9/22/16

Sobre la composición del “paso” del Camino del Calvario de Valladolid

En la anterior entrada publicamos la recreación del “paso de Jesús Nazareno”, hoy conocido como Camino del Calvario, encargado por la Cofradía de la Pasión de Valladolid en 1614 a Gregorio Fernández.

Ilustración 1. Composición del "Paso del Nazareno" como lo concibió Gregorio Fernández.
Ilustración 2. Gregorio Fernández, Camino del Calvario (1614-15). Composición actual del paso. Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main

La composición actual del paso tiene su origen en la reconstrucción llevada a cabo por el investigador y arquitecto Juan Agapito y Revilla en los años veinte del siglo pasado. Los antiguos pasos dejaron de montarse con todo el historiado en la segunda mitad del siglo XVIII, siendo recogidas todas las imágenes secundarias por la Academia de Bellas Artes de Valladolid con destino al recién creado Museo de Bellas Artes fundado en 1842. Aquí permanecieron descontextualizadas y sin memoria de su antigua pertenencia a uno u otro paso hasta que Agapito y Revilla afrontó este rompecabezas.

El paso actualmente se muestra del siguiente modo: en el centro se sitúa una imagen de Jesús Nazareno (que no es la original del paso). El Cirineo ayuda a Cristo a cargar la Cruz. A la derecha de Cristo, la Verónica, que le muestra la santa faz impresa en el paño, mientras que a su izquierda se sitúan dos sayones, uno que tira de la cuerda (oficialmente titulado en el inventario oficial del Museo como “Sayón de la cuerda”) mientras se sostiene los calzones y otro con una trompeta (en el inventario del Museo aparece como “Sayón de la trompeta”).

Ilustración 3. “Sayón de la soga”, hoy titulado en el inventario oficial “sayón de la cuerda”. Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main

Ilustración 4. Sayón denominado antiguamente como "Hombre armado", hoy titulado en el inventario oficial como "Sayón con trompeta". Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main

Sin embargo, como demostró Vasallo Toranzo[1], esta no es la disposición original de las figuras. Para entender la composición original y la evolución del mismo es necesario conocer la historia material de este paso a través de las principales fuentes documentales conservadas desde su construcción. Ceán Bermúdez llegó a consultar a principios del siglo XIX el contrato de hechura (hoy desaparecido) entre Gregorio Fernández y la Cofradía Penitencial de la Pasión. En él se especificaba la talla de cinco figuras: “Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas, Simón Cirineo ayudándole a llevarla, un sayón tirando de la soga, un hombre armado y la Verónica”. La composición que someramente se describe en el contrato se corresponde con la recreada en el anterior artículo (Ilustración 1).

Posteriores a esta fuente documental se conocen dos instrucciones de montaje del siglo XVII que proporcionan información de la disposición de las figuras sobre el tablero. La primera de las instrucciones, datada en torno a 1650, fue publicada por Agapito y Revilla en la segunda edición y corrección de su libro Las cofradías, las procesiones y los pasos de Semana Santa en Valladolid. Decía de este modo:

Paso de Jesús Nazareno

Primero Jesús Nazareno, tiene dos tornillos… Luego se le pone la Cruz tiene un tornillo que le pasa el hombro y en cada mano un tornillo… Luego se pone el Cirineo y se le mete el remate de la Cruz y el tornillo que le entra por delante y luego para asegurar la Cruz lleva otro tornillo que tiene una tuerca… Luego se pone el Sayón que va metiendo la lanza por el costado de Jesús y esta es de dos pedazos. Tiene dos tornillos y su espada que le asegura. Luego se pone el Sayón que va tirando del cordón de Jesús este es el que se van cayendo los calzones tiene dos tornillos y le asegura la espada. Luego se pone la Verónica tiene dos tornillos se pone a la derecha del Paso enfrente del Señor[2].

En las instrucciones de armar los pasos de 1661 se menciona al “soldado que lleva la lança que arrima en el costado de Cristo” y el “saión que lleva la soga y la corneta”[3]

Obsérvese que en la instrucción de 1650 el paso es descrito desde atrás hacia la parte delantera, girando las cuatro figuras en torno a la imagen central del Nazareno, situado en el centro del tablero. En la parte trasera se sitúa el Cirineo ayudando a cargar la cruz y al otro lado el hombre armado que se mencionaba en el contrato, al que como novedad se le coloca una lanza de dos piezas clavaba en el costado de Cristo. En la delantera la Verónica, a la derecha de Cristo, sale a su encuentro mostrándole el paño con la Santa Faz impresa. A la izquierda, el sayón de la cuerda se gira violentamente hacia Cristo.

La única novedad que aportan las instrucciones de 1661 es la corneta que porta el sayón de la soga.
El origen de estas modificaciones es debido al esplendor que a mediados del siglo XVII vivía la Cofradía de la Pasión, gracias a la cual fueron sustituidos algunos pasos por otros nuevos con las mismas escenas (“Paso nuevo del Azotamiento” y el “Paso nuevo de Nuestra Señora y San Juan”). Por tanto, las modificaciones realizadas en el Paso de Jesús Nazareno (la adición de una lanza de dos piezas clavada en el costado de Cristo y la corneta al sayón de la soga) responden a los deseos de los cofrades por actualizarlo añadiendo elementos efectistas que frecuentemente aparecen en las representaciones de Jesús Camino del Calvario. Vasallo Toranzo señala un probable origen de estos cambios en la divulgación de la composición de Cristo con la Cruz a cuestas de Rubens. No obstante, desde el siglo XV abundan las representaciones de Cristo Camino del Calvario rodeado de una turba de soldados, en donde sin lugar a dudas se inspiró Gregorio Fernández para componer el paso.

