquierda de la trasera. Con esta disposición la escena forma una secuencia
gestual acorde con el relato de la Pasión.
Además, las figuras se disponen de
un modo equilibrado: tres en un lado, tres en otro y el olivo más o menos en el
centro. La composición de escenas de pasos buscaba el equilibrio de las
composiciones independientemente de las agitadas y movidas composiciones
gestuales. Si analizamos la composición de los pasos, observamos que todos
están resueltos de forma que el peso sea equitativo y no haya unas zonas más
pesadas que otras. En el Descendimiento de Gregorio Fernánez, único paso que se
ha mantenido montado desde sus orígenes, puede comprobarse perfectamente.
En la siguiente lámina hemos
dibujado un croquis de cómo quedarían las imágenes según las medidas dadas en
la tabla superior, así como la anchura de la puerta de la Penitencial de la
Vera Cruz (2,80 m.) y un imaginario tablero de 2,50 x 5,50 m. sobre el que se
dispone la escena.
Todas las ideas planteadas están
elaborando desde la teoría, tomando como referencia las medidas publicadas en
diferentes artículos, libros y páginas web. La finalidad de este pequeño
estudio es conocer algo más sobre este paso tan maltratado por la historia.
Dios quiera que en un futuro se pueda ver desfilar por las calles
vallisoletanas a la turba liderada por Judas en el paso de la Oración en el
Huerto.
Quisiera agradecer a Francisco
Javier Juárez Domínguez, autor del blog Cofradías Sacramentales, de Gloria y
Devocionales de Valladolid, por la ayuda prestada para verificar las
dimensiones de algunas imágenes del paso.
A.R.
Bibliografía:
AA. VV.: Pasos restaurados, Valladolid, 2000.
AGAPITO Y REVILLA, J. y BURRIEZA
SÁNCHEZ, J. (estudio introductorio): Las
cofradías, las procesiones y los pasos de la Semana Santa de Valladolid, Valladolid,
2007 (Edición facsímil de original publicado en Valladolid, 1925).
REBOLLO MATÍAS, A.: “La Iglesia
de la Pasión y su Patrimonio (2ª parte)”, en BOLETÍN PASIÓN 2011, LV (2ª época), 2011, pp. 24-35. Consultado en
la página web de la Cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo de Valladolid:
http://www.sagradapasion.com/Multimedia/Revistas/Revista%202011.htm
(última consulta 05/07/2016)
MARTÍN GONZÁLEZ, J. J. y URREA
FERNÁNDEZ, J.: Catálogo Monumental de la
Provincia de Valladolid. Tomo XIV. Monumentos Religiosos de la Ciudad de
Valladolid (Catedral, Parroquia, Cofradías y Santuarios), Valladolid, 2001
(1ª edición Valladolid, 1985).
ORDUÑA REBOLLO, E. y MILLARUELO
APARICIO, J.: Cofradías y sociedad
urbana. La Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias de
Valladolid (1563-2002), Buenos Aires-Madrid, 2003.
URREA FERNÁNDEZ, J.: “Nuevos
datos y obras sobre el escultor Andrés Solanes (+ 1635)”, en Boletín del Seminario de Estudios de Arte y
arqueología, LV,1989, pp. 481-488.
WATTENBERG GARCÍA, Eloísa: Catalogo Monumental de la Provincia de
Valladolid. Tomo XVII. Medina de Rioseco Ciudad, Valladolid, 2003.
Web
http://www.hermandaddelaescalera.org/php/?page_id=1102
(última consulta 01/07/2016)
http://www.lavozderioseco.com/la-imponente-oracion-del-huerto-de-andres-solanes/
(última consulta 01/07/2016)
http://museoescultura.mcu.es/coleccion/accesoAlCatalogo.html
(última consulta 01/07/2016)
[1] Todas
estas medidas han sido extraídas del boletín de la Cofradía de la Pasión de
Valladolid: REBOLLO MATÍAS, A.: “La Iglesia de la Pasión y su Patrimonio (2ª
parte)”, en BOLETÍN PASIÓN 2011, VII
(2ª época), 2011, p. 29.