Es en la interpretación del sayón con soga y corneta donde radica el origen de la composición actual. Agapito y Revilla llegó a dudar si el sayón de la soga y trompeta era realmente uno o por el contrario eran dos sayones. Finalmente interpretó que entre 1650 y 1661 se había añadido un nuevo sayón que portaba una corneta: “¿serían dos las figuras? ¿uno tirando de la soga y otro con la corneta? Esto es lo más probable y por ello rectifico la composición[4]”. A resultas de lo cual la composición del paso se hizo bajo la premisa de la existencia de tres sayones y no dos como demuestran las principales fuentes. En la composición actual el “sayón de la cuerda” cumple su función original en el desarrollo de la escena. Sin embargo, el “sayón de la corneta” era el “hombre armado” que originalmente portaba una lanza o alabarda y que a mediados del siglo XVII se le colocó una lanza de dos piezas que se clavaba en el costado derecho del Nazareno. Su ubicación, actual, junto al sayón de la cuerda, rompe el principio de equilibrio con que Gregorio Fernández compuso todos sus pasos.

Otros pasos de similar temática, como los de Palencia y Salamanca, ayudan a entender la evolución histórica del paso vallisoletano. El “Paso del Camino del Calvario” también llamado “de la Verónica” de Palencia, propiedad de la Cofradía de Jesús Nazareno, consta de cinco figuras realizadas a finales del siglo XVII. La imagen del Nazareno fue encargada en 1694 a José de Rozas. El sayón de la cachiporra y la Verónica fueron tallados el mismo año por Antonio Vázquez. El Cirineo y el sayón de la Cuerda y la trompeta son del burgalés residente en Medina de Rioseco Bernando López de Frías, tallados dos años después que el resto[5]. Este paso no copia literalmente al de Valladolid, sin embargo, ayuda a despejar las dudas que suscitaron a Agapito y Revilla el sayón de la cuerda y la corneta. Ambas acciones son realizadas por el mismo personaje. El bizarro “hombre armado” que hería el costado de Cristo con una lanza se convierte en un violento sayón, de poca calidad, que golpea al Nazareno con una cachiporra. Si bien es cierto que el sayón de la cuerda y la trompeta guarda cierta relación con el vallisoletano, el de la cachiporra sólo podría emparentarse con el de Gregorio Fernández en el bigote.

Ilustración 5. José de Rozas, Antonio Vázquez y Bernardo López de Frías, Camino del Calvario o la Verónica (1692). Palencia. Fuente: http://www.nazarenospalencia.es/?page_id=64
Ilustración 6. Detalle Camino del Calvario Palencia. Fuente: http://www.papones.com/phpBB3/viewtopic.php?f=98&t=103

El “Paso de la Caída” de la Cofradía de la Vera Cruz de Salamanca, muestra el esquema del paso de Fernández siguiendo la descripción de las instrucciones de 1650. Este conjunto de autor anónimo, fue tallado en el siglo XVII. A pesar de las múltiples reformas realizadas a mediados del siglo XIX y la sustitución de todas las tallas (salvo la cara de la Verónica y el soldado romano) por el escultor Francisco González Macías en 1947, mantiene una disposición de figuras semejante al modelo vallisoletano. El sayón trasero, inspirado en el “hombre armado” intenta golpear con el regatón de la alabarda a Cristo caído en tierra. En la esquina opuesta el sayón de la soga se gira para contemplar la escena[6].

Ilustración 7. Paso de la Caída de la Vera Cruz de Salamanca portado a hombros sobre un tablero antes de la intervención de Francisco González Macías (1947). Fuente: http://www.wikiwand.com/es/Procesi%C3%B3n_del_Santo_Entierro_(Salamanca)
Ilustración 8. Paso de la Caída de la Vera Cruz de Salamanca actualmente. Fuente: http://www.lagacetadesalamanca.es/semana-santa/2016/03/25/viernes-santo-directo/170404.html
El paso de la “calle de la Amargura”, popularmente conocido como “Nazareno de San Julián” de la Congregación de Jesús Nazareno y Santo Entierro consta de cinco figuras: Jesús Nazareno, el Cirineo, dos sayones y la Virgen María. La imagen del Nazareno es de José de Larra Domínguez, tallado en 1716. Los sayones y el Cirineo se atribuyen a su taller, mientras que la Virgen es del salmantino Antonio Hernández, tallada en 1798 en sustitución de una anterior de escaso mérito artístico.

Ilustración 9. Nazareno de San Julián de la Congregación de Jesús Nazareno de Salamanca. Fuente: http://www.lagacetadesalamanca.es/multimedia/fotos/semanasanta/2016-03-26-55921-nazareno-calle.html#5
A pesar de la variación iconográfica (encuentro Virgen María en la calle de la Amargura) y la relación especular respecto al modelo de Valladolid (Cristo carga la cruz con el hombro derecho y no con el izquierdo) tanto la composición como los ademanes siguen fielmente el modelo original de Gregorio Fernández antes de las modificaciones de mediados del XVII[7].

La imagen del Nazareno representado en la recreación se corresponde con el que actualmente está en posesión de la Cofradía de la Pasión (Ilustración 10). En 1926 la Iglesia Penitencial de la Pasión fue clausurada, las imágenes titulares de la Penitencial fueron repartidas por diferentes iglesias de Valladolid, siendo felizmente localizado e identificado el Nazareno por Luis Luna Moreno en el Santuario del Carmen Extramuros. En 2013 la imagen fue trasladada a la iglesia del Convento de San Quirce y Santa Julita, sede actual de la Cofradía. Esta imagen, bajo la advocación actual de Nuestro Padre Jesús con la Cruz a cuestas, participa desde 2014 en la procesión de Oración y Sacrificio de la Cofradía de la Pasión. Es una imagen de vestir fechada a finales del siglo XVII que sustituye a la imagen original de Fernández.