[3] Las
medidas de las imágenes del Ángel y Cristo han sido tomadas de http://www.lavozderioseco.com/la-imponente-oracion-del-huerto-de-andres-solanes/
(última consulta 01/07/2016), mientras que el resto han sido tomados de
Catálogo Virtual del Museo Nacional de Escultura http://museoescultura.mcu.es/coleccion/accesoAlCatalogo.html
(última consulta 01/07/2016), integrado en la Red Digital de Colecciones de
Museos de España.
5/09/16
Recreación del paso de la Oración en el Huerto
En esta segunda entrega de recreaciones de pasos históricos de la Semana Santa vallisoletana le toca el turno a la Oración en el Huerto que talló Andrés de Solanes hacia 1628 para la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz.
A.R.
4/24/16
Hábitos de “ruan” y "holandilla"
Posiblemente
una de las causas que haya contribuido el éxito y la expansión del modelo
sevillano (ojo, que no andaluz) sea el rico vocabulario que se ha creado en
torno al mundo de las cofradías, del cual incluso hay publicados varios
diccionarios. En Sevilla todo tiene una medida, una proporción y por supuesto su
nombre. Los penitentes visten de dos formas concretas, de “cola” o de “capa“. Los
primeros llevan una túnica hasta los pies con una extensión de tela a modo de
cola que no se lleva arrastrada, sino cogida del brazo o sujeta a la cintura en
un cinturón de esparto o en un cíngulo. El segundo tipo consta de túnica sin
cola y amplia capa. En ambos casos la cabeza queda cubierta con antifaz con
capirote de cartón o rejilla, siendo generalmente más alto el de las túnicas de
cola, imprimiendo así una silueta mucho más estilizada, similar a un ciprés.
Si a la
primera denominación le sumamos las palabras “negro ruan” indudablemente nos
estamos refiriendo a una cofradía posiblemente radicada en el centro, que
atesora a sus espaldas siglos de historia y que mantiene la severidad y rigor
de los cortejos penitenciales de antaño. Este modelo está tan definido y
consolidado que cofradías de nueva fundación lo siguen a pies juntillas.
Ilustración 1. Nazarenos de la Cofradía “del Silencio” de Sevilla. Fuente: http://elcorreoweb.es/maspasion/manuel-nieto-esto-no-se-podia-prolongar-mas-KL1269286 |
A propósito de
esto nos tenemos que hacer una pregunta, ¿qué es el ruan? El ruan es un tejido
de algodón de aspecto encerado. Este tipo de tejido bruñido, contrasta con el
tradicional lino crudo o teñido de negro o morado que usaban los penitentes en
las procesiones de Semana Santa de siglos pasados en toda España. En las normas
emanadas del Sínodo sevillano de 1604, se prohíbe explícitamente el uso de
tejidos bruñidos en favor de los tradicionales de lino basto. Esta norma hace
suponer que se debió usar y que, a ojos de la jerarquía eclesiástica, parecía
impropia de un acto penitencial. Sin embargo, con el paso de los siglos acabó
arraigando tanto que sustituyó al lino basto como tejido característico de los
hábitos cofrades “estrictamente” penitenciales.
Existe
otro tipo de tejido similar al ruan, antaño difundido en la mitad norte de
España para la confección de hábitos, la “holandilla”. Este tejido de lino,
ofrece un aspecto encerado similar al ruan. Ambos hacen pliegues de más cuerpo
que el raso y tradicionalmente fueron empleados como forro en diferentes
prendas de vestir.
Hoy
en día la Congregación de Jesús Nazareno de Zamora es de las pocas (si no la
única) que en la mitad norte de España sigue empleando este tejido en la
confección de sus túnicas. Estas además han mantenido, hasta no hace muchos
años, las colas arrastradas en señal de luto.