Ilustración 10. Nuestro Padre Jesús con la Cruz a cuestas, finales del siglo XVII. Fuente: http://www.sagradapasion.com
En la recreación se ha vestido siguiendo la forma tradicional de los nazarenos castellanos, túnica hasta el suelo sin ceñir a la cintura, con un cordón al cuello rematado en sendas borlas que llegan al suelo. Esta era la forma de representar la imagen de Jesús Nazareno portando la cruz en los pasos castellanos del siglo XVII. Con túnica larga y sin ceñir fue tallado el Nazareno de la Cofradía homónima de Valladolid (hasta los años veinte del siglo pasado la imagen era vestida), así como su antigua imagen titular, hoy presidiendo el paso Camino del Calvario. Fuera de Valladolid se conservan imágenes de nazarenos, de talla o de vestir con similar atavío. El Nazareno del Paso del Camino del Calvario de Palencia sigue fielmente la forma y el estilo de los vallisoletanos, así como el Nazareno de Villalpando (Zamora), ataviado con túnica de tela sobre la de talla. A pesar de los cambios estéticos a los que están sujetas las imágenes de vestir, todavía existen imágenes de Nazarenos vestideros que conservan la forma antigua de los nazarenos castellanos, como el “Nazareno Chico” de la Vera Cruz de Salamanca, el Nazareno de la Congregación de Jesús Nazareno de la misma ciudad, el de Benavente (Zamora), el de Cuéllar (Segovia) e incluso en tierras más al sur en Balconete (Guadalajara). El titular del Dulce Nombre de Jesús Nazareno de León aparece también de esta forma en las fotografías antiguas, actualmente la imagen es vestida con un cíngulo a la cintura, pero conserva la soga con dos borlas atada al cuello.  

Ilustración 11. Imagen de Jesús Nazareno de la Cofradía homónima de Valladolid. Imagen atribuida a Juan Antonio de la Peña, en el último tercio del siglo XVII. Fuente: http://www.todocoleccion.net

Ilustración 12. Imagen central del actual "Paso del Camino del Calvario", antiguo titular de la Hermandad de Jesús Nazareno de Valladolid. Cabeza y manos atribuidos a Pedro de la Cuadra, 1600 ca. Fuente: http://ceres.mcu.es/pages/Main

Ilustración 13. Nazareno de Villalpando (Zamora). Fuente: http://www.verpueblos.com/castilla+y+leon/zamora/villalpando/foto/857165/

Ilustración 14. Nazareno "Chico" de la Vera Cruz de Salamanca. Anónimo s. XVIII. Fuente: http://samegram.com/tag/soytontodecapirote

Ilustración 15. Nazareno de la Congregación de Jesús Nazareno y Santo Entierro de Salamanca. Fuente: http://pasos-palios.blogspot.com.es/2013/05/congregacion-de-jesus-nazareno-de.html

Ilustración 16. Nazareno de Benavente (Zamora). Fuente: http://joyasdecastillayleon.elnortedecastilla.es/2010/semana-santa/jesus-nazareno-de-benavente.html

Ilustración 17. Nazareno de Cuéllar (Segovia). Fuente: http://cuellar7.com/pasion-por-el-nazareno/12239/

Ilustración 18. Nazareno de Balconete (Guadalajara).

Ilustración 19. Nazareno de León. Fuente: http://jhsleon.com/nuestro-padre-jesus-nazareno

El marco arquitectónico que centra la escena está inspirado en la fachada barroca de la antigua Iglesia Penitencial de la Pasión de Valladolid, levantada por Felipe Berrojo en 1666[8]. Flanquean la escena dos figuras, San Juan Bautista, patrono de la Penitencial por la asociación con la romana Arciconfraternitá de San Giovanni Decollato della Misericordia[9]. Al otro lado el profeta Isaías, el profeta de la Pasión. En sendas cartelas de la base aparece una cita suya Sicut ovis ad occisionem ducetur (Como oveja conducida al matadero).
 
Ilustración 20. Fachada de la Antigua Iglesia Penitencial de la Pasión, donde radicó la Cofradía de la Pasión desde el último tercio del siglo XVI hasta 1926. Fuente: wikipedia.org
BIBLIOGRAFÍA

AGAPITO Y REVILLA, Juan: “Las cofradías, las procesiones y los pasos de Semana Santa en Valladolid. 2ª edición y corrección”, Boletín del Museo Provincial de Bellas Artes de Valladolid, 15, 1929 (Edición facsímil Valladolid, 2007).

BURRIEZA SÁNCHEZ, Javier: Cinco siglos de Cofradías y Procesiones. Historia de la Semana Santa de Valladolid. Valladolid, 2004.

MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José: Escultura Barroca en España 1600-1770. Madrid, 1998 (3ª edición).

REBOLLO MATÍAS, A.: “La Iglesia de la Pasión y su Patrimonio (1ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 6 (2010), pp. 22-32. Consultado en la página web de la Cofradía de la Sagrada Pasión Cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo de Valladolid:  http://www.sagradapasion.com/Multimedia/Revistas/Revista%202010.html (última consulta 20/09/2016).

URREA, Jesús: “Paso del Camino del Calvario”, Pasos restaurados. Valladolid, 2000, pp. 53-63.

VASALLO TORANZO, Luis: “Nuestra Historia. Sobre el montaje del paso Camino del Calvario de Gregorio Fernández”, Pasión Cofrade (2º época), 6 (2010), pp. 33-36. Consultado en la página web de la Cofradía de la Sagrada Pasión Cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo de Valladolid:  http://www.sagradapasion.com/Multimedia/Revistas/Revista%202010.html (última consulta 20/09/2016).

VASALLO TORANZO, Luis: “El paso Camino del Calvario de Gregorio Fernández” en Boletín del Museo Nacional de Escultura, 11( 2007), pp. 16-21. Consultado en https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2689658 (última consulta 20/09/2016).

PÁGINAS WEB

http://www.jesusnazarenoysantoentierro.es (última consulta 20/09/2016).

http://www.veracruzsalamanca.es (última visita 20/09/2016).







[1] VASALLO TORANZO, Luis: “El paso Camino del Calvario de Gregorio Fernández” en Boletín del Museo Nacional de Escultura. Nº 11, 2007, pp. 16-21. IDEM: “Nuestra Historia. Sobre el montaje del paso Camino del Calvario de Gregorio Fernández” Pasión Cofrade (2º época), 6 (2010), pp. 33-36.
[2] AGAPITO Y REVILLA, Juan: “Las cofradías, las procesiones y los pasos de Semana Santa en Valladolid. 2ª edición y corrección”, Boletín del Museo Provincial de Bellas Artes de Valladolid, 15, 1929. p. 13 (Edición facsímil Valladolid, 2007).
[3] AGAPITO Y REVILLA, Juan: Las cofradías, las procesiones y los pasos de la Semana Santa en Valladolid, Valladolid, 1925, p. 44 (Edición facsímil Valladolid, 2007).
[4] Ibídem. p. 46.
[5] URREA, Jesús: “Paso del Camino del Calvario”, Pasos restaurados. Valladolid, 2000. p. 60
[8] REBOLLO MATÍAS, Alejandro: “La Iglesia de la Pasión y su Patrimonio (1ª parte)”, Pasión Cofrade (2ª época), 6 (2010), pp. 22-32.
[9] Ídem.

9/17/16

Recreación del Paso Camino del Calvario de Valladolid

En esta nueva entrada subimos una ilustración que recrea el "paso" del Caminio del Calvario que talló Gregorio Fernández entre 1614 y 1615 para la Cofradía de la Pasión de Valladolid. En los próximos días subiremos otro artículo con una explicación detallada del mismo.

8/26/16

Carrozas triunfales marianas en el antiguo Arzobispado de Toledo

En el entorno de la Villa y Corte de Madrid y la sede Primada de España, Toledo, se desarrolló una interesante tipología de carroza procesional que por sus características podemos calificar de triunfal, pues pone al servicio de la devoción religiosa, en este caso mariana, un completo aparato escultórico y escenográfico. Es la expresión de mayor exaltación profesada a la imagen que ostenta el patronazgo de la villa, que recorre triunfalmente las calles de la población en su anual procesión, centro de las fiestas patronales.

Hasta el año 1885 la Villa y Corte formaba parte del gran Arzobispado de Toledo. Esta vinculación religiosa y la cercanía entre ambas fue muy fecunda a nivel artístico. En los siglos XVII y XVIII, el asentamiento de la Corte en Madrid generó un centro cultural y artístico que irradió su influencia a la sede Toledana.

Es sentimiento común en todas las hermandades enriquecer su patrimonio y festejar con esplendor las celebraciones, especialmente las procesiones. A diferencia de otros territorios eclesiásticos, como la Archidiócesis de Sevilla, en la toledana las andas llevadas a hombros no adquieren la entidad de “retablo andante”. Esto no impide que se desarrollaran otras tipologías como las carrozas, plataformas rodadas sobre las que sacar en procesión las imágenes como una alternativa a las andas. En el siglo XVII se produce un hecho que pudo influir en el devenir y desarrollo de esta tipología: la carroza ideada por el Maestro Mayor Pedro de Torres en 1600 para la portentosa custodia de Enrique de Arfe en sustitución de las andas[1]. Ésta incorporaba además un sistema mecánico que mantenía la custodia en posición vertical durante el trayecto de la procesión. La carroza evitaba además que los seglares tuvieran que ayudar a los 12 ó 16 clérigos que portaban a hombros las andas de la custodia. Emulando a la sede Primada, diferentes poblaciones del arzobispado asumieron la carroza como un elemento que otorgaba esplendor y brillantez a las procesiones. En Sevilla, de forma paralela, las hermandades penitenciales asimilaron la forma de carga interior por “costaleros” tomando de modelo las andas de carga mixta de la custodia catedralicia, convirtiéndose en la forma de carga característica de los “pasos procesionales” que a modo de retablos andantes sustituyeron a las sencillas andas.

Ilustración 1. Annibale Carraci. Triunfo de Baco y Ariadna. 1597 - 1600. Palacio Farnesio Roma.

En el siglo XVIII se produce la eclosión del modelo triunfal de la carroza procesional. Esta tipología de origen grecolatino está ampliamente justificada en la literatura y en las representaciones plásticas de dioses o generales desfilando en ricos carros tirados por animales. Sin embargo, no existe una fundamentación bíblica que justifique el triunfo o la exaltación mariana. La cultura humanista había asumido la mitología antigua y en contextos profanos era frecuente emplear temática mitológica como podemos ver en el Baco y Ariadna de Tiziano (1520-3) o en los frescos pintados por Annibale Carracci entre 1597 y 1600 para el salón grande del Palacio Farnesio de Roma cuya escena principal es un desfile triunfal de Baco y Ariadna. En el siglo XVII ya encontramos la asimilación del carro triunfal en obras religiosas. En 1625 la Archiduquesa Isabel Clara Eugenia encarga a Rubens la realización de unos cartones para una serie de tapices destinados al Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid. La escena principal de estos cartones muestra el triunfo de la Iglesia como un desfile romano, personificando a la Iglesia en una mujer entronizada en un carro dorado con piedras preciosas en sus ruedas. A través del lenguaje alegórico el genial pintor introduce el carro triunfal dentro de una compleja iconografía.