Ilustración 2. Hermanos de la Congregación de Jesús Nazareno. Fuente: http://sonso1957.blogspot.com.es/2015/04/zamora-y-su-semana-santa-de-noche.html |
En
1777 se hace pública una Real Cédula cuya finalidad era prohibir determinadas prácticas
penitenciales como la flagelación pública y los empalados – las cuales ya
estaban en claro declive-. Esta medida impedía que los participantes en las
procesiones de Semana Santa llevasen el rostro tapado. Aunque muchas cofradías ya
habían abandonado el hábito penitencial a lo largo del siglo XVIII, otras
pidieron licencia a la autoridad civil para poder vestirlo en lugar de traje de
paisano. La Hermandad de Jesús Nazareno y Cabildo de San Nicolás de Tolentino de
Cuenca fue una de ellas. Juan Antonio López Malo, en representación de la
citada Hermandad, solicitó al Consejo de Castilla la autorización para llevar
túnica de holandilla morada y capuz, en lugar de vestir de paisano y evitar que
el mal estado de las calles y la cera lo echasen a perder. Aunque el argumento
resulta pobre puesto que la Real Cédula pretendía erradicar los escándalos que
ocasionaban los penitentes amparados bajo el anonimato del hábito, finalmente
la autoridad permitió a la Hermandad llevar túnica, pero sin capuz. Es muy
significativo que especificase la holandilla, porque tanto esta como el ruan
son tejidos impermeables. Actualmente los hermanos de Jesús Nazareno de Cuenca
visten túnica y capuz de terciopelo morado.
Ilustración 3. Celador sevillano de ¿la Cofradía del Calvario? manchado de cera. Fuente: https://ciudadsindiscos.wordpress.com/2013/03/29/parquet-courts/ |
Merece
una mención especial la Congregación de Jesús Nazareno de Salamanca, una de las
cofradías que, a pesar de algunas modificaciones, ha sabido conservar la
vestimenta original de sus hermanos de una manera bastante fiel al espíritu
fundacional. El hábito consta de túnica y capillo de terciopelo morada -antaño
de holandilla- con larga cola arrastrada en señal de luto. Rosario en la mano,
corona de espina en la cabeza y cíngulo amarillo al cuello – sustituyendo a la
soga de esparto que antiguamente portaban-. En lugar de cirio, cargan una cruz
al hombro, imitando a Cristo camino del Calvario. Tanto la cruz al hombro, la
soga al cuello como las túnicas moradas son elementos propios de hermandades de
Jesús Nazareno.
Ilustración 5. Congregación de Jesús Nazareno de Salamanca. Nazarenos con su hábito de terciopelo. Fuente: http://www.jesusnazarenoysantoentierro.es/secciones/congregacion/titulos.escudos.php |
Como
pueden comprobar el ruan es ampliamente usado en Sevilla y Andalucía por las cofradías
“serias”, hasta el punto de ser uno de los elementos que las identifica. Sin embargo,
en Castilla el uso de la “holandilla” prácticamente ha desaparecido, sustituido
en los casos de Cuenca y Salamanca por terciopelo, una tela menos severa y más
suntuosa que enlaza mejor con la solemnidad y esplendor que se ha buscado en
los cortejos penitenciales desde el resurgimiento de las procesiones de Semana
Santa en el siglo XX. Si ahondamos un poco en la historia y superamos los
tópicos entre Castilla y Andalucía como dos realidades contrapuestas, vemos que
comparten raíces comunes que se pueden rastrear a través de detalles como este,
aparentemente insignificantes, del uso del ruan o la holandilla en las
cofradías.
A.R.
Pd. Si les interesa saber más sobre
hábitos de cofradías, les recomiendo que visiten este blog http://lastunicas.blogspot.com.es/
. Aunque lleva ya unos años sin actualizar, en sus posts se hace un estudio muy
interesante sobre diferentes aspectos de los hábitos penitenciales de modo
general y en particular de Sevilla.
Bibliografía y Webs consultadas:
Diccionario Enciclopédico Espasa
Calpe
IBÁÑEZ MARTÍNEZ, Pedro Miguel: Orígenes de la Semana Santa de Cuenca
(siglos XVI-XVII). Cuenca, 2007.
http://www.jesusnazarenoysantoentierro.es/secciones/congregacion/titulos.escudos.php
(última consulta 23/04/2016)
http://www.sanjuanevangelistacuenca.com/procesion_hdadjesus.html
(última consulta 23/04/2016)
http://lastunicas.blogspot.com.es/
(última consulta 23/04/2016)
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