Ilustración 2. Rubens. Triunfo de la Eucaristía. 1625. Museo del Prado, Madrid. Fuente: http://www.ub.edu/poderirepresentacions/equip-investigador/

Aunque la cultura judeocristiana es ajena a las escenas de triunfo del mundo grecolatino, en la Biblia sí abundan las teofanías, algunas de las cuales podían constituir el fundamento bíblico de estos artefactos de gloria. Pasajes como la visión del trono de Yaveh del capítulo primero de Ezequiel, en el que aparecen los cuatro vivientes identificados con el tetramorfos de los evangelistas: el león de San Marcos, el hombre alado de San Mateo, el toro alado de San Lucas y el águila de San Juan. Una visión similar es descrita por San Juan en el Capítulo cuarto del Apocalipsis, con los cuatro vivientes y los veinticuatro ancianos junto al trono de Dios.

Aunque nosotros nos centremos en mostrar a lo largo de este artículo ejemplares marianos localizados en torno al eje Madrid – Toledo, no hay que olvidar la importancia y arraigo que esta tipología tuvo desde el siglo XVIII como sostén de las custodias de asiento catedralicias en las procesiones del Corpus, ni tampoco excluir la difusión que tuvieron en otras zonas de España, más puntual y menos extendida que la tratada en este artículo.

Los carros de triunfo son piezas realmente excepcionales: conjugan la tradición retablística con la fabricación de carruajes y la ebanistería. Son piezas de vanguardia, realizadas en el entorno de la corte, cuando no fabricadas por artistas que trabajan en ella. Este factor fue decisivo para la rápida asimilación estética de los diferentes estilos: en un primer momento el refinamiento del rococó, seguido del neoclasicismo y terminando con un estilo historicista de progenie romántica. Hasta finales del siglo XVIII la decoración y el lenguaje retórico está más o menos en consonancia con la retórica religiosa de la retablística. Sin embargo, a medida que avanza la centuria y sobre todo el siglo XIX, el carro triunfal asume un lenguaje decorativo y escenográfico mucho más teatral, más cercano la sensibilidad estética burguesa del siglo XIX.

Los carros de triunfo presentan una serie de características formales propias. La imagen mariana se sitúa sobre una peana en la parte trasera, dominando el espacio interior y delantero de la carroza poblada de numerosas figuras de ángeles situados a un nivel inferior. La delantera es ocupada por esculturas de ángeles o alegorías, en ocasiones de gran tamaño y protagonismo. Las ruedas, imitando el diseño de los carros de triunfo romanos, presentan una rica decoración y suelen encontrarse en el exterior y no ocultas en el interior.

Ilustración 3. Juan de Lobera. Carro de triunfo de la Virgen de la Concepción, 1757. Navalcarnero (Madrid). Fuente: http://www.esalgado.es/restauracion-carroza-procesional


Podemos decir que es en Navalcarnero[2] (Madrid) donde mejor se ha documentado la evolución y eclosión de las carrozas de triunfo. La Hermandad de Nuestra Señora de la Concepción, patrona de la villa de forma oficial desde 1658, contó desde el siglo XVII con una carroza procesional para salir en procesión anual el 8 de septiembre. Entre 1630 y 1678 existió una primera carroza cuyas características desconocemos. En 1679 la Hermandad encarga una nueva a Juan de Lobera, arquitecto, escultor y ensamblador. Las condiciones del contrato describen algunos elementos que nos permiten hacernos una idea del mismo. Contaba con una serie de tarjetas, ángeles y pequeños motivos escultóricos que contrastaban con frisos y fondos planos que se muestran en sintonía con las obras retablísticas del momento. Esta carroza fue sustituida por la concertada en 1757 con Juan de Lobera, “adornista” del Palacio Real de Madrid que trabajaba en el taller de carruajes y que además contaba con experiencia en el campo de la retablística.
Ilustración 4. Juan de Lobera. Carro de triunfo de la Virgen de la Concepción, 1757. Navalcarnero (Madrid). Fuente: http://www.esalgado.es/restauracion-carroza-procesional






Ilustración 5. Juan de Lobera. Carro de triunfo de la Virgen de la Concepción, 1757. Navalcarnero (Madrid). Fuente: http://www.esalgado.es/restauracion-carroza-procesional

Ilustración 6. Juan de Lobera. Carro de triunfo de la Virgen de la Concepción, 1757. Navalcarnero (Madrid). Fuente: http://www.esalgado.es/restauracion-carroza-procesional

En el contrato se estipulaba la presencia en el carro de los “animales de Ezequiel”, en referencia a los cuatro vivientes, identificados como el tetramorfos. La carroza está compuesta por una gran masa dorada de roleos y elementos decorativos que, según Blanco Mozo, se inspira en un modelo concreto del Método sucinto y compendioso en cinco simetrías y apropiadas a los cinco órdenes de arquitectura adornada con tres reglas útiles del fraile mínimo Matías de Irala (1680-1753).

En esta gran masa dorada campean numerosas esculturas de ángeles y querubines. La delantera está presidida por un ángel mancebo vestido de peregrino. En la parte inferior se encuentran los cuatro animales del tetramorfos en medio relieve sobre nubes. La parte trasera, curvada, es presidida por un sol.

Ilustración 7. Grabado de la Virgen de los Ángeles de Getafe sobre su carroza triunfal tirada por ángeles. Fuente: http://parroquiadesevillalanueva.blogspot.com.es/

Ilustración 8. Grabado de la procesión de la Virgen de los Ángeles de Getafe. Fuente: http://www.juanmalcala.es/2012/05/procesion-de-la-virgen-de-los-angeles.html

 Nuestra Señora de los Ángeles de Getafe (Madrid) cuenta con otra carroza triunfal del siglo XVIII. Fue ejecutada por Juan de Maurat en 1774. Al igual que la carroza de Navalcarnero, la masa dorada es poblada por pequeños ángeles y una alegoría de la Fe en la parte delantera bajo la que se sitúa el águila de San Juan. Los laterales y la parte trasera se decoran con relieves alusivos a la Letanía Lauretana como el sol, la luna o el pozo. Las ruedas están ocultas en el interior. Consta de una lanza de tiro que dirige las ruedas delanteras. A finales del siglo XVIII se construyó una capilla lateral en la ermita para albergarla todo el año y evitar su deterioro.

Ilustración 9. Estampa de la Virgen de los Ángeles de Getafe entronizada en su carroza triunfal. 1926. Fuente: https://hablemosdegetafe.wordpress.com/category/tradiciones/


Ilustración 10. Juan de Maurat, carroza de la Virgen de los Ángeles 1774. Getafe (Madrid). Fuente: http://www.virgendelosangelesgetafe.org/la-carroza/
La carroza de la Virgen de la Soledad de Parla (Madrid) copia el modelo creado por la de Getafe. Desconocemos si la actual carroza es original o bien una copia realizada después de la guerra civil.

Ilustración 11. Grabado de la Virgen de la Soledad de Parla en su carroza triunfal. 1894. Fuente: http://perso.wanadoo.es/webdeparla/historiadeparla.html

Ilustración 12. Traslado de la Virgen de la Soledad sobre su carroza triunfal. Fuente: http://www.elicebergdemadrid.com/noticia/37954/parla/la-virgen-de-la-soledad-abrio-el-prologo-a-las-fiestas-patronales-de-los-parlenos.html
El carro de la Virgen de la Caridad de Camarena (Toledo) es excepcional en todos los aspectos, primero por su volumen, el más largo de todos (3,5 m. aproximadamente). Su programa iconográfico y su excepcional calidad la relacionan directamente con las obras salidas de la corte. La masa dorada es acompañada por grandes figuras alegóricas, de gran tamaño en la parte delantera y en la trasera un grupo de tamaño natural compuesto por el Arcángel San Miguel matando al diablo. El trono sobre el que se asienta la imagen mariana es una copia del que labró el platero florentino Virgilio Fanelli para la Virgen del Sagrario de la Catedral de Toledo, cuya ejecución culminó en 1674[3].

Ilustración 13. Virgen de la Caridad en la procesión mariana celebrada en Toledo en 1954 en la que participaron las principales imágenes marianas toledanas. Fuente: http://www.ayto-toledo.org/archivo/exposiciones/SemanaMariana/SemanaMariana.asp
Ilustración 14. Parte trasera del carro triunfal de la Virgen de la Caridad de Camarena. Fotografía tomada en la procesión mariana celebrada en Toledo en 1954. http://www.ayto-toledo.org/archivo/exposiciones/SemanaMariana/SemanaMariana.asp

Ilustración 15. Carroza triunfal de la Virgen de la Caridad de Camarena (Toledo). Fuente: http://www.plusesmas.com/fotos-antiguas/galerias/camarena/estatuas-y-esculturas/


Ilustración 16. La Virgen de la Caridad desfilando en procesión sobre la carroza triunfal. Fuente: http://www.encastillalamancha.es/noticia/44981/Camarena+(Toledo)+celebra+por+todo+lo+alto+la+fiesta+de+su+patrona,+la+Virgen+de+la+Caridad
Las dos grandes máquinas de la Virgen de Gracia de Mascaraque (Toledo) y la Virgen de la Natividad de Pinto (Madrid) evidencian la ruptura estilística que se produjo a finales del siglo XVIII. La sobriedad y la simplicidad clasicista sustituye a la dialéctica y abigarramiento estético del barroco, de hondo calado en el sentir popular. Al igual que en las carrozas anteriores, su diseño y hechura nos conducen a la vanguardia artística de la Corte. Las conexiones con el imperante gusto academicista son evidentes. Su diseño, a grandes rasgos, recuerda al carro triunfal del grupo escultórico de Cibeles, realizado entre 1777 y 1782 por Francisco Gutiérrez Arribas, Miguel Jiménez y el francés Robert Michel bajo diseño de Ventura Rodríguez. Lo cierto es que el diseño de ambas máquinas deudor del neoclasicismo del XVIII, resulta más correcto adscribirlo al estilo imperio de los primeros años del XIX.

Ilustración 17. Grabado de la carroza de la Virgen de Gracia de Mascaraque. Publicado en BLANCO MOZO, José Luis: “Exaltación y triunfo. La carroza de Nuestra Señora de la Concepción de Navalcarnero”.
Ilustración 18. Grabado de la carroza de la Virgen de la Natividad de Pinto. Publicado en BLANCO MOZO, José Luis: “Exaltación y triunfo. La carroza de Nuestra Señora de la Concepción de Navalcarnero”.

Ambas carrozas, hoy desaparecidas, retoman la iconografía del trono de Ezequiel con los cuatro vivientes, identificados como el tetramorfos. Estos aparecen repartidos entre las cuatro esquinas. En Mascaraque cada tetramorofos es acompañado de su correspondiente evangelista. La figuración ya no campea por toda la superficie, sino que se concentra en dos puntos, en la delantera y en la trasera elevada en altura. En Mascaraque el arcángel San Miguel lanceando al diablo presidía el frente. Dos evangelistas con sus tetramorofos flanqueaban el simulacro del arcángel. En Pinto la delantera era presidida por un Cordero de Dios acompañado de dos figuras del tetramorfos. En ambos casos la imagen mariana se encontraba entronizada en la parte trasera sobre un plinto con gradas, ubicándose en los flancos los otros dos evangelistas o tetramorfos restantes. Cerraba la composición un gran sol, posiblemente realizado en metal, situado detrás de la imagen.

La carroza triunfal de la Virgen de la Soledad de Arganda del Rey (Madrid) fue una de las grandes máquinas del siglo XIX. La historia de esta carroza se encuentra íntimamente ligada con los sucesos acaecidos en la Villa durante la guerra de la independencia. En 1808 las tropas francesas asaltaron la ermita de la Soledad y destruyeron la antigua imagen de la Virgen atribuida a Gaspar Becerra.

El sacerdote argandeño Marcelino Sanz Riaza, dolido por tal sacrilegio, encargó una nueva al reputado escultor José Ginés. Esta imagen fue bendecida el 24 de junio de 1810, día de San Juan Bautista, siendo trasladada esa misma tarde en procesión desde la iglesia parroquial a su ermita. Desde este momento la devoción a la Soledad aumentó tanto que desplazó del patronazgo de la villa a San Juan Bautista. Las fiestas patronales se trasladaron del 24 de junio al segundo domingo de septiembre, día en que la hermandad de la Soledad celebraba la fiesta gloriosa de su titular mariana.


Ilustración 19. Grabado del siglo XIX de la Virgen de la Soledad de Arganda del Rey sobre su carroza. Fuente: http://archivo.ayto-arganda.es/patrimonio/fp.aspx?id=901

En 1817, cuando estaba ya consolidado el patronazgo de la Soledad, el sacerdote Sanz Riaza encargó la construcción de una carroza de triunfo. Este mismo año también encargó la realización de un nuevo retablo mayor para la ermita y un nuevo manto negro tachonado de estrellas para que fuera lucido por la venerada imagen en su fiesta gloriosa. Dos terceras partes del total (40.000 reales) fueron sufragadas por el citado sacerdote. El encargo de la carroza se decidió por concurso al que se presentaron varios diseños, siendo finalmente el elegido el realizado por el pintor Antonio García y el escultor José Ginés. El primero había participado en la policromía del retablo, mientras que Ginés había tallado la imagen y era uno de los escultores y estuquistas más reputados del momento. Ostentó, entre otros, el cargo de primer escultor de cámara de Fernando VII en 1814 y honores de director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1817. Fue autor, entre otras obras, de la matanza de los inocentes del belén del Príncipe (hoy expuesto en el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid) o de la decoración escultórica de la ermita de San Antonio de la Florida de 1795 cuyos frescos corrieron a cargo de Goya. Es uno de los grandes escultores del neoclasicismo español.

Ilustración 20. Grabado del siglo XIX de la Virgen de la Soledad de Arganda del Rey sobre su carroza. Fuente: http://archivo.ayto-arganda.es/patrimonio/fp.aspx?id=901

Es muy significativo el encargo de la carroza triunfal en este contexto, pues, podemos entenderlo como una respuesta de desagravio frente a la profanación acaecida en el año 1808 por las tropas francesas. No en vano, la imagen alegórica que dominaba el carro era una representación de la religión, atacada en aquel acto sacrílego. La retórica triunfalista y exaltada de la nueva carroza respalda además el cambio de patronazgo de la villa de Arganda.

Ilustración 21.Grabado del siglo XIX de la Virgen de la Soledad de Arganda del Rey sobre su carroza. Fuente: http://archivo.ayto-arganda.es/patrimonio/fp.aspx?id=901
Ilustración 22. Pintura del siglo XIX de la Virgen de la Soledad de Arganda del Rey sobre su carroza. Fuente: http://archivo.ayto-arganda.es/patrimonio/fp.aspx?id=901
La carroza, destruida durante la guerra civil, es ampliamente conocida gracias a numerosas representaciones gráficas de los siglos XIX y XX. Así era descrita por Castellano y Carlés en su libro sobre las imágenes Marianas de Arganda publicado en 1879[4]:

“La carroza es de figura oval, y la sirve de guía una estatua que representa la religión con ropaje blanco, signo de pureza de María y con la cruz de la redención en la mano. Detrás sobre una elegante peana va colocada la santa imagen de María, sirviéndola de trono un medio círculo que a decir verdad echa a perder el buen pensamiento del todo de la carroza, y sobre el cual hay dos ángeles sosteniendo una corona que representan y ofrecen a su Reina y Señora. Todo el círculo de la carroza formando una colgadura de hermoso azul celeste con realces de guardamalletas doradas de muy buen gusto que unido al vestido de guirnaldas, jarrones y floreros, hacen un aparato digno de la Señora a quien se dedica.”

La carroza sigue la estela estética marcada por las de Pinto y Mascaraque aunque con una mayor libertad formal, menos sujeta a la normativa rigurosa del academicismo clasicista de las últimas décadas del siglo XVIII. La curvatura de la trasera y el creciente protagonismo que adquiere la decoración nos permite adscribirla a un estilo cercano a la sensibilidad romántica.

Ilustración 23. Fotografía de la carroza con la Virgen de la Soledad de Arganda del Rey antes de su destrucción en la guerra civil. Fuente: http://archivo.ayto-arganda.es/patrimonio/fp.aspx?id=901

Ilustración 24. Fotografía actual de la Virgen de la Soledad de Arganda del Rey sobre su carroza. Fuente: http://archivo.ayto-arganda.es/patrimonio/fp.aspx?id=901

En el año 1940 se encargó una nueva carroza de triunfo imitando a la perdida en la guerra civil que es la que se viene usando en sus anuales fiestas septembrinas. Aunque inspirada en la antigua, suprime algunos elementos como las ruedas exteriores y el trono semicircular, que en opinión de Castellano y Carlés echaba a perder la composición de la carroza. Su ausencia permite vestir a la imagen con un manto de larga cola que cubre la trasera de la carroza. Unos candelabros guardabrisas sustituyen a los jarrones clasicistas que se situaban frente a la imagen.

La exaltación gloriosa de la Soledad de Arganda no tiene cabida en las celebraciones de Semana Santa. En estas fiestas la imagen participa en las procesiones junto a los otros “pasos” portada en andas y vestida de riguroso luto.

En la antigua villa de Vicálvaro (distrito de Madrid desde 1954), la Virgen de la Antigua contó con una interesante y teatral carroza. Suponemos que esta fue construida en el siglo XIX o en las primeras décadas del siglo XX. Fue destruida en la guerra civil y recreada en una nueva fechada en el año 1949. Lamentablemente esta última, bastante fiel a la original, ha sido sustituida hace pocos años por una realizada en los talleres alcarreños de Hermanos Martínez de Horche (Guadalajara) que no reproduce el diseño de la anterior.

Ilustración 25. Estampa de la primitiva carroza de la Virgen de la Antigua de Vicálvaro. Fuente: AA.VV. Historia de Vicálvaro. Madrid, 1987.
Ilustración 26. Fotografía de la primitiva carroza de la Virgen de la Antigua de Vicálvaro. Fuente: AA.VV. Historia de Vicálvaro. Madrid, 1987.
Esta carroza supone un nuevo planteamiento del carro triunfal, fundado en un concepto de mayor teatralidad que los carros triunfales “navegando” sobre un mar de fieles. La carroza estaba compuesta por una estructura principal en forma de nube por la que asomaban pequeñas cabecitas de querubines. En el interior de este primer cuerpo se encontraba el chasis. Sobre esta plataforma, un grupo de angelitos tiraban de un carro donde se entronizaba la imagen como si de un triunfo celestial se tratara. 

Aparte de estas carrozas existen otras de las que no hemos podido reunir tanta información y que son de difícil adscripción cronológica. Hasta la guerra civil la Virgen de la Piedad de Santa Olalla (Toledo) contó con una carroza en forma de barco. La Virgen de los Santos de Móstoles (Madrid) cuenta con una interesante carroza triunfal, la cual no sabemos si es posterior a la guerra o por el contrario es la que entronizaba a la Virgen antes de la contienda. Esta última comparte elementos comunes con la de la Virgen de la Caridad de Illescas (Toledo), como es el orbe situado a los pies de la imagen mariana, coronada en la de Móstoles por un niño Jesús y en Illescas por un ángel. 

Ilustración 27. Fotografía antigua carroza de la Virgen de la Piedad de Santa Olalla (Toledo). Fuente: http://eulaliense.blogspot.com.es/
Ilustración 28. Carroza de la Virgen de los Santos de Móstoles. Fuente: http://patronademostoles.es/
Ilustración 29. Virgen de la Caridad de Illescas en la procesión mariana celebrada en Toledo en 1954. Fuente: http://www.ayto-toledo.org/archivo/exposiciones/SemanaMariana/SemanaMariana.asp

Ilustración 30. Carroza de la Virgen de la Caridad de Illescas. Fuente: www.illescas.es

El carro de triunfo, como tipología de carroza, es una variante dentro de las estructuras de transporte procesional, con una evolución propia y paralela a otros sistemas como las andas o los tronos. No podemos considerarlos un elemento exclusivo de la idiosincrasia y tradición del antiguo arzobispado toledano, puesto que también existen por toda la geografía hispana, bien como soporte a la custodia de Asiento en la procesión del Corpus, o bien como soporte a imágenes marianas. Sin embargo, hay que recalcar la importancia y desarrollo que tuvieron en el eje Madrid-Toledo a juzgar por la cantidad y calidad de piezas que han llegado a nosotros.


A.R.

BIBLIOGRAFÍA

AA.VV.: Historia de Vicálvaro. Madrid, 1987.

AA.VV.: Vicálvaro ayer y hoy. Madrid, 1989.

BLANCO MOZO, José Luis: “Exaltación y triunfo. La carroza de Nuestra Señora de la Concepción de Navalcarnero”, en Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte (U.A.M.), Vol. 18, 2015, 115-129.

CASTELLANO Y CARLÉS, Pascual: Noticias de las imágenes de la Santísima Virgen María veneradas en Arganda del Rey. Arganda del Rey, 2002.

NICOLAU CASTRO, Juan: “La maqueta del trono de la Virgen del Sagrario de la catedral de Toledo”, en Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando”, 83, 2º semestre 1996, pp. 271-286.

RODRÍGUEZ DE GRACIA, Hilario: “El Corpus de Toledo. Una fiesta religiosa y profana en los siglos XVI Y XVII”, en Zainak. Cuadernos de Antropología-Etnografía, 26, 2004, pp. 385-410.

TORRE BRICEÑO, Jesús Antonio: “Algunos datos históricos sobre la Virgen de la Soledad patrona de Arganda del Rey”, en Anales complutenses, volumen XIII (2001), pp. 128-154.



[1] RODRÍGUEZ DE GRACIA, Hilario: “El Corpus de Toledo. Una fiesta religiosa y profana en los siglos XVI y XVII”, en Zainak. Cuadernos de Antropología-Etnografía, 26, 2004, p. 398.
[2] Véase BLANCO MOZO, José Luis: “Exaltación y triunfo. La carroza de Nuestra Señora de la Concepción de Navalcarnero”, en Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte (U.A.M.), Vol. 18, 2015, 115-129.

[3] Véase: NICOLAU CASTRO, Juan: “La maqueta del trono de la Virgen del Sagrario de la catedral de Toledo”, en Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando”, 83, 2º semestre 1996, pp. 271-286.
[4] CASTELLANO Y CARLÉS, Pascual: Noticias de las imágenes de la Santísima Virgen María veneradas en Arganda del Rey. Arganda del Rey, 2002, pp. 22-23.
[5] AA.VV.: Vicálvaro ayer y hoy. Madrid, 1989. p. 24.